Correo
Lenguaje inclusivo
En el sistema gramatical español basta el uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos. La mención explícita del femenino sólo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto.
Resulta grotesca la utilización del "lenguaje inclusivo de género" en la prensa escrita o en documentos estatales, en los que es posible leer, por ejemplo: "todos y todas"; o más grotesco aun el uso de la palabra "todes" o del símbolo arroba, como aparece en la página web del Poder Judicial: abogad@, funcionari@.
La actual tendencia al desdoblamiento del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje, produce repeticiones que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y la lectura de los textos.
Tal lenguaje se funda en razones extralingüísticas teñidas de ideologías, a la que obedecen las instrucciones dadas por el ministro secretario general de la presidencia Nicolás Eyzaguirre en su oficio 934 del año 2016 sobre "consideraciones de género en la formulación de proyectos de ley".
Adolfo Paúl Latorre
Vacaciones en pandemia
Durante 2020 nos vimos obligados a generar una rápida adaptación de todo nuestro sistema de vida, desde cómo tuvimos que restringirnos en cuanto a movilidad y contacto físico, y la adaptación de nuestra propia intimidad para cumplir con el teletrabajo. En este contexto, vimos postergada nuestra gratificación, de corto y mediano plazo, así como también de instancias que llenasen nuestras expectativas, incluso, de cómo distraernos o descansar tras largas jornadas frente a un computador.
De esta forma, necesitamos contar con un espacio de merecidas vacaciones, focalizadas en hacer alguna actividad que nos guste y nos otorgue sensaciones positivas para posteriormente volver a enfrentar un nuevo año laboral.
Hoy está presente la pregunta respecto de cómo deberíamos vacacionar mientras aún nos encontramos en pandemia. Si bien hay respuestas variadas, es bueno abordar algunos conceptos básicos en torno a este descanso. En primera instancia, se puede mencionar que no existe una única forma de vivir este proceso, pero sí hay puntos en común, por ejemplo, el permitirse espacios físicos y de tiempo orientados únicamente a hacer una actividad que nos guste, ya sea leer un libro, seguir una serie o película o hacer actividad física, entre otras cosas.
Para aprovechar el tiempo, debemos contar con algún espacio físico que nos sirva para estar en calma, pudiendo utilizar los mismos lugares que ocupamos para trabajar, pero con una significancia diferente. Es fundamental que la zona a utilizar esté libre de implementos o documentación de trabajo y que los tiempos que manejamos, así como el ritmo de vida, lo desaceleremos al menos levemente.
Otro objetivo es aprovechar el tiempo para regularizar nuestro sueño, entendiéndose que hay que mejorar la calidad y no la cantidad de horas, que nos permitan familiarizarnos con una perspectiva funcional y constructiva de cómo desconectarnos del trabajo para comenzar a conectarnos con nosotros mismos.
Quizás este ejercicio no sea algo simple, pero así como gran parte de las adaptaciones que hicimos el 2020 apuntaron a una eficacia en los procesos, con el mismo esfuerzo e inteligencia podamos aprovechar esta instancia para descansar donde sea que nos toque pasar las vacaciones, pues lo cierto es que este merecimiento estuvo más que ganado.
Rolando Sepúlveda Académico Escuela Psicología Universidad de Las Américas
Comunistas y pasado oscuro
Muchas veces se ha dicho que si el comunismo sólo ha traído muerte y miseria al mundo, es porque ha sido mal aplicado. Si así lo fuera, lo lógico sería que los comunistas de hoy fueran los primeros en rechazar ese pasado tan oscuro. Pero no, hacen todo lo contrario: reivindican Cuba; la RDA y si fueran más cultos harían lo propio con Rumania o Albania; envían condolencias a Pionyang cuando muere un Kim y felicitan a Maduro cada vez que gana una de sus elecciones irregulares.
Esta pacífica convivencia con un pasado y un presente que han costado más de cien millones de vidas en los últimos cien años, debe seguir siendo un aviso a navegantes para todos aquellos que defendemos las instituciones democráticas, porque hay una cosa peor que cometer errores: no aprender de ellos.
Juan Lagos