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agencia uno
contempla un programa de albergues que son ejecutados por las municipalidades o también por organizaciones sociales; en tercer término están las Rutas Protege, que consiste en una acción adicional producto de la pandemia, donde junto a Carabineros y Junaeb se les entrega comida caliente para palear de alguna manera las bajas temperaturas.
"Tenemos adicionalmente algunos centros-días donde se les apoya también durante el día para que las personas que habitualmente están en la calle durante la jornada puedan tener actividades recreativas y un espacio de esparcimiento en el cual trabajar algunas conductas de calle, siempre en miras de la erradicación de la problemática", admitió Said.
Agregó que producto de la pandemia, en el mes de marzo tuvieron que adelantar el Plan de Invierno porque dada la situación no podían esperar hasta el mes de mayo, que es cuando habitualmente comienza a ejecutarse. Junto con ello, lo tuvieron que extender de 120 a 180 días.
Trabajo
Sin duda que quienes realizan una sacrificada labor son los trabajadores y profesionales que se encuentran en la primera línea de apoyo a las personas en situación de calle, porque no sólo deben encargarse de la alimentación y cobijo, sino también de darles contención.
La tarea no es fácil, sobre todo en época de pandemia, porque se vive día a día con el temor a contraer este virus, por lo que las medidas higiénicas que se deben adoptar tanto en el contacto con los usuarios como en los espacios donde se encuentran, deben ser muy rigurosas.
Andrés Santana, encargado del programa Noche Digna que ejecuta el municipio y que cuenta con un albergue en calle César Ercilla, donde antes funcionaba el Hogar Dame Tu Mano, comentó que comenzaron a trabajar después del 20 de mayo con una capacidad de 20 usuarios, la que está completa.
Junto con ello realizan las rutas sociales que son 30 prestaciones de alimentos a personas que están en distintos puntos de la ciudad y que no acceden a ningún tipo de dispositivo ya sea por patologías, autoconsumo o adicción.
"Estos puntos generalmente son bajo los puentes. Hay muchas personas que viven cerca de la Feria PAC, en autos abandonados para cubrirse del frío, pero la cualidad es que siempre están bajo techo de alguna estructura. Los días de las prestaciones son de domingo a viernes, donde además de darles alimentación, se les facilita artículos de higiene y abrigo", dijo Santana.
Con respecto al albergue, dijo que se les entrega a los usuarios las tres comidas al día, una merienda y además se pueden duchar.
Junto con ello los monitores hacen talleres de jardinería o tardes de juegos, entre otras actividades, para que las personas no lo vean como un encierro, sino que además puedan entretenerse
"La recepción de los usuarios en general es buena. Ellos junto a los monitores, ya sea de ruta como albergue, han creado un vínculo muy estrecho. Les gusta estar ahí y el ambiente que se genera", manifestó Santana.
Agregó que saben que están en un peligro latente debido a la pandemia, ya que muchos de los usuarios tienen conductas de riesgo. A raíz de ello adoptan las medidas pertinentes como tomar la temperatura a toda la gente del albergue y que utilicen mascarillas, además se higieniza el lugar todos los fines de semana para evitar contagios.
"A los usuarios se les aplicó el PCR y también a los funcionarios. Las únicas personas que tienen autorización a salir son aquellas que trabajan ya sea como comerciantes o en otros rubros. Los que no tienen trabajo la idea es que permanezcan ahí para evitar contagios", detalló Santana, quien comentó que la experiencia es gratificante por la labor que se desarrolla, aunque dijo que es difícil realizarlo sobre todo por el covid-19.
Hogar
El Hogar de Cristo también tuvo que desarrollar un protocolo estricto en sus espacios a fin de evitar alguna situación de riesgo producto de la pandemia, según lo señalado por el jefe de operaciones sociales, Yerko Villanueva.
Comentó que desde que empezó la pandemia, comenzaron el 31 de marzo con cuarentena con los usuarios, primero con 92 personas aunque hoy por hoy esa cifra bajó a 60, los que se mantienen durante todo este periodo en un sistema dentro del recinto con el objetivo de resguardar los cuidados de salud y cubrir todas sus necesidades básicas durante este periodo.
"Sin duda este es un periodo muy difícil, por lo que tenemos que resguardarnos y, por lo mismo, estamos con un sistema cerrado. Es una situación complicada porque el tiempo de encierro genera conductas disruptivas en las personas, más aún cuando las personas tienen consumos que han dejado y por otro lado deben convivir con muchas personas
60 personas en situación de calle se encuentran ahora en cuarentena preventiva en el Hogar de Cristo, el cual funciona con sistema cerrado debido a la pandemia.