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Crisis

La situación en la comuna de Purranque es similar y decenas de comerciantes han visto mermados sus ingresos e incluso varios están al borde del cierre, porque les ha afectado enormemente tener cerrado durante la cuarentena.

Así lo comentó el presidente de la Cámara de Comercio de Purranque, Víctor Hugo Álvarez, quien señaló que los 200 asociados de esta organización se mantienen en espera de que las autoridades levanten la cuarentena para comenzar a funcionar con relativa normalidad.

"Hemos tratado de salir adelante, algunos individualmente y otros colaborándose mutuamente. Como no circula gente en la calle, las ventas han bajado y en comunas el comercio funciona con las ventas del día a día, como es el caso de los pequeños negocios. Hay otros comerciantes con locales más grandes que han tenido que despedir gente ante la imposibilidad de tenerlos, ya que generan menos ingresos", explicó Álvarez.

Agregó que en la comuna han sido fiscalizados por personal de la Autoridad Sanitaria para que funcionen los locales que tienen autorización y que cumplen con las medidas protocolares establecidas. Los han dejado trabajar con sus productos, pero vendiendo prácticamente desde la entrada de los negocios.

"Las autoridades deberían ser más flexibles, porque saben que todos necesitamos trabajar para generar ingresos, porque estamos en una situación complicada. De seguir así, varios tendrán que cerrar sus puertas", advirtió.

Patricio Arauz, dueño del restaurante "El Comilón" de Purranque, dijo que tuvo que despedir a los cinco trabajadores que tenía y que junto a su señora están realizando preparaciones a domicilio para generar recursos.

"Llevamos bastante tiempo cerrado, por lo que tuvimos que buscar la fórmula para generar ingresos y por ahora estamos con delivery. La gente se ha portado bien con nosotros, porque tenemos buenos pedidos, aunque las ventas han disminuido en 40% aproximadamente", apuntó el empresario gastronómico.

Restricción

La realidad que se vive en San Juan de la Costa es aún más compleja, porque desde que comenzó la pandemia tienen un cordón sanitario que funciona en el sector de Carrico, en la ruta U-400, que impide el ingreso de personas que no sean de la comuna.

Si bien el rubro de la gastronomía es que el que más ha sufrido con esta pandemia, dado que no han podido abrir sus puertas, los pequeños comerciantes también han visto descender sus ingresos, porque al no ingresar turistas, su clientela sólo se reduce a personas que viven en las localidades como Pucatrihue, Maicolpué o Bahía Mansa.

Óscar Herrera, dueño de la ferretería "El Ancla", que se ubica en el cruce de Bahía Mansa, dijo que las ventas han bajado en 70 por ciento, porque sus clientes son sólo de la zona y ni siquiera quienes tienen segunda vivienda en el litoral pueden ingresar de manera normal.

"Muchos aprovechan esta fecha para arreglar sus casas, pero como los permisos son restringidos, no pueden hacer sus trabajos y eso ha repercutido en mi rubro. La situación es delicada y estamos con incertidumbre, porque no sabemos cuándo comenzará a mejorar la situación", sostuvo el comerciante costero.

"Nos vimos en la obligación de visibilizar la realidad que estamos viviendo y nos gustaría que la cuarentena termine".

Néstor Fuentes, Presidente de la Cámara de Comercio Río Negro

200 comerciantes aproximadamente reúne la Cámara de Comercio de la comuna de Purranque, quienes viven momento complejos por el confinamiento impuesto por Salud debido al covid-19.

8 meses aproximadamente lleva instalado el cordón sanitario en Carrico, en la ruta U-400, el cual impide el paso de turistas a la comuna de San Juan de la Costa.

50 asociados aproximadamente tiene la Cámara de Comercio de la comuna de Río Negro, donde varios están en peligro de cerrar debido a las casi nulas ventas durante la cuarentena.