Correo
Olla común
En Santiago, la empresa Fanaloza, con más de 50 años de trayectoria, quebró el 14-12-1981 y hasta marzo de 1982 los 600 trabajadores no recibían ingresos. Por tanto, las esposas de los obreros tomaron la decisión de mantener una olla común, a pesar de las dudas de la directiva sindical.
Ellas, lograron revitalizar al hombre golpeado por la incertidumbre total, vencieron la tendencia de aislarse en sus hogares sin comida, algunas con varios hijos, recordando que la unidad es vital para la sobrevivencia.
Grupos recolectaron víveres en Lo Valledor, Vega Central, feriantes, panaderías Selecta y San Camilo. La olla común se instaló frente a la industria paralizada, donde más de 400 personas compartieron a diario los alimentos. Los trabajadores esperaban que las puertas de la fábrica se reabrieran, para con sus manos e inteligencia volver a crear bienes para el país. A marzo de 1982, en juzgados de Santiago, había 120 solicitudes de quiebra. En distintos períodos de la historia de Chile, a raíz de huelgas o crisis económicas, se realizaron las ollas comunes solidarias, con gran presencia de las mujeres.
Derico Cofré Catril
Equipos de Salud y empatía
"Se presume culpable", esta frase, incluso ya descartada de la terminología legal, hoy me hace reflexionar y la traigo a colación a partir de lo que con preocupación veo en los equipos de Salud y, en particular, de mi equipo cercano en el contexto de la presión asistencial y cargas laborales debido a la Pandemia.
Esta analogía pone de manifiesto que lamentablemente un error (que por lo demás puede que no lo sea), un retraso, o incumplimiento según una planificación, genera una serie de reclamos a todo nivel, dando a entender que las personas no realizan su función al parecer porque no quieren, es decir, se "presumen culpables".
El personal ha manifestado a más de 3 meses del comienzo de la Pandemia, el cansancio, estrés, sobrecarga, angustia, miedo, pena, rabia, etcétera. Con ello, a veces solo falta una palabra de agradecimiento y reconocimiento de que lo que se hizo, se intentó, se cumplió tal vez a deshora, pero se realizó; que a pesar de incumplir con necesidades básicas de descanso y alimentación propias, se logró la labor, etc.
Los equipos de Salud, quienes realmente trabajan con los pacientes, han mostrado "con carteles" lo agotados que están.
Pedimos empatizar con nuestra labor a quienes desde una planilla o un escritorio, mueven las piezas pensando que se podrá "mostrar eficiente gestión".
Las instituciones o procesos que dependen de personas, necesitan personas. ¡Ojo! No he puesto nada en este relato que tenga que ver con dinero, hablo de humanidad y valores de otro tipo. Yo les digo y sugiero que no estiren mucho el elástico de su personal, porque ese elástico está a punto de romperse, y es ahí donde el agradecimiento y la empatía llegarán muy tarde. No "presumamos culpables", donde hay muchos inocentes...
José Luis Sufán, académico Diplomado Kinesiología y Rehabilitación en UPC U. Andrés Bello
Apoyo a las pymes
El covid-19 no solo ha sido una de las peores crisis sanitarias en los últimos 100 años, sino que también ha generado una crisis económica muy grave a nivel mundial, lo que aumentado las cifras de desempleo en prácticamente todos los países y Chile no queda fuera de eso.
Según las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la cifra de desempleo en el país llegó a 9% en el trimestre móvil febrero-abril. Se trata del más alto desde el trimestre marzo-mayo de 2010, cuando la tasa de desocupación llegó al 9,1%. Mientras que en el Gran Santiago, este número fue de un 15,6%, de acuerdo al Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
Una tasa de desempleo preocupante y que, tras la crisis social, agudizó la difícil situación que enfrenta el país. Sin embargo, no todo está perdido y, como siempre, nos vamos a recuperar. Para lograrlo es necesario apoyar las medidas económicas del Gobierno y que los esfuerzos estén enfocados en buscar cómo abrir la economía y apoyar a las pymes, para poder revertir al máximo esta situación. No hay que olvidar que son éstas las empresas que mueven la economía nacional y, por lo mismo, son una buena fuente laboral.
Es hora de que las entidades gubernamentales, empresarios y sociedad civil trabajemos juntos para apoyar a los miles de desempleados que está generando el covid-19, que sin dudas es la madre de todas las crisis.
Janan Knust