Cuarentena con hijos: las historias de tres madres en las residencias sanitarias
Las osorninas Jacqueline Marileo, Joseline Monsalve e Ivanna Vargas optaron por dejar sus respectivos hogares para ser atendidas junto a sus pequeños en alguno de los albergues destinados en Osorno para personas positivas con covid-19. Padecieron los síntomas y molestias de la enfermedad, pero todas coinciden en que la ayuda que brindan en los recintos es clave para la recuperación. "Es un sol medio de la tormenta", describe una de las afectadas.
Las osorninas Jacqueline Marileo, Joseline Monsalve e Ivanna Vargas tuvieron que optar por dejar sus hogares para ser atendidas junto a sus hijos en alguno de los albergues destinados en Osorno para personas positivas con covid-19.
Desde que comenzó la pandemia en nuestro país en marzo de este año, 700 personas se han visto en la obligación de solicitar cupos para realizar sus cuarentenas en alguna de las cinco residencias sanitarias habilitadas en la ciudad.
Los motivos principales para pedir atención por parte del personal de salud en estos lugares son la falta de un espacio propicio y aislado para permanecer por un período aproximado de dos semanas, sin tener contacto directo con sus familiares y amigos por el temor a propagar el virus; o bien porque no están en condiciones de salud como para permanecer y llevar el ritmo que significa un hogar, sobre todo para las dueñas de casa.
En Osorno existen las residencias sanitarias ubicadas en la Villa Olímpica, Casa Betania, ex Hogar Estudiantil de Rahue, Hostal Truyaca y el Hotel García Hurtado, que se sumó el pasado 9 de octubre para descomprimir la alta demanda que existe, dado el aumento exponencial de los casos en la provincia de Osorno.
En estos espacios emergen un sinnúmero de historias de personas unidas por el deseo de sobrellevar de manera tranquila la enfermedad hasta que puedan superarla y volver a sus hogares.