Mirada de género y de largo plazo
En este nuevo 8 de marzo, ONU Mujeres ha llamado a potenciar liderazgos femeninos que ayuden a enfrentar la crisis sanitaria. Participación electoral, acceso a cargos públicos, no discriminación laboral y salarios justos, fueron los temas del primer Día de la Mujer, en marzo de 1911.
La conmemoración del 8 de marzo cumple 110 años. El primer Día Internacional de la Mujer fue convocado formalmente en 1911 y durante esa jornada se expuso sobre participación electoral, acceso a cargos públicos, formación profesional y presencia en el trabajo sin discriminación por desempeño y salarios.
Más de un siglo después, hay avances; pero esas inquietudes siguen siendo casi las mismas. Este 2021, además, se debe considerar las brechas económicas y sociales ahondadas por los efectos de la pandemia, como pérdidas de empleo; aumento de la carga de responsabilidades hogareñas y cuidado de terceros; alzas de violencia; salida del sistema escolar de muchas niñas y adolescentes.
Todo lo anterior se traduce en procesos que se estancan, generando más desigualdad y pobreza. Sobre todo si afectan áreas como participación en el trabajo remunerado, pues la presencia femenina en él es clave para el desarrollo nacional.
Ya antes de la crisis sanitaria estaban en marcha acciones para estimular este acceso (Chile tiene uno de los porcentajes más bajos del continente) y se calculaba que si 900 mil mujeres adicionales se incorporaban al mercado laboral, el PIB (Producto Interno Bruto) de Chile se incrementaría en 6 puntos porcentuales. Considerable, si se observa la caída de 6,2% registrada en 2020.
En este contexto, es importante que las medidas para estimular la actividad nacional y regional post pandemia tengan una mirada de género, para que los avances logrados no se retrocedan.
También es importante que los avances de participación pública sean estimulados. ONU Mujeres llamó la atención al respecto y propuso para el 8M 2021 el lema "Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19", recordando que -pese a que la mitad de la población mundial es femenina- sólo hay 22 jefas de Estado y las parlamentarias representan solamente el 24,9 por ciento del total.
Esa realidad se verifica en distintos lugares. En la zona sólo hay una mujer en la Cámara Alta y ninguna en el Senado; en el caso de la provincia, existen dos alcaldesas en ejercicio; mientras que en la comuna de Osorno, dos se sientan en el Concejo Municipal.