Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

Paola Volpato está feliz con el estreno de la vespertina "Edificio Corona"

TELEVISIÓN. Los vecinos de un edificio en la capital deben guardar cuarentena, lo cual los obliga a conocerse entre ellos.
E-mail Compartir

Amelia Carvallo

Este lunes, a las 20:00 horas, la actriz Paola Volpato retomará su oficio en las teleseries con el personaje de Ágata Cárdenas, una mujer chispeante que encuentra una gran cantidad de dinero dentro de una maleta que compró en una subasta del aeropuerto, y se va con sus hijas Ruby y Esmeralda (Vivianne Dietz y Magdalena Müller), a vivir al penthouse del Edificio Corona.

Bajo el eslogan de "El amor es contagioso", y recordando el formato de teleseries clásicas como "La torre diez", la nueva ficción de Mega propone un tejido de historias que tiene en común el lugar desde donde nacen: un edificio ñuñoíno, donde una comunidad hace frente al covid-19 cuando uno de los habitantes es diagnosticado con el virus y deben someterse a una cuarentena prolongada. El encierro, y los resguardos frente a la pandemia van signando la vida de las familias, que sin querer empiezan a relacionarse más.

Volpato junto a sus hijas se autodenominan "Las Cardenashian", en alusión al afamado clan femenino de "Las Kardashians".

-¿Cómo es Ágata?

-Es una chilena trabajadora y perseverante que ha sacado sola a sus hijas adelante. Repentinamente tiene un golpe de suerte que le cambia la vida y decide vivir como siempre ha querido, rodeada de lujos y regaloneando a sus hijas. Creo que Ágata es práctica, alegre, gozadora y una gran mamá.

-¿Cómo fue trabajar junto a Vivianne Dietz y Magdalena Müller?

-Son dos actrices muy oficiosas y tremendamente simpáticas y alegres. En general me relaciono con los actores más jóvenes desde el vínculo afectivo, desde el cuidado cariñoso y desde el rol de maestra-mamá. Y con ellas ha sido muy fácil y muy fluido porque son encantadoras y se ha generado una confianza muy rica.

-¿Qué te parece el guión y cómo presenta el tema del covid-19?

-Me parece muy atractivo que empecemos a mirarnos para entender en quiénes nos hemos convertido con esta pandemia ¿cuáles son las preguntas? ¿los afectos? ¿qué vale la pena? ¿qué hay que soltar?. Creo que hay mucho que entender y creo que mirarnos nos sirve para pensarnos.

"Ya habrá mucho que escribir, hacer y mirar para lograr descubrir quiénes somos como seres humanos después de esta pandemia", concluyó la intérprete.

Despeinando al viudo

Ágata, como ya adelantó el tráiler, posará su interés amoroso en el habitante del departamento 502, el viudo Sergio Correa (Francisco Melo), que además es el administrador del edificio, un hombre muy religioso y padre estricto de Josefa (Hellen Mugalski) y Macarena (Hitzka Nudelman), que se mantiene muy distante del romance.

-¿Qué tipo de relación surge entre Ágata y Sergio Correa?

-Ágata siente una fuerte atracción por este viudo correcto y anticuado pero que es un gran papá, algo que ella siente que les faltó a sus hijas. Así que está empecinada en conquistarlo y quizás abrirle un poco esa mentalidad tan obtusa que tiene.

Algunos de los hilos de la trama los llevan la pareja del departamento 402, formada por Mario Horton y María Gracia Omegna. Él es Germán, un viudo exitoso y machista que hace 15 años está casado con Javiera, quien ha criado a Catalina (Paula Luchsinger) como si fuera su propia hija.

Germán, por su parte, mantiene una relación extramatrimonial con su secretaria, Soledad (Josefina Fiebelkorn). Para mitigar la soledad, Javiera monta un taller de cocina online al cual se suscribe su vecino Pablo (Nicolás Oyarzún), con quien entabla amistad y confidencias.

En el departamento 701 también discurre la historia de los hermanos puntarenenses Julián (Pedro Campos) y Miguel (Max Salgado), quienes llegaron a estudiar a la capital. El primero es correctísimo, el segundo un mujeriego que no trabaja ni estudia, y sus vidas cambiarán cuando aparece en la puerta una guagua con una nota que apela a Miguel como padre.

Otro que resulta fundamental en la historia es el conserje, Carlitos (Fernando Godoy), quien oficia de nexo entre los residentes y encarna la amistad con su carácter simpático, que no le ha servido para poder conquistar a Esmeralda.

-Paola, ¿cuál es tu invitación para los televidentes?

-Siento una alegría inmensa de poder entregar contenido fresco y para toda la familia, después de este año tremendo. Y el mensaje también es a seguir cuidándonos porque esto aún está lejos de terminar.

Verdon espera que siga vigente la idea del bien contra el mal

LITERATURA. El escritor acaba de publicar "El angel negro", que retoma las aventuras del exdetective Dave Gurney.
E-mail Compartir

El escritor norteamericano John Verdon, autor también de "Sé lo que estás pensando" y "No abras los ojos", acaba de publicar en español la novela "El ángel negro", la nueva entrega del exdetective Dave Gurney, donde confía en que "el interés perenne en los relatos y las historias del bien contra el mal sobrevivan a la pandemia".

Verdon dijo a la agencia de noticias Efe que, en el contexto de la pandemia, con tantos fallecidos, puede haber cierta insensibilidad hacia la muerte, pero prefiere distinguir "una diferencia emocional significativa entre las muertes resultantes de una enfermedad, y una que se inflige con saña para el beneficio personal de alguien".

El tema de la serie de Gurney -el protagonista de sus relatos de misterio -no es tanto la muerte de las víctimas, sino "las viles intrigas que las provocan".

En esta nueva entrega, "El ángel negro" (editorial Roca), el millonario Angus Russell aparece muerto en su mansión con la garganta seccionada, y las huellas y el ADN encontrados en el lugar señalan como culpable a Billy Tate, un hombre raro del pueblo relacionado con temas de brujería y con rencor hacia la víctima. Pero, tras caer desde un tejado, Tate fue declarado muerto el día anterior al asesinato.

Cuando la policía revisa en la morgue descubre que el cadáver ha desaparecido y, a partir de ahí, la prensa comienza a hablar del "zombie asesino".

"El ángel negro", como toda la saga de Gurney, trata sobre "los terribles efectos del egoísmo extremo", que siempre conduce "al sufrimiento y la muerte" y, confesó Verdon, su fascinación por "los crímenes que no son lo que parecen".

Han pasado 10 años desde que Verdon debutó con su primera novela sobre Gurney, sin pensar que fuera una serie, pero señaló que ya prepara la octava entrega, que espera terminar a fines de este año.

Tras el sangriento final de su último caso ("Arderás en la tormenta"), Gurney esta vez vuelve a enseñar en la academia de policía, y en el inicio de "El ángel negro" enfatiza a sus estudiantes la importancia de mantener una actitud escéptica sobre los informes de testigos de crímenes, ya que las mentes y sentidos se engañan fácilmente.

Gurney, un hombre de ciudad que se trasladó a un pueblo para complacer a su mujer, Madeleine, ha visto que sus investigaciones han ido en paralelo a la evolución de la casa rural donde vive, que ha incorporado un gallinero, huerto, vivero y ahora un establo para alpacas, por lo que Verdon cree que "la actitud de Dave Gurney ha cambiado gradualmente".