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Aborto libre: escalón previsible
Se venía venir el proyecto presentado por parlamentarios de izquierda, realmente pensaba que saldría en la discusión de la nueva Constitución, pero al parecer nos gusta copiar e imitar lo foráneo y ahora copiamos lo que hicieron los argentinos recientemente con la aprobación del aborto libre.
Los primeros escalones en Chile fueron las tres causales aprobadas y ahora, con la argumentación del derecho de las mujeres y derechos reproductivos, quieren livianamente legalizar un homicidio.
Los derechos de las personas no se discuten y están consagrados en la Constitución y uno de ellos es primordial y necesario. Nuestra Carta Magna está por la vida, no por la muerte, es así que actualmente en Chile la legislación vigente establece que hasta los peores asesinos en nuestra sociedad no se los debe castigar privándoles de la vida.
El aborto libre es matar a un niño que tiene un A.D.N propio y único… no es parte del cuerpo de la madre, es una verdad pétrea y científica.
El derecho materno está sobre su cuerpo y debe respetarse claramente (por ejemplo su útero, ojo, oreja, etcétera) pero el niño no es ella, el niño es un ser aparte.
Obviamente muchas de las causales que se aducen y tratan de justificar este solapado homicidio son claramente un defecto y accionar de nuestra sociedad, que ciertamente hay que corregir y sancionar.
El aborto libre nos está mostrando una parte de la sociedad que es individualista y este homicidio sólo se basa en una consecuencia de la valoración individual y conveniencia personal que tiene la persona, consecuencia también de una sexualidad no responsable, no entendida o no enseñada; la anticoncepción en Chile está facilitada y garantizada por los anticonceptivos, la píldora del día después, preservativos y dispositivos intrauterinos etc. El objetivo discutible o no de ellos es evitar la vida, no eliminarla.
El aborto libre claramente resulta en extinguir al quien está por nacer, es matar, es así de simple.
Hace unos años, un señor de bigote diminuto convenció a una parte de su país de que no debían vivir homosexuales, gitanos, personas discapacitadas y judíos. Felizmente el mundo condenó esa falta de empatía y respeto por la vida, espero que mi país decida no hacer lo mismo con un ser pequeño e indefenso.
Daniel Lilayú Vivanco, médico
Mujeres en la política
Dos mujeres arribaron a la política chilena: una por la izquierda, otra por la derecha. La llegada de Paula evidencia el nulo peso que tuvo la ex Nueva Mayoría después del 18 de octubre. Tal fue su intrascendencia que tuvo que venir el bacheletismo "nuevamente", en auxilio de la centroizquierda.
La llegada de Teresa, por su parte, demuestra que al interior de Chile Vamos siguen sin entender la diferencia entre negociar y ceder.
Juan Lagos
Volver al siglo XX
Me resulta incomprensible que haya personas que creen que la solución a los problemas políticos, sociales y económicos que están afectando a Chile consisten en volver a los socialismos reales que se pusieron en práctica en varios países del mundo durante el siglo pasado y que continúan existiendo en Cuba, Corea del Norte y Venezuela.
Asimismo, me resulta incomprensible que una ideología como la comunista, que no respeta los principios básicos del régimen democrático, que propugna la violencia, que procura el establecimiento de un sistema totalitario y que en los países en los que ha sido instaurada como forma de gobierno, sólo ha acarreado destrucción, miseria, desastre económico y humanitario, y pérdida de la libertad; y en los que los gobernantes han ejercido el poder con absoluto desprecio por la persona humana, pueda atraer a tantas personas, partidos, movimientos u organizaciones políticas.
Puede entenderse que el discurso utópico de la creación de un hombre nuevo, que abra paso a una sociedad sin clases ni egoísmos -en la que imperan la justicia, la igualdad, la paz, el bienestar y la armonía- convenza a jóvenes altruistas e idealistas que desconocen la historia mundial y nacional, pero no a personas educadas e instruidas.
Adolfo Paúl Latorre