Correo
Amenazas de fuerza
La doble moral frente a la violencia como medio ha permeado a tal nivel en la opinión pública, que finalmente diversos grupos se arrogan la facultad de presionar mediante amenazas de fuerza para imponer sus fines u obtener respuestas de parte de los tomadores de decisión.
Si hoy es el gremio de los camioneros el que recurre a la amenaza de fuerza, antes eran otros gremios los que lo hacían, como funcionarios públicos, estudiantes o grupos con vindicaciones étnicas. Cualquiera sea el caso, la violencia se aceptó como medio de presión como si eso fuera parte del juego democrático. Pero como es una doble moral, se juzgan tales actos según convenga y según quien los cometa.
Es de esperar que, a propósito del plebiscito, nos demos cuenta que validar la violencia como medio para imponer fines solo significa que la sociedad en su conjunto está llevando la democracia como valor al más triste de los patíbulos.
Jorge Gómez Arismendi
Explosión populítica
Populítica: Expresión que uso comúnmente para referirme a los políticos o políticas demagógicas, combinando las palabras populismo y política.
Siento que a través de esta carta estoy hablando de parte de todo un sector que está completamente decepcionado de lo que es Chile actualmente. Pues, ese Chile que fue un país pobre hace algunos años atrás, que después se convirtió en el más grande de Latinoamérica, dando oportunidades a cientos de miles de familias para surgir -incluida la mía-, ahora no es más que una desilusión para todos, causada por la "populítica" en el que se están sumergiendo los chilenos.
Ya que, realmente, es una verdadera frustración querer tener más oportunidades para obtener una mejor vida, como pedían en el 18 de octubre, y que al final resulte en una verdadera catástrofe, logrando que muchas personas se queden sin trabajo, destruyendo negocios que costó una vida entera conseguir y que más encima los políticos utilicen esto para ganar terreno con sus mentiras. ¡Me da un completo asco lo que están haciendo!, en especial la izquierda que culpa a la derecha, siendo que ellos gobernaron 24 años y la derecha sólo 6.
Es repudiable todo lo que está sucediendo en la política actualmente y queda tan bien demostrado al mirar cómo se comportan en La Araucanía. Logramos apreciar un gobierno que negocia con los terroristas, que dialoga con asesinos, pero que es completamente firme contra los ciudadanos de bien, no mostrando ayuda para estas personas que se ven dañadas en la región. Por otro lado, tenemos a la izquierda ayudando a un asesino, apoyando a los grupos armados, pidiendo diálogo al gobierno para aquellos grupos y después se lamentan por lo que le sucedió a esta pobre niña que salió lastimada la semana pasada por esos terroristas, una verdadera hipocresía dentro de su mundo político.
Estos demagogos van a decirte palabras que quieres escuchar, juegan con tus sueños, con tus emociones, engañándote para que confíes en ellos, de igual forma como hizo Chávez, diciendo que era un pobre ayudando a otros pobres y después, cuando llegó al poder, se convirtió en un multimillonario. Por eso, no se dejen guiar por los dichos políticos, porque nos va a suceder lo que le pasó a los países vecinos, una miseria en constante crecimiento.
Francisco Villarruel Morales
Reorganizar el negocio
En los últimos meses, y con mayor intensidad en las últimas semanas, hemos visto que algunas empresas han debido bajar la cortina y otras han comenzado a reorganizarse financieramente, debido a la baja en la actividad económica, a consecuencia del denominado "estallido social" y la pandemia, buscando ordenar los pasivos, reestructurando sus deudas, para así establecer una forma de pago adecuada a las circunstancias con los acreedores o financiar esta nueva forma de hacer negocios.
Ante este contexto, resulta crucial que las organizaciones puedan evaluar e implementar un plan de acción y las formas de financiamiento del mismo, para ver si es viable reordenar el negocio y seguir operando o sino definitivamente liquidar los activos para tener capacidad de pago con los acreedores.
Una de las principales consecuencias de no llegar a acuerdo con los acreedores para reorganizar un negocio es el deterioro continuo de los activos, lo que deriva inevitablemente en el cierre de la compañía y, por ende, un aumento en las cifras de desempleo.
Por eso, la reorganización empresarial constituye una oportunidad única para que las empresas que cuenten con un plan de negocios sustentable en el tiempo cuenten con un periodo de hasta dos años de gracia que les permita reprogramar sus deudas, pudiendo conservar y preservar la estabilidad de la compañía.
Guillermo Rebolledo, profesor de la Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile