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"Creo que voy a seguir en forma particular, es lo más viable hasta este momento. No sé si vuelva a retomar un local. Es la parte más fuerte, porque después de ser tan independiente, es un cambio muy feo. Que se termine el covid es bien difícil, pero voy a esperar que haya un poco más de libertad para moverse y ver que la gente realmente se desplaza de la forma que lo hacía antes", reflexionó.

Tradición de Lynch

La mueblería Casa Linda se convirtió en un clásico de Lynch. Pese a que cambiaron de ubicación en reiteradas ocasiones, insistieron en mantenerse en el barrio, hasta construir una tradición que perduró más de 30 años.

Este resultado es producto del esfuerzo de la familia Imio-Imilmaqui, que se concentró en conocer cada detalle del oficio para así plasmarlo en su negocio. Antes de instalarse en la Galería de Calle Lynch 1536, estuvieron en una casona antigua en la esquina con Eduviges, alrededor de diez años, hasta 1996.

"Después, por problemas de salud de mi padre, mi madre tomó el negocio y nos fuimos a un local que estaba igual en Eduviges, a media cuadra, yendo hacia calle Colón. Lo estuvo administrando unos diez años (1996-2006). Mientras, nosotros abrimos en la galería como en 2002", contó el comerciante Erwin Raúl Imio, de 45 años, quien estuvo a cargo con su hermano mayor en la última etapa.

Imio explicó que su padre, destacado maestro mueblista, inició en este rubro y le enseñó poco a poco el proceso de elaboración de los muebles. Toda su vida giró en torno a un taller y a este oficio, por lo que a partir de los 28 años comenzó a involucrarse más a fondo en el funcionamiento del negocio.

"Siempre funcionó como taller y local. Tratamos de darle una visión empresarial porque cuando uno trabaja en el taller está más dedicado a los pedidos y, aunque nunca se dejaron de lado, quisimos llevar una idea un poquito industrial, empezamos a hacer trabajos más estándares", precisó respecto a su tiempo en el establecimiento.

A su juicio, al estar largos periodos en el mismo lugar se empieza a desarrollar un sentido de pertenencia. Así describe los beneficios que le trajo dedicarse al comercio en el mismo sector de la ciudad durante varios años, en los que interactuó con mucha gente que luego lo reconoce en la calle.

Esta sensación de convivencia disminuyó progresivamente con la llegada del covid-19 al país, una situación que lo tomó por sorpresa. "Fue demasiado rápido. Llegó marzo, todos venían de vacaciones con la cabeza en otro lado y muy poca gente se dio cuenta. La percepción nuestra era que lo veíamos lejano y era muy difícil que llegara a la zona o que iba a pasar mucho tiempo para que lo hiciera", consideró.

Las consecuencias que trajo la pandemia los obligó a actuar en lo que respecta al futuro de su comercio. En su caso, la decisión estuvo fundamentada en un tema sanitario, con la intención de mantenerse sano al igual que a su familia.

"El último día que abrí fue el día 28 de marzo. Compré mis cosas en el supermercado y dije 'yo me guardo, luego veo qué pasará'. Ya después se decretó la cuarentena, era algo que se anticipaba y nadie la decretaba. Por el nivel de contagios que hubo en ese entonces, creo que mucha gente se asustó", recordó.

Imio manifiesta que la idea es tomarse un paréntesis con miras a retomar actividades en un futuro, pero aún no tiene claridad de qué harán cuando llegue ese instante. "Pretendemos volver, no sé si al mismo local. Yo pienso que no. Quizá regresar a calle Lynch o hay que ver las ventas por internet", señaló.

Con el levantamiento del cordón sanitario en Osorno el pasado 29 de mayo, trataron de abrir nuevamente. Una vez evaluado el escenario, prefirieron esperar con el temor de que los casos de covid-19 se pudiesen disparar como hace unos meses.

"Esperamos que esto evolucione favorablemente, pero creo que va para largo. Estamos hablando con suerte de seis meses, en el mejor de los casos, para ese tiempo nos proyectamos en retomar como debería ser, tomando en cuenta el virus, la situación económica y ver cómo estará la demanda", afirmó Erwin.

Yanet Elgueta, Peluquera

Erwin Imio, Mueblista

28

años tenía Erwin Imio cuando comenzó a involucrarse más a fondo en la mueblería "Casa Linda", reconocida en la calle Patricio Lynch.

erwin imio muestra algunos de los muebles que confecciona y que tiene en su casa. esperará a ver cómo evoluciona la pandemia para retomar su negocio.

en este local funcionó hasta hace poco la peluquería yanet.

agencia uno

los comerciantes de calle lynch han sido duramente golpeados por la crisis.

"Lo único que

me botó fue la pandemia, porque siempre salí adelante".

"La percepción nuestra era que lo veíamos lejano y era muy difícil que llegara (el covid-19)".

agencia uno

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