Correo
DT para la "Roja"
Toda una gran diversidad de nombres de candidatos, según lo que se ha filtrado, serían los que han llegado a la ANFP para el puesto de DT de la Roja. Los hay de la vieja guardia internacional, exitosos, que los mirábamos de muy lejos y otros también con sueños frustrados e incompletos en el fútbol local, otros cesantes estratégicos, eternos estudiosos, con varios años solo mirando fútbol por la TV.
Tampoco han faltado los que por el solo nombre impresionan y que lo más probable, ni en la peor de sus pesadillas, mientras eran "top one", se les pasó por la mente entrenar alguna vez en Sudamérica.
Otros envían sus currículos sí ó sí a todo lo que se mueva, con recientes experiencias de "debut y despedida" en países, sin historia futbolística, pero mucho ojo, ya que algunos de estos eternos nostálgicos, en más de una ocasión, han terminado siendo contratados por países vecinos y, si me apuran un poco y hacemos recuerdo, en Chile también han dicho presente...
Pero tampoco se han querido restar los DT chilenos, por ejemplo, los eternos, los que siempre son nombrados, ante alguna crisis, pero nunca prosperan; o los que a pesar de no mostrar un presente auspicioso en el plano internacional en competencias de países vecinos y ni hablar en la local, igual, por carácter, por carácter y bueno por carácter, igual se (los) postulan (sus respectivos representantes) y podríamos seguir...
Como muestra citaré algunos nombres que se han filtrado: Benito Floro, Luis Felipe Scolari, Louis van Gaal, Sebastián Beccacece, Miguel Ángel Ramírez (no es cheíto), José Pékerman, Gerardo Pelusso, Hernán Crespo, Beñat San José, Robert Moreno, Pedro Troglio, Marco A. Figueroa, Jaime "el Pillo" Vera (propuesto por Arturo Vidal), por citar algunos.
¿Cree que alguno de ellos nos podría llevar a Catar "con lo que hay", como dijo el profesor Rueda?.
Luis Soler Milla
Matemática y viejito pascuero
A pesar de la vasta cantidad de fotografías del Viejito Pascuero, papeles y cintas de regalo, cartas describiéndole a él lo bien que nos hemos comportado, luces y decoraciones para los distintos tipos y colores de árboles de Navidad, me sorprende que los que ya vivieron la etapa de niñez sigan dudando de la existencia del personaje.
Sin embargo, la Matemática puede ayudarles a que vuelvan a creer en él. Para demostrar la inexistencia de nuestro personaje en escrutinio se han usado algunos cálculos, por ejemplo: si el Viejito tuviese que visitar a los 1.967 billones de niños de este planeta (de acuerdo a las estadísticas del Banco Mundial del año 2019), y considerando las 31 horas que dispone, gracias a las diferencias horarias y por ende a la rotación terrestre, y asumiendo que viaja de este a oeste y que todos los niños del planeta se han comportado bien, y que debe detenerse la misma cantidad de veces del total de niños del planeta-para repartir regalos, tendría que entregar 1.057.527 regalos por segundo.
Este solo cálculo es evidencia suficiente para negar la existencia del Viejito, pues la rapidez a la que él debería viajar para completar su misión equivaldría alrededor de 3.000 veces la rapidez del sonido, lo cual implica que deberíamos escuchar cierto boom supersónico, cosa que no sucede. Desde el punto de vista empírico, todo lo anteriormente descrito es correcto-asumiendo que el Viejito no es un ente cuántico capaz de estar en más de un lugar a la vez-, pero denota una sutil e importante diferencia entre una demostración científica y una Matemática. La primera, se basa en evidencia empírica para demostrar que no existe; por más que tratemos, no encontraremos evidencia empírica en nuestro mundo real acerca de la funcionalidad de la existencia del Viejito, y consecuentemente, aceptamos -desde esta vereda- la inexistencia del Viejito.
Pero, desde la Matemática, una demostración es diferente. Para las matemáticas y los matemáticos, el concepto de demostración matemática no se basa en el empirismo ni en observación natural, sino que en el método axiomático en el cual clásicamente ciertas proposiciones iniciales (axiomas) son aceptadas y usando deducciones lógicas, rigurosamente se demuestran otras proposiciones y sobre esta base siguen demostrando y concluyendo absolutos lógicos; esto hace que la Matemática sea tan poderosa y bella para algunos de nosotros.
Volviendo al Viejito, en términos de su existencia, la matemática Hannah Fry-en su libro: The Indisputable Existence of Santa Claus: The Mathematics of Christmas-estableció, entre muchas otras, las siguientes proposiciones: (i) un existente Viejito Pascuero existe o (ii) un existente Viejito Pascuero no existe, siendo una de ellas verdadera y la otra falsa.
La segunda proposición es claramente contradictoria, entonces el valor de verdad de esta proposición es falso; luego, el valor de verdad de la primera proposición es verdadero. Algunos dirán que hay un problema, pero el único problema lógico se produce al asumir a priori que el Viejito no existe, lo cual es problemático solo si se asume que el Viejito existe, lo cual no fue el caso. Quizás deberíamos concebir al Viejito Pascuero como una proposición Matemática.
Felipe Almuna Salgado, Instituto de Especialidades Pedagógicas, U. Austral de Chile, sede Puerto Montt