El informe Cepal-Unesco "La educación en tiempos de la pandemia de covid 19" ha alertado a la comunidad internacional acerca del incremento de brechas existentes por la emergencia sanitaria, tanto en términos de acceso como de equidad y calidad, situación que afectará especialmente a los más vulnerables. Si bien es cierto que la interrupción del ciclo escolar presencial y su reemplazo por la educación a distancia ha sido una oportunidad para adaptarse a las nuevas condiciones e innovar en los sistemas de enseñanza, también puede acentuar las brechas educativas que ya existían antes de la pandemia, entre estudiantes en condiciones vulnerables y aquellos más aventajados en resultados de aprendizaje.

La Cepal y la Unesco han dado a conocer que la contracción de la actividad económica que se proyecta para Latinoamérica llama a poner atención en la necesidad de salvaguardar el financiamiento como una prioridad fundamental para proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje. Esos organismos han pronosticado que de no haber sido por la pandemia, el gasto educativo en el continente habría aumentado 3,6% de 2019 a 2020, pero dada la contracción económica, los recursos disponibles para la educación podrían disminuir más del 9% tan sólo en 2020, con consecuencias reales en el presupuesto que podrían observarse en 2021.

Por estos días, algunos países, entre ellos Chile, han comenzado a preparar las condiciones para que se produzca un regreso paulatino a clases, siempre que se cumplan medidas sanitarias esenciales. Los organismos internacionales han planteado que cada país tendrá que tomar las decisiones en virtud de que se cumplan condiciones especiales para que la vuelta paulatina a la normalidad no represente un riesgo para profesores y alumnos.

En la Región de Los Lagos, donde en todo caso aún hay varias comunas en cuarentena que hacen ver muy de lejos la vuelta paulatina a clases, la brecha educativa se ha hecho muy elocuente, dada las diferencias de conectividad entre los centros urbanos y rurales, asunto que debiese estar en el centro de preocupación de las políticas públicas.

Porque de ellos es el reino de los cielos. Pareciera que cuando Jesús pronunció esta frase, jamás imaginó cómo serían los niños del tercer milenio.

¿Y cómo son? Bueno, aparte de unos cuantos menores criados a la antigua, les petit enfants de hoy son para tenerles miedo. Y no es por pelar, pero ¿ha notado usted que a mayor progreso económico mayor producción de chiquillos mal educados?. Mucho four Wheel drive, pero los niños comen con la boca abierta, mucho viaje a Disney, pero las criaturitas hablan de la cintura pa'abajo, mucho internet, pero los nenes viven enfermos de lata.

¿Qué está pasando en Chile? Por supuesto, lo mismo que primero pasó en Estados Unidos y Europa: el desarrollo industrial y la liberación del corsé crearon la primera generación de estos little men with screaming voices. Luego la convención de Ginebra, la invención de la píldora y la revolución de las flores los alimentó con chicles y les permitió subirse arriba del piano. Más tarde, la tecnología y la igualdad femenina los crió entre nanas y computadores, a base de corn flakes y latas colas. Y hoy, la vida láser los tiene comiendo puras porquerías con los codos sobre la mesa, el exceso de información los tiene al borde del colapso imaginativo, la libertad de culto en el principio del terrorismo y el abuso de sensaciones al filo de la drogadicción. Aún más, nuestras inocentes criaturitas juran que la disciplina es una estrategia del Ejército y la palabra no, modismo de viejos retrógrados.

Y todavía nos quejamos... Si el mundo está patas arriba es porque nosotros lo dimos vuelta. Porque esa niñita que miente mañana será abogado, ese niño cruel con los animales mañana será médico, esa criaturita insolente mañana será juez o ese parvulito que hoy come con la boca abierta mañana puede ser legislador.

A propósito de educación infantil y de las palabras del ministro del Interior en el caso niños baleados: "Niños que tienen sueños por cumplir". ¿Qué puede hacer Carabineros por evitar la violencia de estos "pequeños soñadores" que deambulan libres por la calle con un gran prontuario, asaltando, quemando, robando y violando... ¿usted qué cree?

Vivian Arend