Un reporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha revelado un escenario preocupante en materia de equidad de género y el empleo no remunerado a propósito de la pandemia que se vive en el mundo desde marzo.

El informe señala que se pueden perder 25 años de avances en equidad de género por esta emergencia sanitaria.

El motivo de este panorama preocupante tiene que ver con que las mujeres han tomado cada vez mayor responsabilidad en las labores domésticas durante la pandemia, cuidando niños o asumiendo las labores del hogar. El número de mujeres empleadas tuvo un mayor retroceso que en el caso de los hombres; al final del primer semestre había 1,7 veces más mujeres sin empleo por cada hombre desempleado.

En América Latina esta diferencia crece a 2,1 veces; y, además, el informe prevé que 118 millones de mujeres caerán en situación de pobreza este año.

De acuerdo a la especialista Katherine Liepins, directora general de Vinculación con el Medio y Comunicaciones Universidad de Las Américas, estos datos recolectados en 38 países, "muestran cómo en nuestra región pareciera que la mujer tiene más responsabilidad en las labores del hogar que el hombre. La importancia de los derechos humanos es indiscutible, al igual que la equidad de género que, como vemos, aunque se defienda y se promueva, aún no se instala".

La profesional explica que el hecho que más mujeres salgan del mercado laboral para hacerse cargo de las labores domésticas de cuidado de niños o adultos mayores, representa no solo un retroceso para la equidad de género, sino para el desarrollo de las economías de los países en desarrollo como el nuestro.

La reflexión frente a este escenario es que hay que evitar el crecimiento del país dejando a las mujeres al margen.

En ese sentido, es fundamental que el género femenino sea protagonista en las políticas de empleabilidad que se aplican en país.

La cohesión social es el concepto que mide el nivel de consenso o el sentimiento de pertenencia de las personas respecto de un proyecto común y es en una cohesión firme donde surge el desarrollo para cada ciudadano en particular y, por lo tanto, de la sociedad en su conjunto.

La confianza que se deposita en las instituciones es el primer lugar donde la cohesión social se expresa. Es allí donde se estructura la vida en sociedad y se funda en una base mínima de consensos respecto de ámbitos diversos que van desde el sistema político hasta el económico, como asimismo la forma en que se imparte la justicia, que constituye una garantía básica en las relaciones entre personas.

Desde octubre del año pasado, a partir de permanentes ataques a la infraestructura pública y privada, junto con un avance sostenido del crimen organizado y el narcotráfico, se ha hecho evidente que la cohesión social se ha debilitado.

La desconfianza hacia las instituciones que deriva en la pérdida de la cohesión social se inicia cuando estas entregan señales equivocas que son percibidas por los ciudadanos como ajenas a la realidad y a su voluntad.

Casos de auto tutela, comienzan a presentarse con mayor frecuencia, debilitando la eficacia del sistema judicial. En este contexto, el poder Legislativo presentó proyectos de indulto a infractores de ley y una solicitud de indulto a los presos por delitos registrados desde octubre de 2019 -que van desde serios daños a la propiedad, hasta ataques con bombas incendiarias a personas-, también dan señales equivocas que la ciudadanía y en especial los jóvenes que entienden una normalización de la violencia como método de plantear posiciones de vida frente a sus conciudadanos.

Sin duda hay una responsabilidad de las autoridades que representan órganos del Estado en esta materia, los que en algunos con este tipo de señales afectan la vida de los ciudadanos que experimentan la falta de representación y, en algunos casos, la indefensión frente a acontecimientos que transgreden el Estado de Derecho.

La certeza en todos los ámbitos da seguridad a cada uno de los miembros de una sociedad, más aún en el ámbito jurídico, ya que sabedores de las normas que rigen nuestras conductas, sabremos de antemano las consecuencias que tendrán nuestros actos.

Evelyn Zóttele, Colegio de Abogados de Osorno