Cuarentena: vecinos y dirigentes están preocupados por la escasa fiscalización en los barrios
IRRESPONSABILIDAD. Los principales problemas están en Rahue Alto Norte y Sur, donde una parte de la comunidad circula sin permisos por pasajes, calles y plazas; no se respetan las medidas de prevención y confinamiento vigentes.
El cumplimiento de la cuarentena es una preocupación para dirigentes y vecinos de los distintos barrios de la comuna, ya que aseguran existe una parte importante de la comunidad que circula por las calles, pasajes y plazas con total normalidad, incumpliendo el confinamiento en los hogares vigente desde las 5 horas del sábado 3 de octubre para controlar el aumento de contagios de covid-19 en la comuna y evitar una mayor propagación en la población.
Aseguran que es necesario replicar en villas y poblaciones la misma intensidad y rigurosidad de las fiscalizaciones que se realizan en el sector centro y principales vías de acceso a los distintos sectores de la comuna, dado que es en los barrios donde se concentra la mayor cantidad de viviendas particulares y donde las personas transitan libremente sin ningún tipo de permiso o salvoconducto, poniendo en riesgo la salud y vida de aquellos que acatan la medida, incluso de personas que viven bajo el mismo techo.
El comportamiento territorial de la pandemia da cuenta precisamente que es en los barrios, principalmente los ubicados en Rahue Alto, Bajo y Francke, donde se concentra el mayor número de casos covid-19 positivos. Según datos aportados por el Ministerio de Salud (Minsal) y disponibles a través de la Plataforma Territorial que permite conocer en detalle dónde están localizadas las personas afectadas por el coronavirus, durante los últimos 14 días 253 de los 423 confirmados se emplazan en Rahue Alto y Bajo; y en Francke hay 39. Y el resto ubica en otras áreas de la ciudad.
Preocupados
El incumplimiento de la cuarentena es un tema ya se evidenció durante el primer confinamiento territorial decretado entre el 30 de marzo y 30 de abril pasado para la zona urbana de la comuna, donde también cientos de personas jugaron fútbol, caminaron y conversaron en espacios públicos, se sentaron en plazas y áreas verdes, anduvieron en bicicleta, entre otras actividades que no tienen relación alguna con permanecer en los hogares sin salir a menos que cuenten con documentación formal para ello.
Carmen Peralta vive en Villa Atlántico, en Rahue Alto Norte, donde según aseguró, desde que partió la segunda cuarentena las personas circulan libremente por las calles sin ningún tipo de control e incluso alardeando de esa irresponsable actitud.
"Reconozco que se incrementó la fiscalización, pero en el sector centro y acceso, lo que está bien, pero la gente donde realmente se contagia es en los barrios, donde parece que nada ocurre. ¿Cómo las autoridades no aprendieron de la vez anterior y mandan fiscalizadores a los sectores más apartados del centro?", dijo la vecina.
Mario Cofré tiene su domicilio en la población Quinto Centenario, donde asegura que día y noche la gente circula como si fuera día festivo primaveral y no una cuarentena en pandemia.
"Vivo con mi madre e hija, ambas crónicas, y la verdad da impotencia y temor porque la gente ahora parece que le perdió el miedo al virus. Decirles algo es buscarte un problema", relató.
Dirigentes
Esta situación se repite en distintas poblaciones de Rahue Alto Norte y Sur, tales como la Santísima Trinidad, Alto Osorno, Portal Osorno, Villa Cautín, Villa Quilacahuín, entre otras, donde sus dirigentes coinciden que un grupo importante de personas no cumple el aislamiento obligatoria y realizan actividades habituales de recreación e interacción social, como si el coronavirus ni la emergencia existieran.
Sólo basta recorrer la avenida Real para percatarse que la cuarentena no se vive igual que en otras áreas de la ciudad: hay grupos de personas conversado, gente pasea en las plazuelas, pequeños en los juegos infantiles y otros pasean tranquilamente por la vereda.
"La gente no cree en la pandemia y lo dicen abiertamente. Eso es un riesgo para muchas que estamos cumpliendo y cuidándonos. Falta que se replique en los barrios la misma rigurosidad que en el centro, más aún cuando las mismas autoridades de salud han dicho que los contagios son intradomiciliarios", argumentó Olga Manque, dirigenta de la Villa Cautín.
Marcia Sobarzo, dirigenta de la Villa Quilacahuín, enfatizó que se requiere un control similar al que se realiza en el centro, lo que debieran aplicar las autoridades que ya vivieron una situación similar en la primera cuarentena.
"La gente es porfiada y la verdad a los dirigentes nos preocupa mucho el tema, porque sabemos es delicado y estamos en una situación compleja como ciudad. Pero mientras existan personas que no cumplan estamos en problemas, ya que muchos vecinos respetan, lo que también es destacable, pero igual están en riesgo por la porfía de otros", comentó Sobarzo.
"La gente no cree en la pandemia y lo dicen abiertamente. Eso es un riesgo para muchas que estamos cumpliendo y cuidándonos. Falta que se replique en los barrios la misma rigurosidad que en el centro".
Marcia Sobarzo Dirigenta de la Villa Quilacahuín