Correo
El año de la mujer
A nivel mundial, las mujeres son mayoría en los empleos que han sido más impactados por el covid-19, con el 63% de los puestos de trabajo en funciones administrativas de arte y entretenimiento; un 59% en servicios de alojamiento y alimentación, y el 54% en servicios de administración y negocios, por nombrar algunos.
Pero después de la tormenta viene la calma y también sale el sol. Se espera que en los próximos meses el empleo mejore producto del efecto rebote y si bien en condiciones de este tipo es común ver un importante crecimiento del empleo informal, la tercerización es una de las principales soluciones y que ha estado ganando fuerza en la lucha por minimizar la precariedad laboral.
Pero hay detalles importantes que atender no sólo para que las oportunidades para las mujeres vuelvan a los niveles de normalización previos a la pandemia, sino para que escale al próximo nivel, con mayor igualdad, equidad y también oportunidades.El empleo postpandemia está cambiando para siempre la forma en que se conciben y desarrollan los trabajos, independiente del género, con padres, madres y parejas abocados por igual al trabajo en casa y al mismo tiempo tomando un protagonismo mucho mayor en el cuidado y educación de los hijos -debido a las clases a distancia- y del propio hogar.
Esa igualdad de roles acelerada por el covid-19 no hace más que emparejar la cancha en materia de género. Será un año de recuperación, pero también de muchos cambios y la mujer en muchos casos tiene la experiencia necesaria para superar esos desafíos y plasmar su talento.
Jorge Gamero
Educación y Constitución
El aporte de las universidades al proceso constituyente en curso es una obligación de las casas de estudios, de sus académicos y estudiantes. Son cinco temas en los que se va a centrar la discusión que viene y en los que necesariamente debemos participar. El primero de ellos es la forma del Estado que nos queramos dar que, al parecer, hay consenso de que es unitario, pero con apellido para algunos. El segundo se relaciona con el régimen de Gobierno, presidencial, semipresidencial o parlamentario, discusión muy interesante porque cada uno tiene sus fortalezas y debilidades.
El tercero abarca el reconocimiento o profundización de los derechos fundamentales y su forma de protección, especialmente de los llamados derechos de la segunda generación, así como también los derechos económicos, sociales y culturales, los que se remontan al siglo 19 y encarnan, según Vasak, el valor de igualdad. Es una visión de igualdad de oportunidades, incluso de resultados, que está subyacente en ella.
Un cuarto tema será el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, discusión que no se centrará en el reconocimiento de ellos, sino en su significado y amplitud, encontrándose en este punto el disenso. Por último, un tópico insoslayable será el Tribunal Constitucional, nacido en el año 1970. Su necesidad quedó de manifiesto en la propuesta transversal de varios académicos de su pertinencia y urgencia para el control de la constitucionalidad tanto en forma como fondo. En ello se debatirá para algunos su desaparición, mientras que para otros, y con mayor moderación, los argumentos tendrán relación con cambiar la forma de nombramientos de los ministros, su número impar en la actualidad y el control preventivo de constitucionalidad.
En todos y cada uno de estos temas debemos como académicos entregar nuestras opiniones, enriquecer el debate y aportar con conocimiento, datos e investigaciones para que resulte la mejor constitución para el país. La Universidad no debe estar ajena a este momento histórico.
Rafael Rosell Aiquel, rector de la Universidad Pedro de Valdivia
Industria hotelera
Es un hecho que el turismo se encuentra entre los sectores más golpeados por la pandemia, estimándose a nivel mundial una baja entre 60% y 80% en los viajes. En Chile, esta caída ha afectado transversalmente a una industria donde el 98% corresponde a micro y pequeñas empresas, incluido el sector hotelero.
En este escenario, reanudar las actividades es más que planificar una "reapertura", es hablar de la reinvención con énfasis en la seguridad sanitaria. Mientras, que una alternativa es convertirse en residencia sanitaria, coworking u oficinas.
Más allá de estas medidas, el cambio debe producirse en el modelo de negocio, con foco en la digitalización. Bajar el precio del servicio o incluir nuevas prestaciones; reinventar bares, restaurantes y terrazas, harán más atractiva la reserva. Arrendar las instalaciones y realizar convenios también puede ayudar a mantener "el buque a flote".
Esta crisis ha puesto en alerta al sector hotelero y sólo queda aprender de la experiencia. Por primera vez, el grande no vencerá al más pequeño, sino que el más rápido prevalecerá sobre el más lento.
Janine Valenzuela, Universidad de las Américas Udla