"Tenemos la convicción de que no hay elementos para la caducidad"
José Sáez asumió como gerente general de Essal el 30 de julio del año pasado. Y lo hizo luego de la crisis que se vivió en Osorno producto de los más de 10 días en que un vertimiento de 1.100 litros de petróleo al sistema de potabilzación obligó a la interrupción total del suministro de agua potable.
Hoy, asegura que en la empresa con sede en Puerto Montt aprendieron las lecciones que les dejó este episodio, cuenta que el proceso de compensación está en marcha, que se han revisado los protocolos de las demás ciudades y que tienen un programa de inversiones que abarca toda la región.
En esta entrevista aborda también la posibilidad de que Essal pierda la concesión en Osorno y analiza el anuncio de Aguas Andinas de vender su participación en la compañía (53,5% de las acciones).
-¿Cómo se puede entender que Aguas Andina anuncie la venta en medio del proceso de caducidad?
-Déjeme decirle que nosotros consideramos que Essal y esta administración, en particular, ha realizado un esfuerzo enorme en estas décadas por aportar al desarrollo de las regiones de Los Ríos y de Los Lagos. Estamos convencidos que no existe ninguna empresa en la zona que realice -a través de su historia- un aporte tan relevante en términos medioambientales como el que ha efectuado esta compañía, en cuanto a sus inversiones; pero además saneando una serie de localidades y evitando que se generen daños ambientales. La decisión de inversión o desinversión de los accionistas está en manos de los accionistas, los que por las razones que tendrán a la vista toman la determinación de desinversión, tal como lo ha realizado Aguas Andinas y como otras compañías sanitarias en las últimas semanas. Son decisiones del accionista y cada uno tiene la libertad de adoptarlas.
-¿Cómo lo toman ustedes al interior de Essal?, porque ocurre en medio del proceso de compensación...
-Para Essal no ha sido dramático ni traumático enfrentar los procesos de servicios que prestamos, porque está en nuestra génesis el poder desarrollar esta labor de cara e interactuando mucho con las comunidades. Y esa condición es la que nos hace estar muy tranquilos, en términos de que un incidente puntual no puede condicionar y no puede empañar la labor desarrollada por décadas. Insisto: no hay ninguna empresa en la región que realice un aporte tan relevante al medio ambiente como el que ha efectuado Essal.
-¿Cree usted que el Estado tiene la capacidad como para hacerse cargo del agua en Osorno?
-El Estado tiene distintas opciones para enfrentar los procesos productivos y de distinta naturaleza en el país. Es una alternativa que siempre ha estado abierta; pero en la década de los 90', el Estado tomó la decisión de que se avanzara en la participación privada en esta industria en particular, y la tomó por una razón muy específica y que tiene que ver con darle a Chile una condición de saneamiento, que era una exigencia -además- de los mercados internacionales. Y esa condición, que trajo a la inversión privada al mundo sanitario, ha cumplido con lo que prometió, y el país y esta región, en particular, pueden exhibir indicadores que son de clase mundial. Yo no siento que hoy día esté (hacerse cargo de la concesión) en la discusión y menos en el Estado, que tiene una serie de otros compromisos y una agenda social que cumplir. Menos si hay una industria que está funcionando y que está avanzando como lo muestran sus indicadores. Entonces, qué sentido tiene destinar recursos, que son siempre escasos, a temas que ya están resueltos. Por lo demás, un estudio de la SiSS (Superintendencia de Servicios Sanitarios) sobre cómo perciben los clientes a estas sanitarias y que fue publicado hace una semana, muestra que Essal ocupa un muy buen lugar en Los Ríos y en Los Lagos. Para nosotros este indicador nos indica que el cliente valora el aporte que realiza esta compañía.
-Con todos estos fundamentos, ¿el querer vender puede ser un error de la compañía?
-Nosotros gestionamos la compañía. La administración tiene la responsabilidad de llevar adelante los planes estratégicos que tiene previsto y hacer que las ciudades, el entorno dónde estamos operando, reciba el servicio con la calidad comprometida. Más allá de lo que ocurra con las acciones y quién sea el propietario de esta empresa, lo relevante es que tiene un rumbo, un desafío y un estándar que cada vez va mejorando más, y ello la gente lo percibe.
-¿Ello indica que el futuro no debiera ser incierto, aunque se venda?
-Siempre hay matices en términos de cómo se enfrentan y se encaran los proyectos. Y yo siempre aspiro que sean para mejor. Y siendo muy positivo en esto, no visualizo que un cambio de estas características saque del foco en el que está comprometido y trabajando hoy día Essal.
-¿Al venderse podría variar el tema de las compensaciones y de los compromisos adquiridos con los consumidores osorninos?
-Aquí hay compromisos que asume la compañía y que se van a cumplir más allá de quién sea el controlador. Aquí hay una obligación que asumió la empresa, de compensar a los clientes de una forma que ha sido inédita en la industria sanitaria, con más de 7.600 millones de pesos en compensaciones, lo que no ha existido nunca. Y eso da muestra de la voluntad que tiene Essal, no sólo de resolver un problema técnico, que ya está resuelto hace mucho tiempo, sino que -además- de hacerse cargo del perjuicio que un incidente generó. Esto da cuenta de una empresa responsable y seria.
-¿Qué lecciones sacaron tras lo sucedido en Osorno?
-Muchas. Primero, que Essal es una empresa que, como ninguna otra, ha aportado mucho al desarrollo de la región y al cuidado del medio ambiente; pero no fuimos capaces de instalar ese elemento como uno diferenciador y relevante para la región y para el desarrollo que necesita. Y ahí tenemos una debilidad de cómo nos mostramos hacia afuera. Nosotros somos los primeros en estar al lado de las personas que luchan por el cuidado del medio ambiente y en algún momento nos salimos de esa ruta y pareciera ser que somos una industria que contamina. Esta empresa trata 72 millones de metros cúbicos de aguas servidas al año, lo que significa que al no existir una organización como ésta, toda esa contaminación la estarían recibiendo hoy los lagos, los ríos y el mar de esta zona. Este es el tremendo aporte que se desarrolla a partir de esta industria.
Trabajo
-¿Qué evaluación realiza de estos meses en el cargo?
-El desafío ha sido intenso; muy importante desde el punto de vista profesional. Esta es una compañía que tiene un territorio de 700 kilómetros, desde la entrada norte de la Región de Los Ríos hasta la puerta sur de la Región de Los Lagos (Futaleufú y Chaitén). Además, contamos con un equipo de profesionales desplegados por todo este territorio, lo que permite que las cosas se hagan más fáciles, más llevaderas por el perfil y el nivel profesional que tienen tanto los operadores de los servicios, como las personas con las que cuenta la compañía.
-¿Cómo va el proceso de pago de las compensaciones en Osorno?
- Osorno tiene distintas aristas después del episodio que tuvimos en julio. Una de ellas tiene que ver con hacerse cargo técnicamente del incidente y superarlo con la velocidad que se hizo. Luego, reforzar la infraestructura, fundamentalmente de producción. Reforzamos la producción de la captación Caipulli, por lo que hoy día es una planta que cuenta con una tecnología y donde se hizo un recambio de una serie de elementos que hace que esté bastante más robusta; pero junto con eso, y en paralelo, perforamos nuevos pozos de extracción de agua para diversificar la forma en la que la producimos. Otra arista importante es la de las compensaciones, que es una etapa que está en su fase final. Se hizo una compensación automática, que es la que establece la ley y ahora estamos en la instancia final de la aprobación por parte del tribunal de un acuerdo voluntario de compensaciones adicionales para los clientes, y en una instancia que está prácticamente concluida a las pequeñas empresas que nos manifestaron que habían tenido perjuicios producto del corte. Son más de 7.600 millones de pesos los que se destinaron a las compensaciones de los clientes.
-¿A cuánto asciende la inversión en Osorno, considerando el pago de todas estas compensaciones?
-Hay distintas miradas. Nosotros hoy día ya tenemos un plan de inversión desplegado para efectos de resolver el tema en Osorno. Ahora, hasta este instante se han invertido unos 2.000 millones de pesos en inversiones asociadas a la planta, a la perforación de pozos y refuerzos de otra infraestructura. Tenemos un plan de desarrollo en la compañía que da cuenta de las inversiones que tenemos que hacer en las 33 concesiones que tenemos en las regiones de Los Ríos y de Los Lagos. Es un plan que se establece con la Superintendencia de Servicios Sanitarios y cuya propuesta asciende al orden de los 50.000 millones de pesos de inversión.
-En paralelo, usted ha sostenido algunos encuentros, como con los diputados en Osorno...
-Sí, la Cámara de Diputados, atendida la complejidad del incidente, tomó la determinación de conformar una comisión especial que estudie cuál fue la forma en que los servicios públicos ejercieron su labor en el período de la emergencia, como la Intendencia, Gobernación, Onemi, la SiSS, así como el resto de los servicios públicos. Y en ese marco, una de las sesiones se realizó en Osorno.
-¿Se ha reunido con el Presidente o con algún miembro del Gobierno?
- Con el Presidente no; pero durante la emergencia tuvimos mucho contacto con las autoridades que se hicieron cargo de ella, tanto del nivel regional, local y nacional. Uno de ellos fue el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien estuvo en terreno en parte importante del proceso final de este incidente; así como con el subsecretario de Obras Públicas (de esa época, Lucas Palacios) y el superintendente de Servicios Sanitarios (Jorge Rivas), que es el ente controlador y que lleva adelante la supervisión de este proceso.
-En paralelo se desarrolla el proceso de caducidad: ¿Cómo aborda esta situación?
-El proceso de caducidad es uno de los que está llevando adelante, en su expediente de investigación, la Superintendencia de Servicios Sanitarios. Nosotros somos parte de este proceso aportando todos los datos que dan cuenta de cómo fue el desarrollo de la emergencia y cómo respondió la compañía a su desarrollo. Es un proceso que está reglado en la normativa de cómo se realiza y hoy se encuentra en su fase final. Nosotros tenemos la convicción de que no concurren los elementos que estén establecidos en la normativa para que Essal sea objeto de caducidad de sus concesiones de producción y distribución de agua potable en Osorno.
-¿Cuáles son los fundamentos que le permiten esta aseveración?
-Los elementos que deben darse para perder la concesión indican que primero debiéramos estar frente a una empresa que no es capaz de dar el servicio, lo que es muy distinto a lo que estamos mostrando hoy día. Y segundo es que Essal tiene la capacidad económica para enfrentar este proceso, lo que ha demostrado no sólo con la inversión desplegada, sino que también con la que tiene comprometida.
-¿Cree que el clima de efervescencia social podría influir en la determinación que adopte el Presidente?
-Todos estamos inmersos en una condición de realidad de país muy distinta después de la segunda quincena de octubre del año pasado. El país y las organizaciones soci-ales y las que han levantado estos movimientos tienen una serie de demandas que se han planteado, que están dirigidas a quienes hoy día, coyunturalmente, están en el gobierno; pero más allá de eso, tenemos la convicción de que en Chile se respeta el Estado de Derecho, hay normativas que le han dado estabilidad a este país por muchos años para desarrollar los distintos procesos, y en ese marco creemos que no dándose las condiciones para provocar la caducidad, no debería ser un elemento que se pueda tener en consideración al momento de tomar una decisión técnico-jurídica.
Revisión
- ¿Han revisado las demás plantas de la región, de manera que no ocurra lo de Osorno en otro lugar?
- Hicimos un diagnóstico completo de todas nuestras instalaciones. Hemos modificado algunas que potencialmente pudieran verse afectadas por una condición de producción, no asociada al mismo incidente de Osorno, pero con otras variables; y hemos tomado determinaciones para ir modificándolas con propósito de minimizar las probabilidades de que ocurran incidentes como el de Osorno.
- ¿Están invirtiendo en otra planta, tras lo de Osorno?
-Se está invirtiendo y seguiremos invirtiendo en las distintas instalaciones. Para 2020 consideramos una inversión cercana a los 29.000 millones de pesos en temas vinculados a la producción de agua potable, a sistemas de distribución, a cómo llegamos con esa agua potable a las distintas viviendas, los sistemas de recolección y los de tratamiento.
-¿Han modificado sus protocolos de emergencia en otras plantas?
-Revisamos todos nuestros procedimientos de cómo somos capaces de entender una serie de alarmas y poder anticiparnos a la ocurrencia de dificultades, tanto en la producción como en la distribución de tratamiento. Hemos avanzado en levantar una forma que nos permita tener sensorizadas una serie de sectores de la compañía y concentrarlas en distintos lugares, en particular en Puerto Montt, en nuestro centro de gestión operativa, que es donde estamos recibiendo distintas señales de cómo se está comportando la producción, las redes de distribución, para a partir de ello poder reaccionar de manera oportuna y así evitar dificultades que afecten la continuidad del servicio.
"Esta empresa trata 72 millones de metros cúbicos de aguas servidas al año, lo que significa que al no existir una organización como ésta, toda esa contaminación la estarían recibiendo hoy los lagos, los ríos y el mar de esta zona"
"un incidente puntual no puede condicionar y no puede empañar la labor desarrollada por décadas. Insisto: no hay ninguna empresa en la región que realice un aporte tan relevante al medio ambiente como el que ha efectuado Essal"
"Hemos tomado determinaciones para ir modificándolas con propósito de minimizar las probabilidades de que ocurran incidentes como el de Osorno"