Fotos de Bernardo Arriagada Castro

La cuenca del lago Rupanco, del chezungún "Reipún-ko", que significa "agua revuelta", con sus 23 mil hectáreas, recibe las aguas del río Bonito, entre otros cauces

que también aportan con sus transparentes aguas a este paradisíaco lugar de pesca y recreación.

Bordeando el lago, por una ruta pedregosa y empolvada, a casi 100 kilómetros de Osorno, se llega hasta la desembocadura del "Bonito", hermoso y sereno punto de encuentro para turistas y pescadores que se dan cita en un entorno silencioso, ideal para relajarse y escapar de la rutina o estrés del trabajo. El silencio sólo se altera por el "salto" de algún enorme salmón en el agua, quizás para saludar a los visitantes que llegan a este punto de la provincia.

El sitio es ideal para acampar con la familia en una playa de arena, donde el imponente volcán Puntiagudo, siempre vigilante del enorme lago Rupanco, aparece como telón de fondo.

Sin duda es un buen punto para capturar una o varias piezas, aunque sólo si la suerte acompaña al pescador recreativo... de lo contrario, es posible realizar una buena caminata por el borde, entre el agua y el bosque nativo, ideal para olvidarse por algún momento del tráfago cotidiano.