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Con 35,1 grados Osorno registra la temperatura más alta del año y es la cuarta más alta en la historia

CLIMA. Los termómetros midieron este peak a las cuatro de la tarde. Experto señala que se trata de un ciclo compuesto por varias olas de calor que pueden perjudicar la agricultura local. Proceso de vacunación continuó con menor concurrencia.
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Paola Rojas Mendoza

Durante la jornada de este miércoles Osorno alcanzó los 35,1 grados a las 16 horas, de acuerdo a los datos proporcionados desde la estación meteorológica El Tepual, tratándose de la temperatura más alta de este 2021 y la cuarta cifra más alta de la historia para el mes de febrero.

Cabe recordar que la máxima histórica alcanzada durante febrero en Osorno ocurrió hace dos años, cuando el día 4 de ese mes pasadas las 17 horas los termómetros alcanzaron los 36,8 grados, batiendo el récord registrado 66 años antes, cuando la temperatura alcanzó los 36 grados exactos en 1953, mientras que otro peak se registró en 1962, con 35,8 grados.

Actualmente las altas temperaturas se han prolongado por varios días, por lo que hay riesgos para los cultivos, praderas y ganado de la zona, lo que según los expertos se define como el ciclo de calor. Además, las altas temperaturas llegaron justo en pleno proceso de vacunación de adultos mayores, por lo que este miércoles se dispuso de la entrega de botellas de agua para prevenir la deshidratación, además de la instalación de toldos (ver imagen).

En la ciudad las calles se vieron con muy poca gente e incluso hubo resquebrajamiento de algunas arterias producto del calor, como lo grafica la fotografía captada en Santiago Rosas (imagen página 3).

Ciclo de Calor

Sobre el fenómeno denominado ciclo de calor, el doctor en bioclimatología y profesor de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, explicó que una onda de calor se gesta cuando hay un anticiclón, es decir un centro de muy alta presión que está muy cercano al continente, incluso encima de éste, lo cual hace que el aire que baja desde este anticiclón -que es como una chimenea invertida-, va desde la atmósfera hacia la superficie y lo hace con tanta velocidad que se comprime al llegar a la superficie y se calienta.

"Tal como se calienta un bombín al inflar una bicicleta, al hacer presión el aire se calienta por una ley física", explicó Santibáñez.

Agregó que esto se combina con otro fenómeno que es la llegada del viento pampeano del lado argentino, producido por el anticiclón del Atlántico Sur, el cual llegó prácticamente hasta la cordillera de Los Andes, produciendo que el aire llegue hacia Chile por la alta presión, generando el viento pampeano que ingresa a la altura de Coyhaique y Balmaceda, lo cual hace que las temperaturas se eleven a los 28 grados en esa zona, donde el aire es muy caliente y seco.

"Se han dado las dos condiciones; nuestro anticiclón que está muy cercano al continente y el anticiclón del Atlántico que también se nos acercó, todo hace que llegue el aire caliente que generan estos anticiclones", comentó. En paralelo explicó que las ondas de calor se extienden entre dos a cuatro días, pero en esta ocasión se juntaron varias ondas de calor.

"Esto es lo que llamamos un ciclo de calor, es decir, se juntaron dos ondas de calor muy seguidas, que hacen que estemos teniendo una secuencia de días calurosos muy larga y eso es un fenómeno poco frecuente", advirtió.

Praderas y ganado

En cuanto a la afectación que tiene este fenómeno para los cultivos y praderas de la zona, Santibáñez señaló que estas altas temperaturas no ayudan en absoluto, ya que las plantas y animales sufren del estrés de calor. Esto significa que las plantas tienen que usar todos sus mecanismos de defensa contra las altas temperaturas y para conseguirlo deben dejar de crecer, ya que tienen que encauzar toda su energía para protegerse del calor y no sufrir un daño permanente en sus tejidos.

"Tienen que sintetizar una serie de sustancias y de proteínas que le permiten sobrevivir, pero no crecer, por lo tanto estas olas de calor retrasan el crecimiento, tanto de las plantas cultivadas anuales, como de las praderas", indicó el experto.

El calor produce la evaporación del agua, por lo tanto los suelos se secan muy rápido, generando déficit del elemento, que se suma al estrés de calor, por lo que se afecta directamente el rendimiento.

"En el caso de las praderas, la producción de forraje se

"Lo más importante es hidratarlos y no exponerlos directo al sol y esas dos cosas las estamos tratando de resguardar"

Alejandro Schulz, Médico asesor Salud Municipal

"Esto es lo que llamamos un ciclo de calor, es decir se juntaron dos olas de calor muy seguidas"

Fernando Santibáñez, Dr. Bioclimatología U. de Chile