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70' se convirtió en un lugar para depositar residuos, el cual se expandió más de lo esperado. El Austral de Osorno recopiló el verdadero drama que sufrían los habitantes de Ovejería en la década de los '80 producto de la fetidez que emanaba del basural, que llegaba a afectar incluso a quienes circulaban por la antigua Estación de Ferrocarriles.

En este sector, a raíz de este problema, estaban obligados a convivir con diferentes plagas y ratones, una situación que calificaron como atentado contra la salud pública.

"El problema mayor de todo era la cantidad de moscas, la suciedad dentro del barrio. Aparte de los olores, porque eso se prendía fuego y era aún más insoportable", recuerda Manuel Rodríguez, presidente de la Junta de Vecinos Felizardo Asenjo.

Ante la preocupación generalizada, miembros de la comunidad se movilizaron en 1982 para pedir que se sacara el vertedero de la zona, mientras la municipalidad había iniciado gestiones para el traslado sin éxito hasta ese entonces.

"Fueron innumerables acciones. Estábamos molestos por tener que vivir con malos olores, con toda esa emanación. La Junta de Vecinos, que para la época era una sola, presionó para que se pudiese abordar este problema", dijo Sergio Valderrama, presidente de la Junta de Vecinos de la población Lago Rupanco en Ovejería Bajo.

Para ello, se encargaron de visibilizarlo a través de los medios de comunicación y de realizar protestas bajo la premisa de desaparecer este foco de insalubridad. En paralelo, el Centro para el Progreso de la provincia y el Instituto de Ecología de Chile Austral detectaron los daños que se estaban generando al medio ambiente, por lo que desarrollaron una estrategia con la participación de un grupo de profesionales de diferentes áreas, así como afines a variadas corrientes políticas.

Conciencia dormida

Entre los que destacaron en este equipo se encontraba el abogado de la Universidad de Chile, Waldemar Monsalve. En 1983 formó parte de una Escuela de Temporada de Invierno con el destacado doctor Juan Grau, pionero del ecologismo en Chile, un episodio que propició a varios de los asistentes a impulsar el activismo en este ámbito.

"Llegó el doctor Grau a despertarnos la conciencia en lo organizacional, formamos el Instituto de Ecología de Chile Austral en Osorno y yo fui su presidente. Teníamos buenos y entusiastas profesionales, partimos generando una estructura para definir cuáles eran los principales problemas de la provincia de Osorno. Los temas fundamentales eran la contaminación de sus ríos y el foco del basural de Ovejería. Hicimos una estrategia de buscar información, al mismo tiempo, fundamentos para decir por qué ese tema no era tolerable y tampoco transable", detalló Monsalve.

El Centro para el Progreso y el Instituto de Ecología partieron inicialmente con propuestas en 1985, tales como cubrir con cal el basurero para evitar los malos olores, así como descartar una posible mantención al terreno o que la basura se llevara a áreas emplazadas en el camino a Puerto Octay, a la altura de Pichil, o a las adyacencias del parque Arnold Keim (en Rahue Alto).

"Resultó difícil encontrar un nuevo lugar para un basural. Fue muy complejo de eliminar. Siempre la idea estuvo de convertirlo en un parque o en un lugar de distracción para los osorninos", relató Juan Luis Gálvez, presidente del Centro para el Progreso de Osorno.

Tras descartarse algunas de estas opciones, un año después avalaron el planteamiento de la municipalidad de que se instalara el relleno provincial de Osorno en el sector rural de Curaco, con la promesa de que no se iba a contaminar, pese a que en las cercanías se localizaba un estero.

Nuevos proyectos

Entre 1990 y el 2000 hubo una gran cantidad de propuestas para aprovechar los terrenos recuperados: un estadio deportivo, el Teatro de las Artes y hasta un autódromo figuraron entre las sugerencias que llegaron a escuchar los vecinos, quienes aún mantenían la idea del parque que siempre habían añorado.

El espacio, que se mantuvo durante años plagado de basura, comenzó a desarrollar espontáneamente vegetación y llevó a un grupo de académicos de la Universidad Austral de Chile a efectuar un análisis de las nuevas condiciones ecológicas derivadas de la intervención humana. Sus conclusiones arrojaron la existencia de una gran variación de humedad en el suelo de los distintos hábitats del antiguo basural y una diferencia en la vegetación respecto al tipo dominante en la región.

Aunque había un evidente cambio en la zona, recién en 2012 el Sistema de Evaluación Ambiental de Los Lagos entregó la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable al proyecto presentado por el municipio de Osorno para efectuar las obras de cierre del ex basural del sector de Ovejería y materializar la primera etapa para la recuperación del futuro Parque Hott.

Al año siguiente, en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera se puso la primera piedra y se dio el vamos a la etapa inicial de esta importante obra, que continuó siendo un sitio eriazo, ya que sólo se desarrolló un sendero que bordea el río desde el puente San Pablo. De hecho, una denuncia realizada por El Austral de Osorno en 2015 dio cuenta que el terreno estaba con abundante basura nuevamente y se alertaba incluso de un matadero clandestino, todo ello a pocas cuadras de la plaza de Armas y el centro de la ciudad.

"En esa ocasión nos mostraron el diseño y estábamos todos los dirigentes contentos, porque se retomaría la rehabilitación. Vino la desilusión, nos informaron que sería por etapas y la primera se cumplió, hubo un tiempo que estuvo totalmente abandonado, vino otra vez el adormecimiento. Durante más o menos 7 años estuvimos así. Y en 2019 el Consejo Regional aprobó los recursos. Muchas veces estuvimos bastante desanimados porque no pasaba nada", comentó el dirigente Sergio Valderrama.

Reinicio de obras

Siendo protagonistas de una lucha de 40 años, dirigentes y vecinos recibieron con agrado el reinicio de las obras del Parque Hott después de 7 años. El mes pasado, la constructora a cargo Socem Ltda. partió con las labores de emparejar en altura los espacios e instalar chimeneas extractoras de gas metano, con el fin de preparar el terreno para las futuras áreas verdes.

En detalle, el proyecto incluye en sus fases restantes la habilitación de circuitos peatonales, una nueva cancha de fútbol que será utilizada por la Asociación de Futbolistas Los Viejos Cracks de Ovejería (en reemplazo de la llamada "Pudahuel"), multicanchas, plazas de juegos, miradores y sobresale la conservación de un humedal que tiene origen en el estero Ovejería, que está contemplado dentro del catastro realizado por la Red Ambiental Ciudadana de Osorno.

"Estoy feliz por mis vecinos y mi barrio. Al final se empezó esta iniciativa y está funcionando por lo menos. Antes veíamos muchos papeles, ahora