El pasado lunes se conmemoró el Día Nacional del Comercio, una fecha que encuentra a la actividad en uno de sus momentos más complejos debido a dos fenómenos que se sucedieron y que han golpeado especialmente al rubro minorista, como son el llamado "estallido social" de octubre y la actual pandemia mundial.

Estas situaciones derivaron a fines del año pasado y lo que va corrido de 2020 en una fuerte caída de las ventas del comercio minorista.

A excepción de los supermercados, todos los subsectores muestran profundas caídas, como vestuario y calzado, línea hogar, muebles y artefactos eléctricos. Aquello golpea fuertemente a los ingresos de los comerciantes y, junto con ello, deriva en cierres temporales o definitivos de locales y, por consiguiente, mayores niveles de cesantía.

Frente a este escenario, el gremio admite que ha impedido el desarrollo de la actividad tal como les gusta a los comerciantes locales, mirando a la cara al cliente, sonriéndole y atendiéndolo de manera afectuosa.

Si bien reconoció que este año no hay nada que celebrar, el gremio aprovechó la fecha para hacer un llamado a los socios de la agrupación a trabajar de manera mancomunada.

En efecto, en medio de tan complejo momento se hace absolutamente necesario ver las oportunidades que pueden surgir en el futuro para mantener esta actividad, que genera muchos empleos y -por ejemplo, en el caso de las galerías céntricas- además otorga un sello distintivo a la capital regional.

Enfocarse en las opciones que deberían consolidarse una vez que se controle la pandemia es la actitud correcta ante un escenario que -en la actualidad- no presenta cifras positivas. Para ello, además, es muy adecuado el llamado a que el propio comercio tome las medidas adecuadas para ayudar a reducir los posibles contagios, tomando los resguardos en sus locales y especialmente de sus trabajadores y clientes.

La prueba ácida para los economistas, significa en términos simples desnudar y descubrir la verdadera situación financiera de una empresa u organización. El covid-19 hoy día genera la prueba ácida para el país. Nos mostró las desigualdades que existen en todo ámbito: educación, vivienda, salud, ingresos, calidad del trabajo, desempleo, pensiones, telecomunicaciones, etc.

Lo que se puede "agradecer" al coronavirus, es que nos mostró la verdadera realidad detrás de esta crisis sanitaria. Nos dijeron "quédense en casa", pero nos dimos cuenta que no estaban adecuadas para resistir esta medida, con una alta densidad poblacional en algunos sectores. Nos dijeron teletrabajo, como también clases online, pero resulta que las comunicaciones e internet sólo estaban disponibles para algunos. Hemos visto a universidades entregando paquetes de internet y tablets, para que sus estudiantes logren avanzar en un año académico que lejos de ser óptimo, es una excepcionalidad. La formación de los docentes, obviamente no estaba preparada para este escenario de cambio histórico.

Este es el Chile que se ha construido en los últimos 30 años, con un alto crecimiento para el sector productivo y exportador chileno, a tasas nunca antes vistas, pero que tiene sombras como la desigualdad. Ni pensar de nuestras pensiones… se prometió un sueño que muchos aún no cumplen. ¿Qué se necesita? Creo que el país merece justicia social, solidaridad, cooperación, tal como lo dijo el padre Alberto Hurtado.

Por ahora debemos ser solidarios y acompañar con lo que sea necesario para combatir la otra pandemia que crece con el tiempo y sin desdén como lo es la pobreza dura y la pobreza de alma, tal como en algunos sectores políticos buscan sólo llevar agua a su molino. Hoy sigue el llamado a aunar esfuerzos en encontrar la unidad política y social para ganarle la mano al covid-19 y a la crisis socioeconómica, donde sólo depende de cada uno y el compromiso de toda la comunidad organizada. El desafío es aunar fuerzas, actuar en red y desde la Multigremial de Osorno aportaremos para que ello ocurra.

Carlos Bustos, presidente Multigremial de Osorno