Correo
Problema de fondo
Resulta superficial, sobre los hechos ocurridos en Panguipulli, comenzar a debatir sobre el control de identidad. Esta vez fue tal procedimiento, pero pudo haber sido otro, como lo ha ocurrido en ocasiones anteriores.
El verdadero problema está en resolver cómo (re) diseñamos una institución que pueda contar con todas las atribuciones necesarias para impedir delitos, actos terroristas y atentados a bienes públicos, respondiendo al mismo tiempo una confianza razonable de que las usarán sin excesos, sin arbitrariedades y sin discriminaciones.
No resulta serio, desde ningún sector político, proponer ahora atribuciones más o atribuciones menos, cuando el problema de fondo es que la confianza necesaria para otorgar tales facultades hoy tambalea. En estos momentos, poco aporta toda discusión que no apunte a restituir con urgencia la confianza ciudadana en una institución tan esencial para una sana democracia.
Alexandro Cea
¿Qué Constitución queremos?
Una Constitución mínima es, en realidad, una Constitución propiamente tal. El constitucionalismo nacido de las revoluciones liberales de los siglos XVII, XVIII y XIX, lo que buscó fue limitar el poder del Estado en favor de las libertades individuales y ser una respuesta frente al absolutismo.
Así las cosas, una Constitución mínima es, en primer lugar, una Constitución liberal, pero principalmente una verdadera Constitución democrática. En este sentido, siguiendo a José Francisco García: "La Constitución no busca (ni debe) zanjar las controversias sociales fundamentales". Esto significa que este documento debe surgir de consensos entre las fuerzas políticas "y no de la aplicación irrestricta del principio democrático básico (la regla de la mayoría)".
Un elemento sumamente relevante es que la Constitución no debe establecer ideologías políticas particulares, ni un programa de gobierno determinado, sólo debe circunscribirse en torno a mínimos comunes o las reglas básicas (derechos y libertades fundamentales, y un sistema de pesos y contrapesos institucionales que hagan posible una convivencia pacífica y democrática) y lo demás deberá ser desarrollado a través de leyes y políticas públicas principalmente.
Una Constitución con mucho detalle siempre habrá que actualizarla y ello hace que pierda su estabilidad (certeza jurídica), que es uno de los atributos más esenciales de una Constitución. Ejemplo de esto es la Constitución Federal de Brasil de 1988, que fue criticada por ser muy extensa. Tal es el caso que todo su derecho tributario está dentro de la Constitución y cada vez que se quiere cambiar un tributo, hay que cambiarla, para que de esta manera se adapte a los cambios de la sociedad. Entonces, la pregunta que les hago es la siguiente: ¿Qué tipo de Constitución queremos?
Alejandra Westermayer Fuentes
Vacunación
El Plan de Vacunación Nacional está en marcha y ya son cientos de miles de personas las que se han vacunado en nuestro país. Se trata de un paso importante para paliar los efectos negativos de la pandemia que no sólo se han limitado a lo sanitario. La última edición del Democracy Index da cuenta que la pandemia ha causado un "retroceso sin precedentes en las libertades democráticas". De esta forma, y con vistas a la abultada agenda electoral que se avecina, cabe recordar que las medidas sanitarias impuestas por el gobierno para prevenir la propagación del virus se deben adoptar sin olvidar el alto costo que estas implican en nuestras libertades. Como bien dijo Thomas Jefferson: "el precio de la libertad es la eterna vigilancia".
Herman Durán Urra
Fatiga pandémica
La fatiga pandémica tiene que ver con el componente de la línea de salud mental, el cual tiene injerencia con el estado salud de las personas. Es el cansancio, el estrés acumulado por este casi un año en que nos hemos visto enfrentado a las medidas que toman las autoridades para la prevención del contagio, las medidas de restricciones, inciertas que van cambiando semana a semana.
Cada vez que tengo que salir de la casa, tengo que cumplir con una serie de medidas como ponerse la mascarilla, salir con alcohol gel, no tocar; asimismo al regresar, sacarse la ropa, desinfectarse, lavarse las manos, bañarse. Entonces, esa tensión permanente, sostenida en el tempo, termina agotando. ¿Qué hacer?: tratar de establecer una rutina; cuidar los factores como sueño, descanso e involucrarse en actividades de interés en la medida de lo que sea posible; leer en casa, escuchar música, ver una película y mantener una alimentación saludable. Es importante que si notamos que esta fatiga o estrés nos genera mucha angustia y está dificultando nuestro sueño, descanso, alimentación, el desenvolvimiento de nuestra vida cotidiana, debemos consultar a un profesional.
Claudio Acevedo , Escuela Terapia Ocupacional, U. Andrés Bello