Suman nueva inversión en el vertedero tras contaminación de los esteros Curaco y Sin Nombre
CURACO. La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) ordenó aplicar medidas provisionales al municipio de Osorno por el incumplimiento en el manejo de lixiviados en el recinto que alberga la basura de seis comunas de la provincia. La casa edilicia inyectará $50 millones adicionales al recinto.
Al colapsado vertedero municipal de Curaco, ubicado en la Ruta al Mar, que recibe los desechos domiciliarios de seis de las siete comunas de la provincia (Río Negro tiene su basural), nuevamente la municipalidad de Osorno debió sumar una inversión superior a $50 millones para optimizar el manejo de líquidos lixiviados producidos por la acumulación de basura, los cuales estaban escurriendo hacia los esteros Sin Nombre y Curaco, siendo un potencial riesgo para las comunidades rurales aledañas, ya que ambos cauces atraviesan sectores rurales donde son fuente de riego agrícola y bebedero de animales.
La medida, instruida por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), se suma a los $800 millones que en 2018 destinó el municipio local para implementar un programa orientado a que el vertedero cumpla la normativa medioambiental, extendiendo así su vida útil hasta 2021, a la espera de la construcción del relleno sanitario provincial que está paralizado desde octubre de 2015, sin que exista hasta la fecha claridad de cuándo y cómo serán retomadas las obras cuya inversión supera los $10 mil millones.
La situación fue constatada gracias a una denuncia ciudadana ingresada a la SMA, entidad que fiscalizó hace unos días el programa de cumplimiento que realiza la municipalidad, donde observaron que presenta debilidades en el manejo de los líquidos lixiviados, por lo que se instruyeron lazos y medidas provisionales para corregir la situación.
El recinto, emplazado en terrenos municipales, está operativo desde finales de los años '80. Paulatinamente se han ido sumando comunas de la provincia para depositar sus desechos domiciliarios en el lugar y, si bien trabaja a máxima capacidad, desde hace más de 10 años resulta imposible prescindir de su operatividad, ya que no existe un lugar adecuado que lo reemplace. La opción era el relleno sanitario donde se realizaría el manejo de toda la basura provincial, pero una serie de problemas frenaron su construcción y el tema llegó a la justicia, con la demanda presentada por la empresa Servitrans, ejecutora de las obras, contra el municipio local, unidad técnica del proyecto.
Medidas e inversión
Las medidas provisionales instruidas por el SMA apuntan a detener de forma inmediata todas las descargas y escurrimiento de los líquidos lixiviados que fluyen hacia los esteros Sin Nombre y Curaco, además de todos los que aparezcan en los taludes de las torres de residuos presentes en el vertedero. El plazo para ello no debe superar los 10 días a partir del 29 de mayo.
Paralelamente deberán fortalecer el manejo de la piscina de lixiviados para evitar su colapso, sobre todo cuando no se pueda mantener el nivel de rebalse sobre un metro, considerando las condiciones climáticas reinantes marcadas por las lluvias. La SMA instruyó retirar estos líquidos lixiviados mediante camiones aljibe, especiales para el transporte de riles y que cuenten con autorización sanitaria. El plazo para esta medida es de 30 días hábiles.
Para evitar nueva contaminación de las aguas de ambos esteros, el municipio deberá realizar un monitoreo semanal durante al menos de 2 meses, que considere medición, muestreo y análisis de la calidad de las aguas superficiales asociadas a un plan. Todas las medidas y su ejecución deben ser informadas por un reporte consolidado al organismo fiscalizador dentro de 30 días hábiles como máximo.
Municipio
Carlos Medina, director de Aseo y Ornato municipal, explicó que hay disposición para cumplir con todas las instrucciones que considere pertinente el SMA, ya que el vertedero es de vital importancia para toda la comunidad de Osorno y la provincia.
"Estamos terminando justamente de construir la segunda piscina de lixiviados, pero las condiciones climáticas fueron un freno. Respecto a las medidas instruidas en la fiscalización no revierten multa y empezamos ese mismo día junto con el contratista para tapar la poca basura que estaba descubierta. Además, habilitamos dos caminos interiores para facilitar justamente los desplazamientos hacia la zona de construcción y manejo de los lixiviados. Realizamos una nueva inversión superior a $50 millones, que complementa los $800 millones invertidos desde 2018, con lo cual cambió drásticamente el recinto", explicó Medina.
Dentro de las acciones dispuestas para el manejo adecuado de residuos y optimización de espacios realizadas desde 2018 está la constante remoción, compactación y cobertura de toda la masa de residuos, perfilamiento de taludes y terrazas, el tratamiento de lixiviados, pozos de reinyección a la misma masa (el agua de los mismos lixiviados es arrojada sobre la basura), la construcción de chimeneas de biogases, drenes para lixiviados, control de vectores animales y carroñeros con estampidos en base a un cañón a gas, entre otras medidas.
"Estos recintos tienen una historia de complejidad ambiental, ya que cuando partieron no existían normas eficientes para su implementación, pero hemos ido realizando todos los esfuerzos para mejorar y así también resguardar la calidad de vida de las familias que viven en los sectores aledaños", explicó.
Mayor Fiscalización
Ricardo Becerra, presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, explicó que efectivamente el municipio ha realizado esfuerzos para tener el recinto en mejores condiciones ambientales, pero son insuficientes.
"Estos dos esteros están en un proceso de recuperación de la contaminación que recibieron por décadas desde el mismo vertedero y ahora lamentablemente se ven nuevamente involucrados en un tema de escurrimiento de lixiviados. Lo que preocupa es que pasan por zonas habitadas, donde las familias los usan para regadío. Además, el estero Curaco desemboca en el río Rahue, lo que nuevamente nos hace cuestionar las medidas existentes de resguardo a los ríos Rahue y Damas", indicó el líder ambientalista.
Agregó que la única forma de evitar estas situaciones irregulares es la fiscalización constante, tanto del propio municipio como de la SMA y otros organismos competentes.
"Acá los parlamentarios insisten en dejar grandes vacíos en sus leyes. Porque desde hace rato estamos solicitando una oficina provincial de la SMA y aumentar el número de fiscalizadores, ya que actualmente hay cinco para toda la Región de Los Lagos, lo que claramente es insuficiente y sólo favorece el daño ambiental en distintas aristas", enfatizó Becerra.
El ambientalista argumentó que actualmente la fiscalización está mayormente en manos de la comunidad y organizaciones sin fines de lucro, quienes constantemente están atentos a las distintas formas de contaminación, alteración y mal uso de los recursos naturales.
"Es justamente ahí donde se nota la falta de normativas que sean realmente efectivas, independiente del avance que se ha ido logrando, que es también resultado de la presión ciudadana y el derecho que todos tenemos de vivir en ambientes libres de contaminación. Nuestra organización ha realizado innumerables denuncias, pero cuesta mucho evidenciar por la falta de personal de la SMA, ya que cuando llega el inspector el evento contaminante se ha diluido, como ocurre por ejemplo en los ríos", explicó Becerra.
También apuntó a la urgencia de aumentar los canales de denuncia y que la comunidad en general los utilice, ya que son antecedentes que fortalecen futuras acciones, ya sea sancionatorias o judiciales.
$800 millones invirtió el municipio local para ejecutar el programa de cumplimiento del vertedero con la normativa medioambiental vigente.
1989 comenzó a operar el vertedero de Curaco en reemplazo del basural que estaba en Ovejería. Desde entonces el recinto ha estado operativo, pese a que en los últimos diez años se encuentra colapsado.
2015 quedaron paralizadas las obras de construcción del relleno sanitario de Osorno, donde se realizaría el tratamiento de los desechos domiciliarios de la provincia.