Correo
Igualdad en uniforme escolar
La diputada Cristina Girardi (PPD), junto a Juan Santana (PS), Rodrigo González (PPD), Camila Vallejo (PC) y Camila Rojas (Comunes) presentaron un proyecto de ley que busca que durante 2021 los colegios no puedan exigir el uso de uniformes escolares. Esto, con el fin de evitar imponer un gasto extra a las familias.
A primeras luces parece ser una idea noble, pero, sin embargo, presenta grandes problemas.
En primer lugar, las razones para adoptar la obligatoriedad del uniforme escolar fueron variadas, pero entre las principales se encuentran el intento de eliminar la discriminación y promover la educación.
En ese sentido, efectivamente el uniforme escolar aporta ciertos grados de igualdad, en un campo donde todos tratan de diferenciarse: la vestimenta. Es más, la igualdad que da el uniforme es, también, un resguardo frente a las precariedades, al no tener qué ponerse. Pues, resulta evidente que es mucho menos complejo usar una vestimenta estándar para 5 días, que tener que elegir ropa diferente toda la semana.
Al final, este proyecto, en vez de aliviar la carga de las familias vulnerables, puede reportarles otra situación de discriminación y sumar más peso a la mochila de salud mental que soportan los padres e hijos en tiempos de pandemia.
Por lo anterior, parece más adecuado buscar otras alternativas como promover el reciclaje de uniformes en buen estado e instar al Estado que asuma al uniforme escolar como un ítem necesario en el Programa de Útiles Escolares que ejecuta la Junaeb.
Javier A. Labrin Jofré
Temor al trabajo presencial
En medio de la pandemia y con el inicio del desconfinamiento, uno de los focos de preocupación de los chilenos está asociado a si existirá un control efectivo para mitigar la propagación del coronavirus fuera de casa al momento de retomar el trabajo presencial.
Y es que si bien hay empresas que aún no planean volver a las oficinas, varias comunas del país se encuentran en fase de Transición o Preparación, como parte del Plan "Paso a Paso" del Gobierno, por lo que es habitual que las personas empiecen a experimentar sensaciones de temor frente al contacto con otros, la idea de encontrarse en espacios cerrados o los riesgos por el traslado en el transporte público.
Ante a este escenario, las empresas cumplen un rol fundamental en materia de contención, ya que deben ser capaces de identificar necesidades específicas de acuerdo a, por ejemplo, variables de género y grupos vulnerables, como trabajadores con discapacidad o a cargo de hijos o padres de la tercera edad. A su vez, es vital que las jefaturas generen un canal de diálogo permanente y espacios de apoyo psicológico asociados a disminuir los efectos negativos de esta etapa de transición en materia de salud mental.
Disminuir el temor al trabajo presencial es una tarea que nos involucra a todos y depende tanto del autocuidado como de la responsabilidad social de las organizaciones. Es ese el "match" perfecto para hacer que este proceso sea lo más saludable, efectivo y llevadero posible.
Daniella Holz, consultora laboral
Abusos sexuales en la iglesia
Cuánto dolor genera el informe de la Comisión UC en relación a los abusos dentro de la Iglesia, cuando asevera que la respuesta institucional fue "limitada, insuficiente y negligente". Esta afirmación lleva a concluir que muchos de esos dolores pudieron evitarse, a través de un trabajo de prevención que nunca se hizo.
Si bien las conclusiones de esta comisión son extremadamente tristes, también son un valioso llamado de atención para ocuparnos en serio, como sociedad, de este tema de aquí en adelante. Es un deber como país proteger a nuestra infancia de esta horrorosa experiencia y buscar incansablemente desarrollar una "cultura de seguridad" en todas las organizaciones que trabajen con niños o adultos vulnerables, con estándares que entreguen indicaciones claras y precisas de prevención de abusos sexuales. Protocolos vagos sólo pueden conducir a comportamientos tan diversos que son imposibles de detectar, fiscalizar y en último término, penalizar.
Prevenir el abuso sexual no es un tema individual que se soluciona "sacando a la manzana podrida". Para erradicarlo es necesario el desarrollo de estrategias sistémicas, aplicables, medibles y posibles de fiscalizar en todo tipo de organización. La prevención del abuso sexual infantil es posible.
Ximena Schencke R. Directora ejecutiva Praesidium Chile