Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Vida Social
  • Espectáculos

Familias de Pichil cuentan los días para tener su alcantarillado

OBRAS. Nueve meses demorará la construcción del sistema y la planta de tratamiento de aguas servidas. El proyecto beneficiará a las cerca de 100 familias que viven en el sector rural, a 17 kilómetros de la ciudad. Sus historias dan cuenta del esfuerzo y perseverancia que se traducen en la concreción de esta anhelada iniciativa.
E-mail Compartir

Sandra Barría

"Cuando la cámara (de aguas servidas) se rebalsaba, la pendiente hacía que todo escurriera a nuestro patio. Si se fija, tenemos agua estancada de manera permanente. Parece un humedal, pero está lejos de serlo. Nuestros padres murieron esperando este proyecto, así que por fin se ha hecho realidad. Han sido demasiados años de lucha de los vecinos".

Con estas palabras, José y Alejandro Ojeda describieron su alegría al confirmar el comienzo de las obras del alcantarillado y de una planta de tratamiento de aguas servidas que beneficiará a unas 100 familias que viven en el sector rural de Pichil, a sólo 17 kilómetros de la ciudad de Osorno.

Han sido más de 12 años de organización y trabajo incansable de parte de los vecinos -con reuniones, viajes, exposiciones, decepciones y también apoyos irrestrictos- hasta conseguir lo que tanto han esperado. En estos días comienza la construcción del proyecto, elaborado y gestionado por la Municipalidad de Osorno, que adjudicó más de 480 millones de pesos del Gobierno Regional de Los Lagos.

Con la entrega de terrenos desde el municipio a la empresa San Marco Ltda., atrás quedaron las molestias soportadas por los hermanos Ojeda y las familias del sector que han convivido no sólo con inundaciones de agua servida, también con un olor insoportable, moscas, zancudos y el importante riesgo sanitario para niños y adultos mayores.

Historia

Vivir en Pichil es disfrutar de la pasividad del campo, con la comodidad de ubicarse a minutos del centro de Osorno.

Es una villa tranquila, en la que todas las familias se conocen desde hace casi tres décadas, así que han visto crecer a sus hijos y también a nietos, que asisten a la moderna escuela del sector y todavía pueden jugar seguros en los amplios patios, rodeados de verdes praderas y árboles frutales.

Los vecinos recordaron los comienzos de la villa, resaltando que hace unos 40 años el lugar era campo, con muy pocas construcciones. Así lo describió el matrimonio compuesto por Eudalio Leal y Lidia Ojeda, quienes viven en Pichil hace más de 15 años.

"Pero yo conozco bien el lugar desde mucho antes porque trabajaba en el campo y transitaba diariamente por el camino que conecta con el sector de Las Quemas", indicó Eudalio.

Un equipo de este medio fue a la localidad, donde el vecino realizó un recorrido en el cual iba mostrando dónde se ubicaba el molino, la posta, la cancha de fútbol y la escuela que, en esos años, era tan pequeña como la mayoría de las escuelas rurales. "Y era todo lo que había, además de un pozo de lastre", aseguró.

En los años '90 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo construyó la villa, con 60 viviendas que contaban con una fosa séptica que, con el tiempo y la edificación de nuevas viviendas, terminó colapsando y provocando las molestias descritas, desde hace más de 12 años atrás.

Perseverancia

Si hay algo que define a los vecinos de Pichil es la perseverancia y, especialmente la de la presidenta de su junta de vecinos Edilia Cocio, que a pesar de las adversidades, nunca dejó de creer que la construcción del alcantarillado y planta elevadora de aguas servidas serían una realidad.

Comentó con emoción que esta semana "se supone que empieza la construcción, pero la empresa tiene que traer sus contenedores y materiales en un espacio que el Daem (Departamento de Administración de Educación Municipal) estaba despejando, porque ahí se ubicaba el gallinero de la escuela".

De acuerdo a su experiencia, la demora en la concreción de este proyecto se debió a la diferencia en los presupuestos. "Por una parte estaba el costo estimado del proyecto presentado por la Municipalidad y por otro lo que podía aportar el Gobierno Regional, que encontraba que era muy caro para tan pocas familias", señaló.

Junto a los vecinos del sector, la dirigenta aseguró que "durante todos estos años, el equipo municipal trabajó con nosotros para conseguir finalmente los fondos".

Inevitable fue para ellos recordar tantos años de trabajo y de soportar molestias que incluso pusieron en riesgo la salud de las familias. "En una oportunidad tuve que ir a alojar una semana a otro lado porque en mi casa estaba impregnado el mal olor y era insoportable", recalcó la presidenta de la junta de vecinos.

Esperanza

Edilia vive actualmente con su hija, tres nietos y un hermano. Su marido falleció hace apenas dos meses. "No lo he pasado muy bien en estos meses porque fue el mejor compañero. Después de largas jornadas, cuando iba a reuniones o a exponer, como cuando fui al Core en Castro, él me esperaba con la casa calentita (...) no era peleador como yo, pero sé que le hubiera gustado ver la concreción de este proyecto", indicó la dirigenta.

En ese sentido, Erica Fernández agregó que "el inicio de este proyecto es lo mejor que pudo haber pasado. Es como un gran logro alcanzado, porque muchas personas mayores murieron esperando verlo hecho realidad", remarcó.

Ella vive con su esposo, un hijo y una nieta. Cuando su marido jubiló, compraron una casa en Pichil.

"Es que es un lugar tranquilo, todas familias son buenas, de mucho esfuerzo, entonces hay un cariño honesto y una gran alegría compartida en estos días", precisó Fernández.

Similar opinión tuvieron Eudalio y Lidia, al indicar que "se acabó la inseguridad, los malos olores y el miedo de que los niños salieran a jugar a los patios o las calles por los rebalses. Ahora la empresa debería demorar unos nueve meses en la construcción y eso es nada para todo lo que hemos esperado", remarcaron.

Erica Fernández concluyó que "la gran mayoría somos adultos mayores y tenemos nietos, así que este logro nos llena de esperanza porque podremos dejar un entorno sano, ideal para que crezcan nuestros nietos".

"Este proyecto nos llena de esperanza porque dejaremos un entorno sano, ideal para que crezcan nuestros nietos".

Erica Fernández, Vecina de Pichil

12 años son los que han trabajado los vecinos de Pichil, junto al municipio local, para conseguir los fondos requeridos para la construcción del alcantarillado y planta de proceso.

480 millones de pesos es la inversión asignada por el Gobierno Regional a la Municipalidad de Osorno para la construcción de la obra.

270 días es el plazo de construcción que tiene la empresa San Marco Ltda. cuya adjudicación fue aprobada en diciembre por el Concejo Municipal.