Correo
Ad portas de Semana Santa
Este tiempo de incertidumbre que nos ha traído la pandemia global del covid-19 ha intervenido en nuestras rutinas familiares, laborales, sociales, eclesiásticas, etc. En este escenario de resignación colectiva necesitamos fortalecer nuestra espiritualidad y recordar de un modo no visto, el acto sacrificial y diacónico de Jesús. La Semana Santa tiene un significado trascendental para los creyentes; y este año será particular, porque seremos comunidad de fe sin compartir el sacramento de la Cena del Señor (eucaristía) en la unidad que centenariamente nos ha caracterizado.
La grey que cobija por casi 120 años nuestra Primera Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Osorno no ha abandonado su misión y vocación espiritual de orar, servir y apoyar a nuestra comunidad local; aunque ser una congregación de distancias y virtualidades no es lo nuestro, porque disfrutamos celebrar a Dios juntos. Sin embargo, nuestra responsabilidad es para con nuestro prójimo, nuestro vecino y familias. Por esto renovamos nuestro compromiso de mantener todos los cuidados posibles y las indicaciones sanitarias respectivas para seguir en la mitigación de esta pandemia. Dios bendiga a Osorno.
Marcelo Barrientos Manríquez, pastor de la Primera Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Osorno
De nuevo atrasados
El Gobierno acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley que endurece las penas para los delitos de homicidio, violación y lesiones cuando las víctimas corresponden a menores de edad y mayores de 65 años.
Luego de la muerte en trágicas circunstancias que han afectado en las últimas semanas a niños en Chile, la iniciativa pareciera ir en el camino correcto, pero si ya estamos hablando de castigo, desgraciadamente significa que hemos llegado tarde.
En el caso de los abusos sexuales, la buena noticia es que está comprobado que estos sí se pueden prevenir y es allí donde reside el mayor desafío para el Estado y todas la organizaciones privadas y públicas: ser capaces, a través de políticas públicas e iniciativas específicas, de desarrollar e implementar estrategias que eviten que se produzcan víctimas de estos delitos, con daños que las acompañarán por toda su vida.
Como sociedad, y con la acción decidida del Estado, es imprescindible que lleguemos antes.
Ximena Schencke
Gobierno abierto
Hace muy poco, la Contraloría acreditó un déficit de $25 mil millones en el municipio de Coquimbo, siendo uno de los más altos a nivel nacional. El detalle de la situación hace referencia a una serie de irregularidades tanto en contratación de personal como en otras actividades a fin de los municipios, en el que se hacía mal uso de los recursos públicos.
El gobierno abierto se muestra como una forma de aumentar la transparencia en nuestras instituciones públicas con una fuerte prioridad en la apertura de datos, que brinden mejor acceso a la información y a la rendición de cuentas. Sin reducirlo sólo a lo anterior, permite crear un escudo a la corrupción, pero también otorga un mayor énfasis al derecho de los ciudadanos de saber cómo se están utilizando sus impuestos.
Sin duda que no podemos limitar las prácticas de gobierno abierto sólo a la transparencia, debido a que abarca una serie de mecanismos que contribuyen con su objetivo. Sin embargo, este sería un gran paso para que los ciudadanos presten mayor atención al uso que se les da a sus impuestos y para que las autoridades no despilfarren el dinero de todos, en millonarios servicios de alimentación.
Sebastián Millán Calisto
Mujeres en alta direcciónUna vez más se abre la discusión respecto de las brechas de género y las inequidades y diferencias laborales entre hombres y mujeres, donde el famoso "techo de cristal"-concepto que refleja las dificultades y muchas veces limitaciones veladas del ascenso laboral de mujeres a puestos de alta dirección- es tema de conversación.
Si bien hemos avanzado mucho, el camino es largo. La participación femenina en el mundo laboral, según datos del Ministerio del Trabajo, ha tenido un crecimiento sostenido desde el año 2010 a la fecha y más de la mitad del empleo creado en la última década es femenino. Sin embargo, no todo son buenas noticias, ya que las áreas de mayor productividad y estabilidad siguen siendo masculinas y la ocupación de la mujer continúa baja en los espacios de mayor remuneración.
Que una mujer llegue a un cargo de liderazgo en alta dirección no solo es positivo para reducir las brechas y generar en empresas e instituciones los beneficios probados, como las mejoras en el clima laboral y la productividad, sino que también trae como consecuencia la contratación y promoción interna de otras mujeres, rompiendo el ciclo negativo del techo de cristal y el ascenso vertical.
Paola Espejo Aubá