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Erdogan llama a boicotear productos franceses y vuelve a atacar a Macron

CONFLICTO. Pakistán, Emiratos Árabes y Arabia Saudí respondieron al llamado del presidente de Turquía, quien comparó a los musulmanes en Europa con los judíos antes del Holocausto. Alemania, Italia y Austria solidarizaron con el presidente francés.
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La ofensiva contra Francia encabezada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se intensificó con su llamado a no comprar productos franceses, mientras que París apuesta por ahora por mantener una posición discreta.

La defensa de la libertad de expresión, incluso publicar las caricaturas de Mahoma, que Macron realizó tras el asesinato del profesor de Historia, Samuel Paty, por mostrar esos dibujos en una clase, le significó al presidente francés una ofensiva recomendación de "terapia mental" por parte de Erdogan, que ahora se agravó con el boicot.

Erdogan reaccionó así a lo que describió como "un ataque a gran escala contra el islam" en Francia. "Ya que allí pidieron no comprar bienes turcos, yo hago un llamado a mi pueblo: no compren bienes franceses", dijo Erdogan en un discurso, aunque en Francia no ha pedido ningún boicot de ese tipo contra productos turcos.

El llamado se expandió por las redes sociales en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que se registraron protestas en Turquía y la Franja de Gaza y se planean otras en Pakistán y Bangladesh. Además, la Universidad de Qatar canceló la semana de cultura francesa y Jordania manifestó a París su "extrema decepción" por la exhibición de las caricaturas en el contexto de la muerte de Paty.

Acusan "islamofobia"

"La islamofobia se expande en Europa como una peste. Todos los días, los lugares de trabajo y las escuelas de musulmanes sufren ataques racistas y fascistas. No hay día que no tengamos noticia de un templo musulmán atacado", aseguró el mandatario turco.

Agregó que "estos ataques han empezado en Francia por provocación de un líder que necesita un control sicológico. En muchos países occidentales, las injusticias contra musulmanes se han vuelto rutina. Son literalmente fascistas, sonis literalmente un eslabón en la cadena nazi".

"Recordamos muy bien los crímenes contra la humanidad cometidos hace 80 años contra los judíos, y hace 25 años contra nuestros hermanos en Srebrenica, en Bosnia", remató haciendo una extraña analogía.

"Llamo a los cristianos, llamo a los judíos: cuando atacan vuestra religión, la protegemos. Ahora, los musulmanes en Francia están oprimidos: unámonos para protegerlos, todos juntos", insistió Erdogan. Dentro de los países que se han sumado a la cruzada de Erdogan, está Pakistán que convocó al embajador francés, Marc Baréty, para transmitir su preocupación por las "blasfemas" caricaturas del profeta Mahoma defendidas recientemente por Macron.

"Los comentarios irresponsables del presidente francés han añadido combustible al fuego. Nadie tiene el derecho de herir los sentimientos de millones de musulmanes con la excusa de la libertad de expresión", dijo el ministro de Exterior, Shah Mahmood Qureshi.

Además, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, escribió a Mark Zuckerberg para que prohíba los contenidos "islamófobos" en la red social.

Ambos son rivales

En Francia, la serie de ataques de Erdogan contra Macron se han interpretado como un ajuste de cuentas después de una serie de choques recientes entre ambos países: apoyan a bandos distintos en la guerra civil libia y en el conflicto de Nagorno Karabaj, además del firme apoyo de Macron a Grecia y Chipre por las prospecciones turcas de hidrocarburos en aguas disputadas del mar Egeo.

Macron, aseguró que "nada nos hará retroceder" en la defensa de las libertades en las que se basa la democracia francesa. "No aceptamos nunca los discursos de odio y defendemos el debate razonable".

Los jefes de Gobierno de Alemania, Italia y Austria, entre otros, han solidarizado con el presidente francés, así como el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien consideró "inaceptables" los dichos del presidente turco.

El gobierno francés planea un proyecto de ley que pretende extirpar lo que Macron llamó "separatismo islamista", que según él ha creado una cultura paralela en Francia, una que rechaza las leyes y normas francesas. Al tiempo que culpó de este separatismo al brutal pasado colonial de Francia en África del Norte, fue citado diciendo que el islam es "una religión que está en crisis en todo el mundo" y que las posturas musulmanas son "radicalizadas".

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que "los comentarios dirigidos por el presidente Erdogan al presidente Macron son inaceptables. Las invectivas personales no ayudan a la agenda positiva que la Unión Europea quiere mantener con Turquía.

Irán advierte

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, advirtió que insultar a los musulmanes y a sus figuras religiosas "solo alimenta el extremismo", en respuesta a las declaraciones del presidente Macron que además cerró una mezquita. "Insultar a los 1.900 millones de musulmanes y a sus santidades por los abominables crímenes de tales extremistas es un abuso oportunista de la libertad de expresión", dijo Zarif. El diplomático iraní subrayó que ese tipo de declaraciones "solo alimenta el extremismo". Zarif también señaló que los musulmanes son "las principales víctimas del 'culto al odio" que, a su juicio, fue potenciado por los regímenes coloniales.

Biden arremete contra Trump y califica a Rusia como la mayor amenaza para EE.UU.

ELECCIONES. El candidato demócrata dijo que el presidente se rindió en su lucha contra la pandemia. Desde Moscú lamentaron sus palabras de "odio".
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Estados Unidos está a puertas de definir su próximo presidente y 60 millones de estadounidenses ya votaron por anticipado. Durante los últimos días se han registrado extensas filas de personas que esperan para sufragar y la participación adelantada ya supera la votación anticipada que se registró en 2016.

Hasta ahora, las encuestas posicionan al candidato demócrata, Joe Biden, como el que lidera las preferencias, excepto en el estado de Florida a donde viajará este jueves para intentar destrabar el empate entre él y el presidente Donald Trump que calculan los sondeos.

Una encuesta publicada ayer por la cadena CBS indica que 50% de los probables votantes en este estado prefieren a Biden y 48% a Trump, una diferencia que entra dentro del margen de error de la encuesta.

Además, ambos candidatos mantienen fuego cruzado tras dichos de Biden en que asegura que Trump se rindió ante la crisis sanitaria desatada por la pandemia, en reacción a la declaración del jefe de gabinete de la Casa Blanca en la que reconoció que no podrán controlar los contagios, sino adoptar una estrategia de mitigación.

"Fue un reconocimiento sincero de cuál ha sido claramente la estrategia del presidente Trump desde el comienzo de esta crisis: ondear la bandera blanca de la derrota y esperar que, al ignorarla, el virus simplemente desaparezca", dijo Biden en un comunicado.

El presidente Trump respondió ayer desde su recorrido por Pensilvania en el contexto de las elecciones, que no se rindió y que "definitivamente estamos dando vuelta la página".

Rusia es una amenaza

En paralelo, Biden también está en medio de la polémica por asegurar que Rusia es el país que más "amenaza la seguridad" de Estados Unidos.

"Creo que la mayor amenaza para Estados Unidos ahora mismo, en el sentido de romper nuestra seguridad y nuestras alianzas, es Rusia", dijo a CBS News y agregó que considera que China es el mayor competidor contra EE.UU.

La afirmación de Biden desencadenó rápidamente una respuesta del Kremlin negando la acusación. "Eso no es así en absoluto. Estamos en total desacuerdo. Solo podemos lamentar que de esta manera se imponga un odio absoluto hacia Rusia y que se posicione a nuestro país como un adversario", señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.