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Pergoleras de cementerios viven días complejos por la cuarentena y covid-19

CRISIS. A la mala situación generada por la pandemia se suma el anuncio de cierre de los camposantos este fin de semana, fechas clave en las ventas del año. Subsisten con arreglos florales a pedido.
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Sergio Silva Vásquez

Un arreglo de 10 mil pesos fue la ganancia que logró ayer Noemí Hernández, comerciante de flores por 48 años en la pérgola ubicada en las afueras del Cementerio Católico, en la calle Eduviges.

La esforzada mujer llegó hasta el local cerca del mediodía para entregar un arreglo floral que un cliente le solicitó tras contactarla por teléfono. Ella y sus colegas del recinto no han podido generar ingresos debido a la cuarentena que rige desde el sábado 3 de octubre.

"Esta pandemia nos ha golpeado mucho, primero fue para el Día de la Madre, ahora para este fin de semana del 1 de noviembre, donde no se abrirá el cementerio (…) en todo caso, el recinto ha estado cerrado por la cuarentena y sólo abre para los funerales. Hemos enfrentado meses muy críticos y lo más difícil es que las deudas ya no me dejan dormir. Es complejo nuestro panorama", manifiesta esta pergolera, mientras toma un trozo de papel higiénico para secarse las lágrimas.

Crisis

La venta de flores y arreglos no es considerado un rubro de primera necesidad, por lo que ella y las demás trabajadoras de la pérgola deben mantener cerrados sus locales hasta que termine la cuarentena.

"¿Quién nos ayuda?, nadie, y nos permiten seguir trabajando. Uno va al supermercado y se encuentra que venden flores, eso nos afecta económica y anímicamente, no hay piedad para nosotras. Además, no podemos hacer grandes pedidos de flores porque no se venden y después las perdemos. Aquí somos cuatro comerciantes y todas estamos con el mismo problema", relata.

Noemi Hernández agradece a sus clientes tradicionales que no se han olvidado de ella y le mandan hacer algún adorno floral, los que tiene listos para entregar en menos de diez minutos.

Jessica Pailapán trabaja hace 4 años en la pérgola ubicada en las afueras del Cementerio Municipal de Rahue Alto, en calle El Salvador. Siguió la tradición de su madre y manifiesta que ha sido complejo el escenario en estos meses.

La comerciante de flores llega cerca de las 9.30 horas a su local desde la Villa Los Álamos, por la ruta U-22, donde mantiene un pequeño stock de arreglos florales. Reconoce que la venta bajó considerablemente en este tiempo de pandemia.

"Si no fuera por los funerales, nuestro panorama sería malísimo. Aquí se registran a la semana varios servicios fúnebres y con la venta de los arreglos podemos salvar la jornada, pero está complicada la cosa. Además, viene mucha gente a preguntar por el tema del cementerio y los días en que abrirá, pero ya se sabe que para este fin de semana estará cerrado. A ello se suma que estamos en cuarentena, por lo que nadie anda en o no debería andar en las calles. Ahora, si levantan la cuarentena podríamos tener un repunte en las ventas con las visitas al cementerio. Pero hay que resignarse y cuidarse, que es lo principal", indica la pergolera.

Cierre de cementerios

El 31 de octubre se celebra el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes en Chile y el 1 de noviembre el Día de Todos los Santos, fechas de alta convocatoria en los cementerios. Pero la semana pasada el Ministerio de Salud informó que los camposantos no abrirán en ambas fechas en el país.

"En el marco de estado de pandemia que tenemos actualmente, las autoridades a nivel central informaron que los cementerios permanecerán cerrados los días 31 de octubre y 1 de noviembre, donde se celebra o se conmemora el Día de Todos los Santos. La idea es evitar aglomeraciones que podrían incidir en el aumento de contagios", indicó Marcela Cárdenas, seremi (s) de Salud de la Región de Los Lagos.

Este jueves se determinará si la comuna de Osorno sigue o no en cuarentena por 7 días más.

Avistan una ballena franca austral junto a su cría en San Juan de la Costa

FAUNA. Sernapesca hará seguimiento para asegurar que estén fuera de peligro.
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Mientras funcionarios de Sernapesca certificaban el desembarque mantarrayas en la caleta de Bahía Mansa, San Juan de la Costa, recibieron el aviso de la presencia de ballenas a pocos kilómetros del lugar, en la playa de Maicolpué.

Con el apoyo de la Alcaldía de Mar y de los pescadores artesanales se trasladaron hasta el lugar para verificar que los mamíferos estuvieran fuera de peligro, ya que se encontraban a 100 metros de la orilla, con posible riesgo de varar.

Uno de los funcionarios, biólogo marino de profesión, al observar detalladamente confirmó que se trataba de una ballena franca austral (Eubalaena australis) con su cría.

"Es normal que estas ballenas cuando se encuentran junto a sus crías, se introduzcan en las bahías o en sectores de baja profundidad para descansar y amamantar. De preferencia se detienen en lugares protegidos y por lo general con poca corriente", aseguró Andrés Muñoz, encargado de oficina de Sernapesca en Osorno.

La ballena franca austral del Pacífico sur oriental (subpoblación chileno-peruana), se encuentra en peligro crítico de extinción. Estudios nacionales estiman que podrían quedar entre 8 y 10 ejemplares hembras reproductivas; y a pesar de que es esperanzador ver el nacimiento de una nueva cría, es también desolador conocer cómo, durante la época de la caza indiscriminada durante el siglo pasado, su población llegó casi a la extinción, justamente por su predilección por circular en las cercanías al borde costero.

El único depredador natural de este gigante del mar son las orcas, sin embargo, la actividad humana las ha llevado al borde de la extinción.

Es por ello que el 22 de octubre funcionarios de Sernapesca, en conjunto con la Autoridad Marítima, ingresaron al agua en una pequeña embarcación en el sector de Estaquilla, donde fue avistada nuevamente la madre junto a su cría por los vecinos del sector y dieron aviso a Sernapesca. Los fiscalizadores revisaron desde una distancia prudente que los ejemplares no estuvieran enmallados con redes fantasmas.

Sernapesca continuará con el seguimiento para asegurar que estén fuera de peligro en su viaje al sur, además estarán en coordinación con los funcionarios de las demás oficinas de Aysén y Magallanes.