En tiempos de descontento y crisis social, una de las áreas más afectadas es la salud, pero ¿sabemos realmente lo que es la salud?. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como el completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de algún tipo de enfermedad.
Este concepto no cambia desde 1948, sin embargo, no ha estado libre de polémicas y redefiniciones, especialmente desde el área de las ciencias biológicas.
Actualmente, diversos actores de la contingencia social planifican cómo poder mejorar el sistema de salud en Chile, el que, para algunos, es el mejor del continente y para otros es la vergüenza nacional. Mi respuesta es sencilla y va con otra pregunta, ¿qué hacemos para no enfermar?
Los griegos, 300 años A.C, establecieron los 7 pilares fundamentales de la salud, que ya por ese tiempo eran la piedra angular para mantenerse sano: vida espiritual, paz mental, alimentación natural, ejercicio físico, relaciones personales, trabajo y el entorno o medio ambiente.
Si consideramos esta idea y la matizamos con la sucesión de eventos de desarrollo político, económico y social imperante a nivel nacional y mundial, nos da como resultado lo que reflejamos y somos hoy: individuos que luchan constantemente contra el estrés, la mala alimentación, el sedentarismo, la soledad, la insatisfacción laboral y la poca preparación para enfrentar amenazas medioambientales en donde el coronavirus (Covid-19) es el protagonista de turno.
A partir de esto se hace insistente mencionar la importancia de las planificaciones en pos de la mejora en la salud y hacer valedero el trabajo y desarrollo de estos pilares. Una alimentación saludable, el cumplimiento de las correspondientes horas de sueño, espacios para la vida social o espiritual y principalmente la promoción del ejercicio físico regulado, con infraestructura acorde con su ejecución y profesionales competentes en el área, como lo son, por ejemplo, los kinesiólogos y los profesores de educación física.
Son estos elementos las claves que apuntan a las mejoras en salud y calidad de vida de la población de nuestro país. Nuestro organismo y el funcionamiento cardiaco, metabólico, nervioso y de otros sistemas más se lo agradecerán, sin embargo, siempre existirá un perjudicado: a las farmacias mis disculpas...
Carlos Sánchez Salgado, director de carrera Kinesiología Universidad Santo Tomás Osorno