Correo
Los marcianos
¿Conoce esa canción que dice "Los Marcianos llegaron ya… cha cha cha", sí, obvio, llegaron y suelen contestar rara vez, lo usual y a usted le consta es que se reciben llamadas en el celular, pero al contestar o no le contesta nadie y si usted llama, recibe mensajes como: "este número no tiene teléfono" o "el número es incorrecto (es el de mi señora, está registrado en la red, jaja) vuelva a marcar". Ante tanta inteligencia y sin más opciones, entonces deben ser los marcianos.
José Manuel Caerols Silva
Prevenir la otra pandemia
La pandemia por covid-19 ha alcanzado a más de 30 millones de personas en el mundo, de las cuales un millón y fracción han fallecido. Los países han adoptado distintas estrategias para hacer frente a esta amenaza, siendo las cuarentenas totales o selectivas la principal medida de contención, mientras no se cuente con una vacuna eficaz que esté disponible para toda la población susceptible.
Si bien hoy existe una carrera para desarrollar nuevas vacunas, su producción y distribución en cantidades suficientes para responder a la demanda mundial tomará tiempo. Mientras tanto, no hay ningún país que pueda sostener a toda su población encerrada en sus casas durante dos años, por las otras secuelas de la pandemia: el aumento de la pobreza, el hambre, la pérdida de empleos y de escolaridad de niños y jóvenes.
Lo razonable -entonces- es aprender a convivir con el virus SARS-CoV-2, minimizando su impacto. Internalizando las medidas sanitarias que sabemos hasta ahora son eficaces, como lavarse las manos frecuentemente, el uso de mascarilla y mantener la distancia física. Y esto no tan sólo en casa, sino en todos los espectros de nuestra vida cotidiana.
Sabemos que lo que está sucediendo actualmente terminará por delimitar el impacto del covid-19 sobre las generaciones futuras.
Tenemos que diseñar estrategias adecuadas para controlar no sólo la propagación del SARS-CoV-2 y salvar vidas, sino para prevenir una crisis social en el mediano plazo mediante la protección de los intereses de las familias más vulnerables.
Dr. Manuel José Irarrázaval, director Instituto de Políticas Públicas en Salud, U. San Sebastián.
Vuelta de chaqueta
El premio a la mejor vuelta de chaqueta de este último tiempo claramente se lo lleva el Frente Amplio, quien a pesar de rectificar su postura una y otra vez, nuevamente cambia radicalmente, como un gimnasta haciendo la vuelta olímpica.
Esta semana corrigió más de dos veces su posición sobre las primarias, luego de numerosas declaraciones en las que sostenían que no pactarían con partidos que representaban proyectos antagónicos a los suyos.
No obstante, estas vueltas no deberían generar sorpresas, ¿cómo olvidar su retracto en la ley antisaqueos o su cambio respecto al respaldo a la DC para la presidencia de la Cámara Baja, pese a existir un acuerdo político previo?.
Ya no es novedad sus cambios de chaqueta, ya que el infantilismo político y la poca credibilidad es algo que llevan arraigado desde hace bastante tiempo.
Pilar Riesco V
Debate en EE.UU.
El primer debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos fue beligerante y caótico. Donald J. Trump realizó numerosas interrupciones y estuvo notoriamente a la defensiva. Joseph R. Biden, por su parte, lo llamó payaso y hábilmente empleó recursos emocionales para llegar a los espectadores que perdieron algún ser querido producto del coronavirus.
El debate fue lo menos presidencial que hubo y uno de sus momentos más controversiales fue la incapacidad de Trump de condenar a supremacistas blancos, donde lanzó sólo evasivas.
Esperemos que el próximo debate de vicepresidentes del 7 de octubre, en Utah, esté a la altura de los votantes que esperaban un intercambio racional para sacar al país adelante. Según las simulaciones de The Economist, la victoria será de Biden.
Por ahora este debate no cambió nada de lo esencial en un momento en que, siguiendo a Thomas Friedman, la democracia estadounidense vive la dramática destrucción de su inmunidad cognitiva, esto es, la habilidad de distinguir lo verdadero de lo falso.
Camilo Barría-Rodríguez