Correo
Convención Constitucional
La pandemia golpeó y muy fuerte a nuestra ciudad y el Estado en su rol de fomentar la actividad se verá puesto a prueba como pocas veces.
Dada la discusión constitucional que se nos apronta, me parece una inmejorable oportunidad volver a ciertos básicos necesarios que parecen olvidados y que a la izquierda radical tanto le incomoda, como es garantizar una base imponible justa que no asfixie, fomentar la innovación y promover el acceso a subsidios y créditos que permitan a las pymes llevar adelante sus proyectos.
La riqueza de Chile no se generó por "grandes grupos económicos" beneficiados supuestamente con regulación laxa, bajos impuestos o regalías de un Estado abusivo. Muy al contrario, ha sido precisamente el comercio que no ha podido abrir, las pymes que han cerrado o visto afectadas, el trabajador independiente o derechamente el emprendimiento, el que finalmente sostiene la economía.
Lamentablemente, es este grupo el que se ve afectado con políticas cada vez más estatistas influenciadas con la ideología de que en el emprendedor existe un enemigo a quien hay que derrotar y no un aliado que finalmente sólo favorece el bien común.
Carlos Oyarzún Concha
Atención primaria
El plan de reactivación en salud, anunciado por la Subsecretaría de Redes Asistenciales, es muy alentador y felicito la iniciativa, especialmente la "estrategia de cuidado integral", ya que uno de los grandes problemas que existe en la atención primaria de salud es que el peso de la atención recae fundamentalmente en el médico y no en el equipo de salud en su conjunto. Sin embargo, para que esta estrategia sea realmente efectiva y eficaz para el paciente, es necesario "liberar" las trabas y barreras administrativas que existen en la atención, como el impedimento de que las enfermeras puedan solicitar e interpretar exámenes de laboratorio, prescribir medicamentos de uso habitual en el caso de los pacientes con patologías crónicas o derivar oportunamente a los pacientes a la atención con especialistas en la atención secundaria. Sino se trabaja para eliminar estos obstáculos, se corre el riesgo de perpetuar el cuello de botella y la falta de resolutividad en la atención primaria que se produce al mantener aspectos relevantes de la atención centralizada en el médico, teniendo en cuenta que las horas médicas son escasas y están mayoritariamente copadas con consultas por problemas de salud agudos. Los sistemas de salud exitosos y que ponen al centro al paciente hace tiempo que han eliminado estos obstáculos y han implementado un sistema de delegación de tareas en base a competencias potenciando el trabajo interdisciplinario de todo el equipo de profesionales.
Consuelo Cerón Mackay, decana de la Facultad de Enfermería y Obstetricia, U. de los Andes
Vacunación de covid-19
Al 12 de noviembre la OMS declara que existen 212 proyectos de vacunas candidatas para prevenir SARS-CoV-2; de ellas 48 en etapa de validación clínica y 164 en preclínica. Actualmente 11 están en ensayos clínicos de fase III. Según encuesta Ipsos, los tres países con mayor intención de vacunación son China (97%), Brasil (88%) y Australia (88%). En general, la disposición mundial es más bien optimista y cree que una vacuna de uso masivo estará disponible pronto. Y en Chile, ¿cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a vacunarnos?
Si bien 7 de cada 10 chilenos, de acuerdo con estos datos, estaría dispuesto a vacunarse, sólo el 38% cree que la vacuna podrá estar disponible pronto. La preocupación del 52% está centrada en los efectos secundarios: 2 de cada 10 piensan que no sería efectiva, el 19% sigue pensando que no tiene riesgo de contraer covid-19 y de 10 personas, 2 no creen en las vacunas. Otras encuestas evidencian preocupaciones similares: disponibilidad, coste, efectividad, efectos secundarios y otros.
Necesitamos mejorar las estrategias de comunicación que generan resistencias a vacunarse. Se requiere levantar un interlocutor válido a nivel del Ministerio de Salud, trabajar con los equipos de las redes e identificar noticias falsas.
El deber del Estado es garantizar el acceso de grupos más vulnerables, evitar el uso político de ésta y evitar profundizar las brechas y la desigualdad social.
Cuando tengamos la vacuna, nos enfrentaremos a diversas posturas y ya será demasiado tarde para tratar de informar o revertir la desinformación.
Andrea Avaria, Loreto Fuenzalida, Nicolás Cifuentes y Daniela Toro