Correo
Amador Barrientos
A través de este diario deseo recordar al hijo de la tierra osornina, el héroe de la Guerra del Pacífico y de Pisagua, Juan Amador Barrientos Adriazola, que en una fría mañana de un 23 de julio de 1921 falleció en Santiago.
El 2 de noviembre de 1879 fue el primer chileno en clavar la bandera nacional en la pedregosa bahía peruana de Pisagua. El 1 de septiembre de 1884, el Presidente de La República, Domingo Santa María (1881-1886),le concedió la Medalla de Honor con tres barras de oro por haber logrado con éxito y patriotismo sin igual la campaña de Tarapacá contra peruanos y bolivianos.
El ex diputado Sergio Ojeda Uribe hizo lo imposible para lograr un monumento en su ciudad natal, cosa que no logró. Es de esperar que Jaime Bertín Valenzuela, alcalde de Osorno, antes de dejar el sillón edilicio pueda concretar este anhelo e instalar un monumento en su memoria.
Ismael Barrientos Martínez, sobrino-nieto del héroe osornino
No sólo los niños pierden
Es una pérdida para la primera infancia del país el rechazo del Senado de la obligatoriedad del segundo nivel de transición de Educación Parvularia, como requisito para ingresar a la enseñanza básica.
Los resultados de la votación desconocen la evidencia contundente, nacional e internacional, del rol que cumple la educación en la primera infancia para acortar brechas, si lo que se busca es una sociedad más equitativa y justa.
El reconocimiento de la asistencia a la Educación Parvularia como una herramienta de movilidad social que propicia la integración y equidad de un país (UNESCO, 2010), así como también el impacto positivo en el desarrollo cognitivo y socioemocional, es solo parte de los antecedentes que la investigación nos aporta.
Está comprobado que las inequidades en oportunidad empiezan temprano en la vida, por lo que es una responsabilidad moral y una decisión estratégica como nación invertir en esta etapa del desarrollo humano. Por ello, no sólo los niños pierden con esta votación, sino que como sociedad todos perdemos.
María Francisca Valenzuela, directora de Escuela Educación de Párvulos, Universidad de los Andes
Necesidades y el 10%
En el Evangelio, Marcos 2,23-26, se lee: "los discípulos hambrientos se pusieron a arrancar espigas y los fariseos dijeron 'mira lo que hacen en sábado': ¡algo prohibido!. Jesús les respondió ¿No han leído lo que hizo David y sus compañeros, cuando pasaban necesidad y estaban hambrientos?. Ellos entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que pueden comer solo los sacerdotes". Al crearse las AFP, se aseguró que al jubilarse las personas obtendrían una pensión equivalente al 80% de su última remuneración. Por defender a los trabajadores (crisis 1982-1983) el cardenal Raúl Silva Henríquez manifestó: "Los técnicos me han llamado gásfite"; y a los trabajadores dijo "la Iglesia defiende cuando es necesario, pero queremos que se defiendan solos y que sean capaces de hacerlo, porque ustedes no atacan a nadie y son la fuerza para construir una sociedad de hermanos. Cuenten ustedes con este pobre viejo".
Una encuesta arrojó que el 82,8% de los ciudadanos prefiere retirar fondos de la AFP por sobre el bono anunciado por el gobierno. Por el rechazo mayoritario hacia la AFP, se debe escuchar la voz del pueblo.
Derico Cofré Catril
Fondo Colectivo SolidarioLa creación de un Fondo Colectivo Solidario de Pensiones introduciría de manera indirecta un sistema de reparto en Chile, paralelo al actual, y nos pondría en el camino de la captura política de los fondos de pensiones como ocurrió en Argentina.
Sería un caballo de Troya para demoler el sistema previsional actual, que representa uno de los pilares del modelo de desarrollo seguido durante décadas.
Es de esperar que quienes han defendido con tanto ahínco el argumento de que los fondos previsionales ahorrados son de propiedad de los cotizantes -lo que si bien es efectivo, la finalidad a la que están destinados está determinada por la ley- para fundamentar el apoyo al proyecto de reforma constitucional que permitiría el retiro de parte de ellos, en el futuro se opongan con el mismo ímpetu al traspaso de tales fondos a manos del Estado, para que sea éste el que reparta jubilaciones.
Adolfo Paúl Latorre