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Una de las locatarias es Maite Burgos, quien tiene dos restaurantes llamados Sabores de la Costa, los que se ubican en las localidades de Bahía Mansa y Maicolpué, aunque hoy por hoy tiene su punto de trabajo su domicilio de Rahue Bajo.
La emprendedora manifestó que el cierre de sus locales sin duda le ha traído problemas económicos, pero como ella misma señala, se caracteriza por darle pelea a la adversidad buscando nuevas fórmulas para seguir trabajando.
"Nosotros estamos vendiendo a través de las redes sociales o en páginas de Facebook como Feria de las Pulgas, a través de nuestra marca que se llama Sabores de la Costa Bahía Mansa y también entre mis amistades. Gracias a Dios tengo muy buenos amigos que me apoyan, al igual que mis hijos con los que estoy trabajando", indicó.
La emprendedora señaló que lo que más le piden son las empanadas de marisco, pero tiene una pequeña carta donde ofrece recetas inéditas que son creaciones propias con las que incluso ha participado con éxito en diferentes concursos gastronómicos.
"Por eso me atreví a vender acá en Osorno, porque los emprendedores tenemos que seguir trabajando debido a que somos de una clase que no se rinde y seguimos nuestros sueños. Nuestros emprendimientos tienen que seguir funcionando, porque de lo contrario perdemos la clientela", comentó Maite Burgos, quien manifestó que tiene una tabla que es muy apetecida que se llama tal como su restaurante y consiste en una base de papas fritas con salsa de surtido de mariscos.
"Esta tabla tiene un secreto que no puedo revelar; además contamos con otros platos como por ejemplo el Poñis (papas en mapuche) que es un plato que me piden mucho. En el fondo son ñoquis, que es una masa que preparo con cochayuyo", explicó.
Agregó que sus clientes son de diferentes sectores de la ciudad, que van desde Pilauco hasta el sector oriente en avenida Francia.
"Mi hijo está a cargo del delivery. Habíamos empezado sábado y domingo, pero ahora incluimos el viernes. En la semana me gusta preparar mis productos; por ejemplo si voy a vender el sábado, el día antes dejo preparado todos mis productos porque a mí me gusta que la gente coma fresco, que el pino esté recién hecho y no sea algo congelado. Soy súper cautelosa en ese sentido porque aparte de que uno vende y se hace su platita, también tiene que llegar un sabor rico al cliente como para que vuelva a comprar. El boca a boca es mucho más importante que cualquier otra cosa", comentó Maite Burgos, a quien pueden ubicar en el fono +569 56741031.
Preparaciones
Uno de los pioneros en el rubro de la gastronomía en San Juan de la Costa es el empresario Luis Adué, dueño del restaurante Rayén que se ubica en la localidad de Maicolpué.
"Ahora en enero cumplimos 20 años de trayectoria. Fuimos los primeros que nos atrevimos en la zona con el tema de la gastronomía. Cuando empezamos acá no había nada y mi señora salía a vender a la playa con mis hijos. En esa época un día sábado o domingo andaban 10 vehículos a lo mucho y muchos me dicen que fuimos visionarios. Al comienzo teníamos un quiosco donde vendíamos mariscos y pescados", reconoció el también dirigente de los pescadores del litoral.
Comentó que esta es la peor crisis que están atravesando, aunque el 2016 vivieron una situación similar debido a que fueron presa de la marea roja, donde también estuvieron varios meses sin trabajar.
Sobre la iniciativa de comenzar a trabajar como delivery, Adué sostuvo que "nosotros empezamos un poco después de la Semana Santa a trabajar. Yo quise comenzar antes, pero mi familia no me dejó por la pandemia. Muchos clientes que venían al restaurante comenzaron a llamarme y a pedirme productos. También me encargaban empanadas pero no quisimos hacerlas porque no llegarían en las condiciones óptimas. Entonces yo les dije que lleváramos los productos que tenemos como erizos, locos, piures, sierra y sierra ahumada".
Partieron con cinco productos para la venta, pero ahora cuentan con más de 20. "Hemos ido incluyendo de a poco. Por fortuna tenemos una buena clientela, que ha sido muy fiel y me piden carne de jaiba, centolla y platos preparados como ceviche. Yo siempre les digo que pidan lo que quieran y que si nosotros los tenemos y podemos llevarlos, lo hacemos".
Es tanta la gente que les pide empanadas -dijo- que instalaron un local en Osorno que se encuentra en la Villa Paula Jaraquemada y actualmente están tramitando la resolución sanitaria para poder operar.
Sus clientes son de Osorno pero también ha recibido pedidos desde Puerto Varas, porque en estas dos décadas desde que abrió su local tiene clientes fieles que pese a la pandemia, quieren seguir consumiendo sus productos.
"Los productos de mar en esta época no son baratos, además hay que invertir en los envases porque todo debe ser desechable y eso le da un valor agregado. La gente valora que uno trabaje con productos reciclables. Además hay una preocupación porque los productos de mar son delicados; por ejemplo cuando uno no alcanza a vender todo lo que hace, hay que botarlo porque no me gustaría correr nunca el riesgo con los clientes", precisó el empresario gastronómico.
Si bien las ganancias han disminuido de manera considerable, dice que al menos le han hecho frente de buena manera a la crisis económica que está viviendo el país a raíz del covid-19.
"Esto en algo ayuda, aunque no es lo mismo que trabajar en el local pero, hemos
"Mi hijo está a cargo del delivery. Habíamos empezado sábado y domingo, pero ahora incluimos el viernes. En la semana me gusta preparar mis productos".
Maite Burgos, Dueña de Sabores de la Costa
"Fuimos los primeros que nos atrevimos en la zona con el tema de la gastronomía. Cuando empezamos acá no había nada y mi señora salía a vender a la playa con mis hijos. En esa época un día sábado o domingo andaban 10 vehículos a lo mucho y muchos me dicen que fuimos visionarios".
Luis Adué Locatario de Maicolpué