La imprudencia de muchos conductores en Osorno se ha vuelto una costumbre que a todas luces hay que desterrar. Acciones temerarias como conducir a exceso de velocidad o bajo los efectos del alcohol, no respetar semáforos ni señalética, o bien conducir y al mismo tiempo utilizar el teléfono, que además de estar prohibidas, son causas de eventuales accidentes.

Conductas de este tipo, muy frecuentes, por cierto, dejan en evidencia la falta de conciencia de conductores y peatones con respecto a la seguridad vial.

Ello, porque cuesta entender que a pesar de las múltiples campañas emprendidas por Carabineros y las autoridades, siga habiendo personas que sin medir ninguna consecuencia cometen serias imprudencias cuando conducen un vehículo motorizado.

De ahí que se hace necesario, además de persistir en las campañas tendientes a evitar la ocurrencia de accidentes de tránsito, idear estrategias nuevas a fin de generar una real toma de conciencia en la ciudadanía de los riesgos que representan guiar un vehículo de forma imprudente, toda vez que acciones de este tipo pueden cobrar la vida de personas inocentes.

Si bien el endurecimiento de las penas para quienes sean detectados cometiendo imprudencias viales podría ayudar a bajar el número de accidentes, la solución real a un problema tan generalizado como este pasa por algo más profundo. Y eso es que los conductores tomen real conciencia de la responsabilidad que les cabe cuando conducen un vehículo y asuman esta tarea con absoluta seriedad.

De no mediar una acción profunda que involucre a toda la ciudadanía en generar este cambio cultural, habrá que seguir lamentando tragedias vehiculares en la ciudad y Región de Los Lagos.

En 2017, Sago invitó al destacado periodista osornino John Müller para brindar una charla en donde éste acuñó el concepto desglobalización, que hoy cobra mucha actualidad.

Müller distingue tres factores que definen a la globalización: libertad de movimiento de personas; libertad de comercio; y libertad de movimiento de capitales. A raíz de la irrupción del coronavirus (Covid-19 o SARS-CoV-2), el primero de estos se ha visto seriamente comprometido.

El segundo factor de la globalización, la libertad de comercio, ya estaba comprometido por la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, pero ahora se agravó debido a la paralización de los principales centros de consumo. El movimiento libre de capitales, en tanto, ya se estaba comportando de manera inusual en enero, producto de una serie de convulsiones sociales en el orbe, incluida la chilena, no obstante hoy, ya estamos derechamente en presencia de una fuga de dinero sin precedentes, porque los inversores privilegian seguridad sobre rentabilidad y así, enormes sumas de dinero se están "desglobalizando" o refugiándose en sus países de origen.

Países como Chile, que sustentan su economía en las exportaciones y la atracción de capitales, enfrentan un escenario donde experimentará el significado profundo de vivir fuera de un modelo de integración de mercados y libre comercio.

¿Qué podemos esperar en el plano de nuestra provincia? Dificultades para nuestros productos exportables -cerezas y berries y a nivel de la región los salmones-. Podemos prever una cierta estabilidad en los productos que sustituyen exportaciones, principalmente carne y leche, sin embargo, para los consumidores -y consumidores somos todos-, el panorama no es alentador. El tipo de cambio al alza y el frenazo del comercio internacional elevarán los precios y la confluencia de todos los factores, finalmente, afectará el empleo.

¿Cuánto tiempo durará este fenómeno? Todo dependerá de qué tan eficientes seamos en el control de este virus que, según la canciller alemana, Angela Merkel, llegará a infectar al 70% de su población. Si la proyección germana se da igual en Chile, estaríamos hablando de más de 10 millones de infectados en nuestro país que, a una tasa de mortalidad del 3,4%, se traduciría en más de 300 mil muertes.

Es imprescindible que asumamos con responsabilidad el llamado de las autoridades a enfrentar este virus.

Christian Arntz Mac-Evoy Presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago)