Bladimiro Matamala
El médico intensivista, académico, investigador y jefe de la UCI de la Clínica Indisa de la Región Metropolitana, Sebastián Ugarte, informó que cinco vacunas están en fase 3 en el mundo, ya en desarrollo de los estudios humanos que es la última etapa. Y tres tienen los resultados preliminares antes de concluir su proceso. Dos en Estados Unidos, BioNTech de Pfizer y Moderna, ambas elaboradas en base a una nueva tecnología que es utilizar una cadena de RNA mensajero genética del virus. Y hay otra vacuna que utiliza adenovirus, que está genéticamente modificado y tiene los códigos del virus para producir la proteína S, que se une a las personas y es fabricada en Rusia por el laboratorio Galateya.
"Las tres vacunas tienen sobre el 90 por ciento de efectividad, lo que es muy alto. En general las vacunas que ponemos, por ejemplo, contra la influenza, tienen efectividad no más allá de un 60 por ciento, así que es bastante buena y podría ser muy útil para luchar contra esta epidemia. Pero ninguna ha terminado los estudios. Tenemos la esperanza que se terminen pronto y, si es así, el próximo 2021 podríamos tener alguna de ellas en Chile, pero no a comienzos del año, sino cuando esté terminando el invierno probablemente", dijo.
-Los chilenos estamos esperanzados en que la vacuna llegue pronto, pero que también otorgue seguridad.
-La verdad es que todas las vacunas están teniendo efectividades muy similares, entre 92 y 95 por ciento y más, eso es bastante bueno, pero son números pequeños todavía de pacientes (20 y 95 incluso), pero necesitamos ver los resultados finales y lo que es muy importante, publicados en una revista científica y que puedan ser revisados por los científicos de todo el mundo para estar seguros. Porque de momento son sólo informaciones entregadas por las mismas empresas que fabrican esas vacunas.
-Un sondeo nacional realizado este mes indica que la población en Chile está un tanto reacia a vacunarse.
-El próximo año, en un contexto epidémico, podría ir acompañado de una gran cantidad de casos graves con necesidad de hospitalización, eso va a favorecer que recapaciten las personas que hoy están indecisas. Y creo que está determinado por las primeras noticias que hablaban de un par de pacientes que habían tenido enfermedades mientras formaban parte del estudio de la vacuna. Entonces, la preocupación es si esas enfermedades ocurrieron, como puede suceder en cualquier persona una enfermedad, asociada o no a la vacuna. Esa inquietud genera preocupación en la población, sobre todo si no tiene una formación científica para entender todo este detalle. Sin embargo, una vez que esté terminado el estudio, con todos los datos y estemos seguros, más allá de cualquier margen de duda razonable, que es una vacuna con escaso riesgo de que nadie presenta ninguna complicación y a la vez sea muy efectiva, que entrega un buen nivel de protección y que esté disponible, creo que la gente se vacunará, sobre todo si la epidemia se vuelve a desatar.
Cuarentenas
-¿Qué opina de estas cuarentenas prolongadas en Puerto Montt y Osorno, donde el enojo de autoridades, vecinos y comerciantes es evidente. ¿Sigue pensando que el confinamiento es la decisión correcta o hay otra opción?
-No, la verdad es que si uno ve que en un comienzo había un fuerte debate entre quienes planteaban que era necesario una cuarentena total en todo el país simultáneamente y prolongada para frenar la pandemia, como se hizo en Argentina, y otras personas que decían que había que adoptar poquitas cuarentenas, la verdad es que en mi opinión las cuarentenas más útiles son aquellas que se cumplen cien por ciento o sobre el 60 u 80 por ciento. Para esto se requieren cuarentenas que se apliquen precozmente al comienzo, cuando recién aparecen los primeros casos. Eso logra enfriar la epidemia y se aplica por un tiempo suficiente, que puede ser cuatro semanas, pero no más allá. Porque si se prolongan mucho en el tiempo, las personas ya no cumplen ese confinamiento como se desea. Y si la cuarentena se cumple en menos de un 80 por ciento, la verdad es que ya no sirve, termina siendo casi una penitencia larga y la epidemia sigue propagándose. Una situación muy extraña, porque no se logra el resultado y la gente se cansa. El secreto de las cuarentenas, para que sean efectivas, deben ser rápidas, aplicarse precozmente y no tan largas".
-Usted conoce muy bien la zona, ¿cuáles son los lugares que representan mayor riesgo de contagio de covid-19 en el sur?.
-Vemos que hay algunas regiones como La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos que tienen tasas de contagio muy importantes. Magallanes estuvo con bastantes problemas, Aysén tiene números elevados, Bío Bío igual, pero hay actividades más riesgosas cuando uno está en un sitio encerrado con más gente. Por ejemplo, si uno hace un asado en un quincho, bajo techo, puede ser peligroso, sobre todo si se reúne gente que no vive en la misma casa porque cada uno trae a veces su propio virus. Otros lugares encerrados como la compra en supermercados y otras actividades, hacer deportes de contacto es peligroso o participar en una fiesta con canto y baile. Lo que es menos peligroso es estar al aire libre, con mascarilla por supuesto. Uno puede tener actividades bastante sanas, ejercicios al aire libre, salir a caminar sin mucho riesgo y tratar de aprovechar estos meses que vienen, diciembre, enero y febrero e incluso marzo, donde debería haber un respiro para el sur. Pero probablemente en abril próximo no sería raro que volvamos a estar con un incremento de casos.
Fiestas de fin de año
-¿Cuáles son sus recomendaciones para cuidarse de un contagio de coronavirus en las fiestas de fin de año?
-Podemos hacerlas, pero diferentes, de hecho, este fin de año será distinto. La Navidad es una fiesta para los niños donde uno puede compartir en familia y eso no debería cambiar tanto. Hay que tener cuidado, eso sí, con los cubiertos y las copas, ventilar el hogar. Pero el Año Nuevo, que habitualmente es de baile, fiestas, abrazos y copas, tiene que cambiar este año. Sólo abrazos en la familia. Cuando uno bebe unas copitas demás se descuida un poquito y eso da la oportunidad al virus. Pero será sólo este Año Nuevo, porque el próximo, y si tenemos suerte, ya deberíamos tener vacuna y esta pandemia quedará en la historia de Chile.
Con la sencillez que le caracteriza, manifestó su cariño por Osorno. "La ciudad ha marcado un momento muy importante de mi vida, donde nacieron mis hijos. Envío un mensaje lleno de esperanzas a la gente del sur. Como chilenos saldremos adelante con la fuerza que tenemos", expresó el profesional.