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evita que el confinamiento afecte su calidad de vida dada la incertidumbre, el temor y la lejanía física con su familia. Ello deja huellas en su estado anímico.

"En estos meses se murió mi vecina de toda la vida, un hermano y una amiga, ninguno de covid, pero no pude ir a sus funerales, lo que es muy triste. No sabemos cuándo podremos abrazar a nuestros seres amados, son tiempos complejos. Agradecemos vivir con uno de nuestros hijos, quien hace todo lo necesario por nosotros, pero hay tantos adultos mayores que lo pasan mucho peor porque están solos, sin redes de apoyo y sin ayuda", explicó la adulta mayor.

Aurora Salinas, de 82 años, estuvo desde marzo y hasta julio sin salir de su casa ubicada en Rahue Alto, ya que contaba con la ayuda de un nieto que en ese momento vivía en la ciudad, pero por razones laborales emigró hacia la zona norte.

"La partida de mi nieto significó quedar sola, pero mis vecinos me apoyan, aunque toda esta pandemia ha sido terrible y si soy honesta, tengo miedo a morir sufriendo por el coronavirus", dijo la mujer.

Relató que la segunda cuarentena que vive la comuna ha sido más compleja, ya que obligan a tener permisos diferenciados para salir a realizar trámites, algo que según explicó, no consideró la realidad de los adultos mayores que no tienen las mismas capacidades físicas, tecnológicas ni económicas que las personas más jóvenes, para quienes están pensados los protocolos del confinamiento.

"Somos de movimientos más lentos, debemos muchas veces tomar un descanso para poder seguir caminando y aprovechamos una salida para hacer varias cosas como cobrar la pensión, ir a comprar cositas al supermercado y la farmacia. Nos toma más de tres o cuatro horas y además nos piden un papel en cada lugar, eso me angustia, porque no tengo teléfono de esos con pantallas como televisión ni computador o internet en mi casa", comentó Aurora.

Una dolorosa realidad

Humberto Gallardo, de 70 años, comentó que su vida cotidiana cambió drásticamente en marzo pasado, evidenciando lo complejo que resulta ser de la tercera edad en Chile donde, según indicó, las personas hablan de apoyar a los adultos mayores, pero en la práctica eso no ocurre.

"Es triste sentir que muchos creen que somos invisibles, no respetan la preferencia de adultos mayores; si pueden hacer negocios a costa nuestra, sobre todo a la hora de cobrarnos pasajes por llevarnos un par de calles más allá viendo que vivimos de una pensión mínima, lo hacen; llevamos bolsas con cosas que no podemos, porque ya no tenemos la fuerza de antes; poca gente respeta las filas en supermercados para adultos mayores, se hacen los locos. Todo eso en pandemia para nosotros puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte", explicó el adulto mayor.

Debido a que lo descrito es la realidad de muchos adultos mayores, los dirigentes gestionaron con el municipio para que en los Centros de Salud Familiar (Cesfam) se facilite la tramitación de los permisos para la tercera edad, con el objetivo de brindarles tranquilidad y evitar multas o cualquier obstáculo. Además, toda la atención de Salud Primaria está desplegada en terreno para ir en apoyo de personas de la tercera edad que están postrados y en general de todo el grupo etario, para entregar sus medicamentos y canalizar la ayuda social que requieran sin tener que salir de sus hogares.

Carlos Mendoza, presidente del Consejo Consultivo de Salud del Adulto Mayor de la Provincia, explicó que están realizando las gestiones y solicitudes necesarias al gobierno para que promulgue la ley que crea el Ministerio del Adulto Mayor y la Discapacidad, ya que es urgente avanzar en mejorar la calidad de vida de estas personas y no complicarla, como ha sido hasta ahora.

"La pandemia deja al descubierto una realidad muy difícil que vivimos los adultos mayores, donde estamos vulnerables en salud, pero también frente a todos los protocolos asociados a las medidas de confinamiento que no nos consideran como personas activas, independientes, que requieren realizar sus cosas, pero en tiempos distintos. Estas medidas sólo coartan la libertad de desplazamiento a las personas más responsables, que son los adultos mayores, quienes no van a engañar sólo para andar en las calles y salen cuando es realmente necesario, donde aprovechan de hacer todos sus trámites", explicó Mendoza.

Agregó que las cuarentenas y todas las acciones para controlar la pandemia son necesarias, pero deben tomarse considerando la realidad de las personas- donde según explicó -los adultos mayores son los más vulnerables y quedan expuestos a la desafectación social, donde no se respetan las opciones preferenciales en supermercados, bancos, transporte público, etcétera. Muchas veces se enfrentan con trabas y situaciones de discriminación.

"Falta empatía de la ciudadanía hacia nuestros adultos mayores. Por todo esto es necesario contar con un Ministerio del Adulto Mayor que nos permita crear reales políticas públicas que vayan en pos de mejorar la calidad de vida y darle dignidad. Muchos están totalmente solos y expuestos a mucho dolor y sufrimiento, que es algo que debemos evitar como país y sociedad", enfatizó el dirigente.

Durante la próxima semana tienen agendada una reunión con la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y otras autoridades de gobierno a través de una conferencia virtual, para analizar las aristas de la futura creación de la nueva cartera.