Paul McCartney: "Con John Lennon fuimos amigos hasta el final"
THE BEATLES. El músico habló de la separación de la banda.
Redacción
"Amo a esos muchachos", es lo primero que dice Paul McCartney cuando empieza a hablar de John Lennon, Ringo Starr y George Harrison, sus compañeros en The Beatles. Y también aclara que tuvo mucha suerte, porque con John arregló sus diferencias tiempo antes de que fuera asesinado y "fuimos amigos hasta el final".
Como pocas veces el que fuera bajista de la banda más importante del mundo abrió su corazón para hablar de ese pasado que terminó abruptamente cuando el grupo se disolvió en 1970 año en que se publicó el disco "Let It Be".
Sir Paul ofreció una extensa entrevista a la revista GQ, en la que repasó esos días y aseguró sentirse en paz con sus ex compañeros.
De esa dura separación McCartney aclara el que cree es el mayor error que se da por bueno sobre él: "Supongo que cuando The Beatles se separaron existía la idea errónea de que todos nos odiamos".
Probablemente esa sensación se basa en que Paul demandó a la banda porque sus asesores legales le dijeron que no podía demandar a Allen Klein, el representante del grupo después de Brian Epstein.
McCartney no quería firmar el contrato con Klein, mientras que sus otros tres compañeros sí, aunque terminaron mal con el representante años después.
"Demandar a The Beatles fue horrible. Fueron momentos terribles, bebí demasiado e hice demasiado de todo. Fue una locura, pero sabía que era lo único que podía hacer, porque no había otra manera de preservar el trabajo duro de toda mi vida y podía verlo desaparecer en una nube de humo. Era un maldito idiota", afirma sobre Allen Klein.
"Fui el tipo que rompió con The Beatles y el bastardo que demandó a sus compañeros. Era tan frecuente oírlo que durante años casi me culpé a mí mismo", relata el músico.
Encierro y proyectos
Ya con 78 años, McCartney se cuida como cualquier hombre de su edad para no contagiarse con el covid-19 y ha vivido el confinamiento en su granja de East Sussex, en Inglaterra, junto a su hija Mary, sus nietos, y Nancy Shevell, su esposa desde 2012. Tampoco ha dejado de hacer música.
"Tuve mucha suerte. A principios de año estábamos de vacaciones y luego comenzó el confinamiento justo después de que regresáramos, así que pasé el tiempo con mi hija, Mary, y sus hijos en la granja. De repente, estábamos todos encerrados allí. No ha sido malo en absoluto", detalló.
Ahora el artista tiene muchos proyectos por delante, entre ellos: una película de animación que compró Netflix, una reedición especial de "Flaming Pie" de 1997, el lanzamiento de la edición limitada de su primer álbum en solitario "McCartney" con motivo de su aniversario 50, y los preparativos finales del musical "It's a wonderful life" que ha estado escribiendo durante los últimos tres años.