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Turismo y falta de medidas
La falta de medidas para el sector turismo de nuestro país, y en particular para nuestra Región a propósito del covid-19, es una triste realidad. Van 8 meses y aún no hay ningún plan concreto.
Desde diciembre de 2019, la Organización Mundial de Turismo advirtió la necesidad de medidas para el sector. El Barómetro de Turismo publicado en marzo de 2020 da señales de la tendencia a la baja de la actividad. En abril, la Federación de Empresas de Turismo de Chile proyectó más de U$3.900 millones en pérdidas para el sector en Chile. En mayo, el Banco Central señaló que el turismo, la hotelería y la gastronomía eran los rubros más afectados por la pandemia. Sumemos a todo esto el cambio de subsecretario de turismo en el peor momento posible.
La Subsecretaría de Turismo informó en mayo un calendario de video reuniones a modo de mesas de trabajo regionales por invitación para conocer las dificultades. Así y todo, la última semana de julio el Gobierno anuncia la creación de una Mesa Regional de Turismo en Los Lagos, pero este es un ejercicio que se realizó hace tres meses, el 7 de mayo en nuestra región, y que por lo tanto ya debiese haber dado paso a la puesta en marcha del plan o la hoja de ruta que se supone se planteó por parte de la autoridad en dicha actividad.
Es una falta de respeto anunciar esta mesa como si fuese un avance cuando solamente replica lo ya realizado. La lentitud, mal manejo, falta de conocimiento, de medidas, de creatividad, de compromiso, etcétera., no han permitido avanzar. No se utilizó la infraestructura del turismo en el contexto del covid-19, no se ha entregado liquidez a las MIPYMES del turismo tal y como se prometió vía Fogape, no se avanza en plantear certificaciones sanitarias del tipo sellos de calidad y sustentabilidad, tampoco se avanzó a tiempo con los protocolos sanitarios anunciados, en promoción o desarrollo tecnológico para los nuevos viajeros.
En este momento no se necesitan las mismas guías y presentaciones que hablan de cómo emprender o fortalecer los negocios, o las típicas charlas de hospitalidad que se dictan con o sin pandemia; se necesitan recursos especiales y acceso preferente a créditos. Por lo mismo, los representantes del turismo en la mesa no pueden recibir con agradecimiento esta instancia. El panorama es desalentador, pero el turismo de nuestra región se ha desarrollado con esfuerzo e imaginación. Parece que una vez más este modelo nos lleva a pensar que el darwinismo empresarial nos pasará la cuenta y quienes sorteen la pandemia podrán apropiarse de los espacios de muchos emprendedores que no lo lograron por falta de políticas públicas que los ayudaran a pasar este momento de crisis. No hay más tiempo.Carlos Aedo Finlez, sociólogo
El 6% también es mío
Ya queda claro que los fondos previsionales existen y que son de propiedad de cada trabajador. Tampoco debemos perder de vista el destino de la cotización extra de 6% que se discute en la reforma previsional, el cual debe ir integro a la cuenta del trabajador, para compensar el retiro del 10% de los ahorros previsionales, o bien para juntar nuevos ahorros para futuras contingencias.
Hoy vemos cómo la oposición busca que el 6% de cotización extra se vaya íntegramente a un sistema de reparto, abrumados por la nueva visión de los trabajadores hacia sus ahorros previsionales, quienes al sentirlos como propios, no quieren que su esfuerzo sea controlado por terceros.
Eduardo Jerez Sanhueza
Impuesto al patrimonio
Ante la propuesta del impuesto a los "súper ricos", ha faltado revisar, analizar y reflexionar sobre lo que otros países han aplicado respecto a esta medida.
Un estudio del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias del año 2018, muestra que siete países de la OCDE que implementaron esta medida la han retirado. Entre ellos, se cuentan Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia y Suecia. El mismo reporte indica que 6 de 35 países de la OCDE y solo 4 de 24 países de Latinoamérica lo mantienen.
Si consideramos este dato, lo mínimo que se puede hacer es entender cuál fue la razón para sustituirlo. A menos que concluyamos -con cierta arrogancia por cierto- que países como Alemania o Austria eliminaron buenas políticas públicas, o que no tenemos nada que aprender de los otros.
Comparar experiencias previas resulta clave, sobre todo cuando se han creado expectativas en torno a la recaudación potencial del impuesto. Y, en este caso, los países que han aplicado este gravamen muestran resultados más bien decepcionantes. Suiza es el único país que ha logrado recaudar cerca del 1% del PIB.
Esperemos que en este momento no se focalicen los esfuerzos en implementar una política que con el pasar del tiempo no nos traerá los beneficios que esperábamos. Sería mejor consultar cuál fue la experiencia de aquellos que ya la implementaron.
Gonzalo Polanco Z., director del Centro de Estudios Tributarios, Universidad de Chile