Los independientes
Un chileno independiente, sin recursos para hacer campaña y además desconocido, pero que quiera estar en la constituyente, deberá sortear varias barreras de entrada. Deberán competir contra partidos que apoyan financieramente las campañas de sus candidatos y movilizan sus estructuras en favor de ello. Además, deberán competir con personajes conocidos de la farándula y que accederán fácilmente a cupos para ser candidatos. O deberán, eventualmente, cumplir con algún requisito para acceder a escaños reservados que probablemente ya ciertos grupos de interés tendrán asegurados y asignados.
Considerando las enormes barreras mencionadas antes y que se espera que la constituyente se conforme mayormente de ciudadanos independientes, quizá sería bueno recordar como decía Montesquieu: "El sorteo es una manera de elegir que no ofende a nadie; le deja a todo ciudadano la esperanza legítima de servir a su patria".
Jorge Gómez Arismendi
Nueva oportunidad
Chile, a través de una participación significativa de votantes, demostró una vez más que es capaz de decidir y manifestar su opinión de forma pacífica, a través de las urnas, con un triunfo indiscutible, macizo por la opción apruebo, que se alcanzó este domingo en uno de los procesos más importantes de los últimos 32 años, que marca el inicio de un nuevo camino a través de la formulación de una nueva Constitución.
Será fundamental plasmar en ella los cambios urgentes, para dar un nuevo marco que regule el acceso a nuestros derechos básicos, un reconocimiento real para los pueblos originarios y el respeto por los derechos humanos de las personas, entre algunas de las demandas transversales que anhela la ciudadanía. También es relevante considerar que nadie quiere a los mismos políticos que han vivido del Estado durante las últimas décadas, sino constituyentes en paridad de género, que representen a todos los habitantes. La democracia nos ha dado una nueva oportunidad para dialogar, participar, encantar y sacar lo mejor de nosotros, para entregar un país más justo equitativo y humano.
Marcelo Chávez Galleguillos
Porvenir amenazante
La regla del quórum de dos tercios para aprobar las normas de la Nueva Constitución (art. 133 CPR) no asegura, como aparenta, que la nueva Carta Fundamental plasmará acuerdos mayoritarios. Por el contrario, conlleva un gravísimo riesgo.
Si en la próxima elección de Convencionales Constituyentes los sectores de izquierda obtuvieren dos tercios o más de los 155 ciudadanos que integran la Convención Constitucional, la actual institucionalidad que nos rige podría ser desmantelada y sustituida por otra colectivista, igualitarista y estatista.
El sector político que obtenga un tercio más uno de los Convencionales tendría poder de veto sobre las normas propuestas por el otro sector.
Así, si los sectores de derecha obtuvieren un tercio más uno de los Convencionales, los sectores de izquierda no podrían imponer preceptos que afecten derechos o garantías que son esenciales o irrenunciables para los primeros o viceversa. El gravísimo problema es que las normas que no alcanzaren los dos tercios de los Convencionales no quedarían incorporadas en el nuevo texto constitucional y pasarían a ser materia de ley ordinaria, las que sólo requieren mayoría simple para su aprobación.
Lo anterior, en la práctica, significaría que no tendríamos una verdadera Carta Fundamental que establezca las bases del ordenamiento jurídico y que tenga primacía sobre las normas de rango inferior.
Adolfo Paúl Latorre
Sostenibilidad empresarialLa sostenibilidad de las diferentes actividades que realiza el ser humano es uno de los principales desafíos de nuestros tiempos. A estas alturas, ésta ya debería estar integradas como uno de los principales focos en toda organización, sin importar el ámbito o industria.
La búsqueda de soluciones que respeten el medio ambiente, que permitan hacer prosperar a diferentes sistemas, va más allá de las normativas que deben regular y establecer mínimos para quienes trabajan en las diferentes industrias que tienen externalidades negativas. Debemos, como país, ser capaces de potenciar la innovación científica y tecnológica, privada y pública, que permita conservar y recuperar nuestros paisajes y ecosistemas.
Nuestra larga y diversa geografía nos demanda tener la capacidad de adaptar los recursos de protección: desde el fino aire de nuestro altiplano, hasta los recónditos fiordos del sur. Ahí donde esté presente la actividad humana, debe considerarse también el respeto y la búsqueda de mantener el equilibrio natural.
Luis Andrés Sepúlveda