Secciones

Demócratas investigarán a Trump por el caso Stone

ESCÁNDALO. Roger Stone asesoró durante años a Donald Trump y fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión por mentir al Congreso.
E-mail Compartir

Agencias

Los demócratas investigarán los motivos y circunstancias que llevaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a conmutar la condena de su amigo y exasesor Roger Stone, lo que evita que ingrese en prisión el próximo martes como estaba previsto.

Dos comités de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, pedirán a los servicios legales de la Casa Blanca que les informen de las circunstancias que llevaron a exculpar la pena a Stone y, además, reclamarán al Departamento de Justicia los documentos relacionados con el caso. Asimismo, ayer la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, adelantó que su partido propondrá cambios legislativos para limitar el poder del jefe del Estado para conmutar condenas.

"El Congreso tomará medidas para evitar este tipo de descaradas irregularidades. Se necesita legislación para garantizar que ningún presidente pueda perdonar o conmutar la condena de una persona que ha participado en una campaña de encubrimiento para proteger a ese presidente del enjuiciamiento penal", anunció Pelosi en un comunicado. Pelosi, la demócrata de mayor rango en Washington, consideró que la decisión del mandatario es "un acto de asombrosa corrupción".

Por su parte, el exvicepresidente Joe Biden, virtual candidato demócrata para las elecciones de noviembre, consideró que el presidente ha vuelto a abusar de su poder e invitó a los estadounidenses a hacer oír su voz en las urnas. Stone, de 67 años, había sido condenado en febrero pasado a tres años y cuatro meses de cárcel en el marco de la investigación sobre la llamada trama rusa; pero el viernes a última hora Trump conmutó su condena al considerar que su amigo era inocente y había sido "víctima" de persecución política.

Ayer, el mandatario insistió en esa idea y dijo en Twitter: "Roger Stone fue el blanco de una caza de brujas ilegal que nunca debería haber tenido lugar".

En el Partido Republicano, al que pertenece el mandatario, la reacción ha sido de silencio o respaldo. El único que alzó la voz fue el senador por Utah Mitt Romney, muy crítico con Trump y que fue el candidato republicano a las elecciones de 2012, cuando perdió frente al expresidente Barack Obama (2009-2017). En Twitter, Romney afirmó que EE.UU. está presenciando una "corrupción histórica sin precedentes" al ver cómo Trump conmuta la sentencia de alguien que había sido condenado precisamente por mentir para encubrirlo. Caracterizado por su estilo provocador, Stone es un veterano asesor político republicano entre cuyos clientes figuraron los expresidentes Ronald Reagan (1981-1989) y Richard Nixon (1969-1974) y cuyo lema favorito es: "No admitas nada, niégalo todo y lanza un contraataque".

Stone, que asesoró durante años a Trump y trabajó hasta agosto de 2015 en su campaña electoral, fue detenido por el FBI en enero de 2019 en Fort Lauderdale (Florida, EE.UU). Según la Fiscalía, Stone actuó como enlace entre la campaña de Trump de 2016 y la plataforma WikiLeaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata dañinos para la campaña de la candidata presidencial , Hillary Clinton. Stone fue condenado como parte de la investigación dirigida por el fiscal especial Robert Mueller.

Denuncia de "adoctrinamiento"

En una serie de twits, el presidente de Estados Unidos arremetió contra el supuesto adoctrinamiento de izquierda radical que hay en los colegios del país. "Demasiadas universidads y sistemas escolares tienen que ver con el adoctrinamiento de la izquierda radical, no con la educación. Por lo tanto, le digo al Departamento del Tesoro que vuelva a examinar su estado de exención de impuestos o financiamiento que serán eliminados si continúa esta propaganda".

Sudán despenaliza la apostasía, que tenía pena de muerte

RELIGIÓN. La medida es parte de una serie de reformas.
E-mail Compartir

El gobierno de Sudán anunció que ha despenalizado la apostasía, hasta ahora considerada un delito que podía conllevar la pena de muerte.

El ministro de Justicia, Nasredeen Abdulbari, explicó en una entrevista con la cadena estatal Sudán TV, que los cambios se han hecho al amparo de la Ley de Enmiendas Misceláneas, aprobada esta semana y que "permite hacer reformas rápidas en algunas leyes (...) hasta que podamos hacer una reforma integral". En los dos últimos días, el ejecutivo transitorio ha ido desgranando los detalles de varias legislaciones que recibieron luz verde definitiva el pasado jueves, entre ellas la Ley de Enmiendas Misceláneas, que ya permitió ayer la criminalización de la mutilación genital femenina.

En este contexto, Abdulbari anunció la despenalización de la apostasía, argumentando que "el pacto constitucional reconoce la libertad de religión y creencia, y que nadie tiene derecho de juzgar a otra persona o a un grupo por ser apóstata, porque eso amenaza la seguridad y la paz de la sociedad".

El país africano se encuentra inmerso en un proceso de transición democrática desde la deposición en abril de 2019 del dictador islamista Omar al Bashir, que estuvo casi tres décadas en el poder, y el posterior pacto entre los militares que le derrocaron y la oposición civil. La ilegalidad de la apostasía en Sudán cobró relevancia internacional en 2014, cuando la joven Mariam Ibrahim Ishaq fue sentenciada a la pena capital por presuntamente convertirse al cristianismo, si bien el fallo fue más tarde revocado por falta de pruebas. La mayoría de la población de es musulmana, aunque también hay cristianos.

Responsabilidad penal desde los 18

El gobierno también anunció que elevó la edad de responsabilidad penal a los 18 años, porque antes se podía procesar a menores de hasta 15 años que hubiesen llegado a la "pubertad", buscando proteger los derechos de los niños, contrario a lo que ocurrió con el caso Ishaq.

Conmemoran 25 años de la masacre de Srebrenica

BOSNIA. Autoridades entregaron mensajes de dolor y reflexión.
E-mail Compartir

Con expresiones de dolor y llamamientos a la reconciliación, Bosnia-Herzegovina rindió ayer homenaje a las víctimas del genocidio de Srebrenica, en una ceremonia que contó con la participación telemática de altos representantes de numerosos países.

"Un cuarto de siglo después de la matanza de más de la matanza de más de 8.000 hombres bosniomusulmanes a manos del ejército serbobosnio, aún está abierta la herida en la conciencia europea", dijo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. Cada 11 de julio miles de personas acuden a esta ceremonia en el Centro conmemorativo de Potocari, pero este año, debido a la pandemia y la prohibición de reuniones multitudinarias, muchos participaron de forma telemática.

En el cementerio memorial de Potocari reposan 6.652 víctimas, cuyos restos fueron encontrados en diferentes fosas comunes. Otras nueve víctimas -todos varones- del genocidio, el mayor crimen cometido contra civiles en Europa desde la II Guerra Mundial, recibieron sepultura este sábado, y aún quedan por hallar los restos de cerca de un millar de asesinados.

"En muchos casos de este conflicto, que trajo violencia y destrucción a través de los Balcanes occidentales, muchas familias aún no saben qué pasó con sus seres queridos. Muchos perpetradores aún no han sido responsabilizados. Hay quienes prefieren olvidar o negar la enormidad de lo que sucedió. No debemos permitir que eso suceda", afirmó el primer ministro de Inglaterra, Boris Johnson, durante la conmemoración.

"Aquellos entre nosotros que recuerdan esos acontecimientos tienen la obligación de edificar un futuro de paz y prosperidad para todos los pueblos, sin distinción de su raza y religión, con fundamentos en los derechos de cada uno", afirmó en un vídeo el secretario de Estado de EE.UU., Michael Pompeo.

Para el presidente francés, Emmanuel Macron, Srebrenica ha pasado a la historia como un símbolo doloroso del fracaso de la comunidad internacional para ofrecer la protección a civiles cuando más necesitaban la ayuda. "La mancha imborrable en el recuerdo común nos presiona a buscar la verdad y la justicia que son indispensables para la convivencia pacífica de diferentes comunidades", declaró Macron.

Hasta ahora, 47 personas, juzgadas han sido condenadas a un total de 700 años de cárcel por responsabilidad en el genocidio y otros crímenes de guerra.