Mirada cosmopolita
Fragmento del capítulo "¡Todas nos son infieles con Clark Gable!", del libro "Concisa, original y brillante". Por Macarena Urzúa
Más allá de imponer la moda, el gusto y un imaginario de representaciones de lo femenino y lo masculino, el cine de Hollywood y el star system implicó también un modo de comunicarse con un público lector, ampliamente femenino a través de diversos medios periódicos publicados. De este modo, tomando como punto de partida el cine y todo lo que rodeaba a la producción cinematográfica, en las revistas y publicaciones de la época se trataron numerosos y disímiles temas que directa o indirectamente aludían a este masivo medio: al aspecto técnico y la incorporación de nuevas tecnologías, se le suman los artículos acerca de la moral vista desde la vida de las estrellas de Hollywood, así como también se trató acerca de la estética cinematográfica, a partir de una incipiente y cada vez más profesional crítica de cine.
En la revista Zig-Zag, particularmente durante los años 30', periodo en el que enfocaré este artículo, el cine norteamericano tiene una importante marca y las noticias venidas de Hollywood poblarán prácticamente todos los números de la revista desde la década de 1920 en adelante. En el número especial Medio Siglo de Zig-Zag de diciembre de 1954, María Romero hace un recuento del cine nacional, enfocándose en cómo este ha aparecido en la revista desde sus orígenes, prestando particular atención a la primera película sonora y cantada chilena (aunque en realidad se trata de un ensayo como señala la nota aquí citada), Canción de amor (1930). En este recuento llama la atención, sin embargo, que la inclusión del audio al cine no era vista necesariamente como algo positivo: "El cine adquiría voz. La innovación, que significó a Hollywood la muerte de muchos ídolos, representaba para el cine chileno una puñalada mortal".
En 1930 se crea la revista Ecran, la que estará dedicada exclusivamente al cine y el espectáculo. Esta publicación será dirigida desde 1939 por María Romero, quien sucedió en su cargo a Luis Enrique Délano, hecho que también tiene una estrecha relación con la incipiente incorporación de la mujer al oficio periodístico, particularmente desde la escritura de la columna sobre cine, la industria de Hollywood y la vida de las estrellas.
El "deseo cosmopolita" se manifestó entre otros signos en importar estéticas literarias y artísticas las que se traspasan (legado del modernismo y de las vanguardias) y llegan también a través del cine. Entre otros chilenos que tienen acercamientos con Hollywood se encuentra el cineasta Jorge Délano, quien viaja a dicha ciudad, realizando proyectos como director tanto allá como acá en Chile, produciendo y dirigiendo la primera película completamente sonora en Chile Norte y sur (1933) y más tarde La chica del crillón (1941), basada en la novela de Joaquín Edwards Bello. También Vicente Huidobro tendrá un acercamiento al mundo del cine con la escritura de la novela-film Cagliostro (1934), la cual fue filmada, pero como señala Valeria de los Ríos, no hay copia de esta película ni registro de su estreno. Asimismo Huidobro escribe crónicas cinematográficas durante los años treinta, en diversos medios. Años más tarde María Luisa Bombal vendería los derechos de House of Mist, en 1948, su novela en inglés basada en La última niebla para ser llevada al cine por John Huston, la cual sería interpretada por Lauren Bacall y Humphrey Bogart, sin embargo, debido al ascenso del macartismo, los planes cambiaron.