Secciones

Amistad, pensiones y mundo universitario en un puerto

"Un amigo es una niebla" (Overol) es la segunda novela breve de Nicolás Campos Farfán. En ella, evoca su juventud como estudiante a comienzos del siglo XXI.
E-mail Compartir

Novela de campus se les llama a las novelas ambientadas en las universidades, subgénero principalmente desarrollado en países anglosajones, donde los campus son ciudades en sí mismas. Valparaíso, que ha recibido muchos adjetivos, recibe también el de ciudad universitaria, en tanto tiene tres planteles estatales que distribuyen sus sedes en el plano y en los cerros. Los estudiantes son un motor económico fundamental también para la oferta de alojamiento y diversión.

Quizás la universidad que más concentra su mundo en un lugar específico es la Universidad de Playa Ancha, por su ubicación en el cerro más grande de Valparaíso. Allí ocurre la trama de "Un amigo es una niebla" (Overol), la segunda novela de Nicolás Campos Farfán (1983). Debutó en el género con "La distancia" (Contracorriente, 2013), que muestra a su alter ego volviendo a Quintero, donde están las raíces familiares. Publicó también los cuentos "Te convertirás en un extraño" (Los perros románticos, 2018). Y hace unos meses publicó el e-book de poesía, "Vocoder" (Jámpster).

Ya había aparecido la UPLA en "Estrellas muertas", estremecedora novela de Álvaro Bisama que mostraba la vida de dos estudiantes que viven en condiciones precarias. Hace unos meses apareció "El faro" de Felipe González, que también comparte el mismo sub-mundo.

"Un amigo es una niebla" relata la vida de tres personajes que no conocen Valparaíso y llegan a estudiar allí filosofía:

"Ahora somos parte de una universidad cuyos estudiantes, casi sin excepción y partiendo por nosotros, no nos parecen gran cosa: puntajes bajos en la Prueba de Aptitud, punks, más punks, vagos, viejos, previsibles hippies y comunistas, o algunas mezclas entre estas opciones". También se narran episodios de profesores que hoy se consideran inaceptables.

El arco de las aventuras sentimentales y vitales de los protagonistas es la carne de la narración. Lo completan poéticos instantes de Valparaíso. Así, pueden quedar encerrados en un block donde afuera los esperan para asaltarlos, mientras dentro hablan de sus casas con estrafalarias decoraciones artísticas. "Todos los personajes están en lugares de paso. Un Valparaíso de paso. Todos están en el centro, no están en casas patrimoniales: las pensiones son horribles", explica el autor.

"Un amigo es una niebla" puede leerse como un homenaje a la amistad pasada, en pensiones "con vista" a nada. Mientras, el narrador se espía a sí mismo y a los demás. "El libro se trata de los amigos. La amistad es rara, furtiva, no tiene razones muy claras", dice el autor.

-¿Qué te llevó a trabajar con la amistad?

-Quería hacer un libro basado en fiestas. En el libro anterior había una fiesta súper larga que me gustó escribir. Retratar fiestas decadentes, momentos crepusculares de gente medio botada.

-La novela funciona omitiendo cosas, como las razones para estudiar en Valparaíso del protagonista. ¿Puedes recordar qué pensabas cuando te viniste tú a estudiar filosofía?

-Yo no sé qué esperaba de verdad. Me metí a una carrera de la que no sabía nada. La Filosofía casi no existe en los colegios, fui a un colegio católico que tenía un profesor de Filosofía que hablaba más de Religión que de filosofía y eso pasa con un montón de carreras. La gente no tienen ninguna noción, es súper brutal vivir con los papás y estudiar en un colegio católico para irse a estudiar solo. Uno llega a un montón de descubrimientos. Pasan demasiado cosas.

-¿Por qué crees que se han escrito tantos libros de la vida en la UPLA?

-Es increíble. De poesía hay más libros. Es absurdo: no existen libros de la Universidad de Valparaíso. La UPLA y varias universidades son un menjunje cultural súper llamativo, como un agujero negro de tendencias políticas y culturales súper recicladas. A su vez, es un espacio de odiosidad grande. Tiene códigos culturales que venían de los setenta. Valparaíso también es así, una mezcla extraña. En Valparaíso ser snob es más aceptado. Hay personajes que son posibles en Valparaíso y ningún otro lado. Hay anacronismo, cosas pasadas de moda. En Santiago todo eso no tiene validez.

-Del tiempo narrado en esta novela han pasado más de 15 años. ¿Cómo ves a Valparaíso ahora?

-Lo veo igual, porque voy muy poco. Va a ser fuerte cuando de verdad cambie. Valparaíso es como un Nueva York viejo, todo derruido, destruido. Como en los documentales de los Sonic Youth jóvenes. Todos esos lugares que después arrasaron y los hicieron edificios nuevos. Va a ser súper raro cuando eso pase.

-Escribiste con cariño de los protagonistas.

-El cariño es nostalgia hacia una época, eso no es un efecto calculado. Son las personas de los años más importantes y formativos.

-¿Cómo crees que lo leerán tus amigos?

-Asustados, pero no hay ningún maltrato. Es un ejercicio de voyerismo sin animosidad creo. Si se tiene cierta compasión y comprensión por sí mismo y por los demás, se puede contar todo.

-¿Es otra oportunidad para estas amistades?

-Todo lo contrario. Cierra un relato, no le veo una vuelta. También adelanta esta nostalgia para cerrar época, no me imagino una reunión tipo 20 años después del colegio, no forma parte de mi carácter ni del ánimo del libro. Se nota.

-Sí eres explícitamente crítico con un profesor. Hoy sería imposible que hiciera clases.

-Era un personaje súper común: tóxico. Se daban mucha microviolencia hacia mujeres principalmente y a otros grupos que ahora por suerte se pueden atajar.

-¿Qué tal te ha tratado la pandemia?

-He podido trabajar menos, es súper difícil concentrarse. No es solo la pandemia, son las otras condiciones. Es la pandemia del país. Pero siempre hay un espacio para escribir. Las condiciones son difíciles para todos, para todos los que no tengan la vida acomodada. Que sea uno escritor da lo mismo, la vida es difícil para todos. Los precios suben ridículamente: en verdad eso me parece más importante de mencionar.

Nicolás Campos agarró su vida como estudiante de filosofía y armó una novela.


Un amigo es una niebla

Nicolás Campos Farfán

Overol

92 páginas

$9500

Por Cristóbal Gaete

"Hay personajes que son posibles en Valparaíso y en ningún otro lado. Hay anacronismo, cosas pasadas de moda. En Santiago todo eso no tiene validez".

Karina Henríquez