Correo
Los otros avances científicos
Por un lado la pandemia, por el otro las personas y en el centro están los científicos y empresas que están luchando día a día por encontrar la cura contra el covid-19. Ellos se roban la atención mundial, sin duda porque son parte de la solución a un problema que ha causado caos en todas partes. Sin embargo, es importante ampliar la visión y dar visibilidad a esas investigaciones que se vienen desarrollando durante años, que también solucionan problemas de salud, pero que con la presión de la pandemia han quedado al margen. No nos olvidemos de los otros avances de la ciencia, no dejemos de apoyar esos proyectos, porque después de todo esto los vamos a necesitar.
Marcos Sepúlveda
Convivencia debilitada
A propósito de lo ocurrido en Curacautín, desde Santiago se ha intentado mostrar la situación como un conflicto racial. Falso. Estamos ante el profundo debilitamiento de la convivencia entre vecinos, mapuches y mestizos, de diversas localidades y comunidades de La Araucanía, producto de la difusión de discursos maniqueos que dividen el mundo entre mapuches y los llamados "winkas", y una violencia promovida sistemáticamente por décadas bajo la excusa de la causa indígena.
Muchos han avalado tal violencia como medio de acción sin considerar lo que ocurre al interior de algunas comunidades mapuches donde se ha alzado un rentable activismo político desde el cual surgen caudillos violentos que, con el aval del discurso que los presenta como víctimas históricas del Estado chileno, someten a personas humildes y tan mapuches como ellos, a un régimen más propio del vasallaje. Ahí están los supuestos depositarios del rakizuam, que mediante hostigamientos ejercen su dominio sobre otros mapuches y comunidades cercanas, con total impunidad. Una impunidad avalada por políticos y amparada en la absurda idea de que ciertos líderes tendrían privilegios legales por su condición espiritual.
¿Quién se preocupa de esos otros mapuches, que quizás no sólo sufren la pobreza y la marginalidad, sino de la arbitrariedad de sus líderes?
Jorge Gómez Arismendi
La legitimidad del reemplazo
Nadie está obligado a lo imposible, versa el dicho popular, a nadie se le puede exigir realizar una labor que no le agrada o ya no le motiva, así como estar en un lugar donde no se siente útil. Esto podría ser un principio básico en la vida de cualquier ciudadano, sin embargo, para los o las parlamentarias este principio no se aplica de manera natural o lógica, no importando la cámara a la que se refiera. Ellos, en rigor, no pueden renunciar.
Al respecto, la última semana de julio nos entregó un nuevo cambio de gabinete, que llegó con algunos nuevos ministros o, visto desde otro punto de vista, nos despojó de cuatro parlamentarios, sin costo alguno para ellos, para sus coaliciones o partidos. El proceso de reemplazo es simple, lo definen los propios partidos en los que militan, punto; es decir no existe un procedimiento que tenga una vinculación con el origen de sus cargos, es decir la voluntad de la ciudadanía.
Si fuese un relato, tendríamos que decir algo así como que terminan desempeñándose en un cargo para el cual no fueron electos y llegan otros, que no cuentan con el respaldo de la ciudadanía y los votos de sus electores no son tomados en cuenta o no reconocidos a la hora de su cese como parlamentarios y lógico, el reemplazo. Lo anterior adquiere mayor complejidad cuando se miran las cifras de aprobación del Congreso, que no superan un dígito, lo que sin duda es un problema para el poder del estado que tradicionalmente se identifica con la representatividad del pueblo. Esta realidad negativa y desafiante, no genera una respuesta clara del Congreso, la cual debiese estar orientada en tomar medidas correctivas que se orienten a mejorar la adhesión por parte, justamente, de sus representados. Hoy existen compañeros de listas de los parlamentarios, del mismo partido o pacto, gracias al término del binominal, podría ser una solución cuyos componentes estarían a disposición de una pronta implementación. Al respecto, las soluciones son variadas: elección acotada al espacio y bloque, partido correspondiente o internas de los mismos o establecer el reemplazo al instante de la inscripción de las candidaturas.
Teniendo claro que el reemplazo de los parlamentarios es un camino necesario, es relevante restringir en este marco y lograr establecer mecanismos diferentes a los actuales, que resguarden el principio del nacimiento del cargo y su función de representación de sus votantes.
Rafael Pizarro, director de Administración Pública, UTEM