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solventar las deudas acumuladas.
Estos mismos altibajos los han padecido los garzones, acostumbrados a un entorno sociable. El gremio sigue a la expectativa sobre cómo será su retorno, tomando en cuenta que una vez llegue el momento de reapertura de recintos, la concurrencia de usuarios será menor.
En medio del encierro que ha tocado vivir por estos días, salen a flote muchas añoranzas de los tiempos donde podían interactuar sin problemas. No obstante, en algunos casos optaron por no detenerse, ayudarse con ahorros, así como buscar alternativas con el objetivo de recibir ingresos hasta que la tormenta pase.
Periodo complicado
Un año antes de que comenzara la pandemia, los empleados del restaurante Bávaro, ubicado entre Mackenna y la nueva avenida Mackenna, estuvieron cerca de dos meses sin actividades a raíz de un incendio que provocó daños en un 40% de la estructura.
A ese 2019 le siguieron otra sucesión de hechos complejos, como el corte de agua en la comuna que se extendió por 10 días, en julio, y posteriormente el estallido social en octubre.
Aunque en ese momento para Enrique Carrasco se trató simplemente de episodios difíciles, se agravarían desde marzo. A partir de ese mes, la empresa decidió acogerse a la Ley de Protección del Empleo y empezó un largo periodo de "pausa", algo sin precedente en los 27 años que lleva formando parte de este equipo, 14 de cocinero y 13 de garzón.
"Volver a fase 1 (cuarentena total) es como un balde de agua fría porque estábamos viendo la luz al final del túnel. Uno no se puede mover, el sistema económico acá en Osorno se estanca, todo se vino para abajo. Es deprimente, vienen todos los fantasmas de nuevo", manifestó el reconocido y afable trabajador.
Junto con él, laboran otras tres personas dedicadas a la atención, cuatro cocineros, una cajera y una administradora. Un 80% de ellos tiene años en sus cargos. En su caso, ha obtenido grandes logros gracias a su esfuerzo, como el haber terminado de pagar su casa.
Por esa razón, siente que ha sido llevadera la carga, sumado al apoyo que ha recibido de sus jefes en este tiempo.
"Gracias a Dios estamos recibiendo algo. Siempre se han preocupado por nosotros y nos envían un anticipo, somos afortunados de tener buenos empleadores porque están pendientes de nosotros, siempre preguntan por la familia. La mayoría tenemos ya 47, 48 ó 50 años de edad, bastante antigüedad en la empresa, nuestros bienes, niños grandes. Eso ha hecho que esto sea más liviano", consideró.
El seguro de cesantía y el 10% que retiró de la AFP le ha permitido seguir subsistiendo. Desde la administración de la cadena Bávaro, ubicada en Santiago y con varios locales en el país, iniciaron recientemente otras gestiones para que sigan respaldados por este beneficio.
Sin embargo, más allá de las ganancias, ansía interactuar con los clientes, con quienes ha construido relaciones sólidas durante sus años en este oficio. "Extraño mucho socializar, el tener libertad para hacer muchas cosas. Estoy en un buen empleo. Hay harta gente de campo, dueños de fundos, gente que va a almorzar por los menús. Cuando tienes tanto tiempo, se crea una amistad muy cordial", aseguro.
Si bien cree que a la gente le costará retornar a los restaurantes, confía en que todos han recibido la capacitación adecuada en temas de higiene para adaptarse a los protocolos sanitarios. Además se construyó una terraza a la espera que pronto la comuna pueda volver a fase 3 e ir avanzando progresivamente.
"Una de las cualidades que tenemos es la higiene, contamos con normativas internas que se encargan de todos estos temas, que nos hacen estar preparados para cualquier tipo de situación", indicó.
Sin eventos
En un contexto donde los restaurantes están cerrados y muchos trabajadores han quedado cesantes, aquellos que se dedican a eventos atraviesan circunstancias aún más oscuras. Al no tener contrato y enfocarse exclusivamente en actividades, no cuentan con ingresos permanentes ni acceso a beneficios como el seguro de cesantía.
Así le ha sucedido a Angélica Aburto, quien hace 20 años se dedica a atender en distintas iniciativas que se llevan a cabo entre Frutillar y Osorno.
Pese a que la dinámica es variable, asegura que -antes de este 2020- nunca le faltó trabajo.
Como garzona estuvo diez años participando en convocatorias con el banquetero Ricardo Aguilar, en un restobar, en los Clubes Alemanes de Osorno y Frutillar; en este último se desempeñó en 2019 en varias facetas, incluido el restaurante.
El 7 de marzo comenzaron las cancelaciones y dejó de tener llamados por la situación sanitaria.
"De repente uno se enferma, entonces también se producen gastos. Yo soy ahorrativa y pude guardar un poco de plata del verano. Con eso subsistí hasta ahora, pero ya no queda plata. Mi pareja ha estado enfermo, tuvo una pancreatitis, así que ahí estamos los dos en casa", relató.
De igual forma se ha sostenido con el monto obtenido de los fondos previsionales, tratando de gastar lo mínimo. "Es la primera vez que estoy inactiva tanto tiempo. Siempre estoy ocupada todo el año, no todos los días, pero generalmente hay temporadas que hay un cóctel, una cena, un cumpleaños, coffee break de repente en empresas. Ahora estos meses no se puede. Es duro porque no hay imposiciones, no me pude acoger a la Ley de Protección del Empleo, en esto es el día trabajado y te pagan", explicó Aburto.
El panorama la ha afectado doblemente, debido a que también organizaba eventos que le permitían dar empleo a sus compañeros.
En vista de que no hay un plazo de regreso en el rubro gastronómico, comenzará a vender panes de pascua, galletas, entre otras opciones de repostería para no agotar su dinero.
"Uno no se puede mover, el sistema económico acá en Osorno se estanca, todo se vino para abajo. Es deprimente"
Enrique Carrasco, Garzón
"Yo soy ahorrativa y pude guardar un poco de plata del verano. Con eso subsistí hasta ahora, pero ya no queda plata"
Angélica Aburto, Garzona
20 años dedicada a este oficio tiene Aburto. La mayoría de las veces se desempeña en eventos particulares o de empresas.
14 años estuvo Enrique Carrasco como cocinero en el restaurante Bávaro. Ahora, es garzón.