Niños y vacaciones
Encontrar la manera de distraer a los niños durante las vacaciones se puede convertir en una ardua tarea para los padres, ya que aunque ellos están libres de jornadas escolares, los adultos continúan trabajando o con labores en el hogar. El desafío es, entonces, saber gestionar de manera adecuada el ocio de los más pequeños y, además, pasar tiempo de calidad con ellos.
Para lograr con éxito esta tarea hay que entender dos cosas: los niños se entretienen con cosas simples y, también, necesitan espacios de atención donde la conversación y la escucha sean esenciales.
Para mantenerlos motivados en una actividad, es recomendable generarles espacios y materiales desafiantes, atractivos en color o forma y variados, donde puedan explorar, considerando siempre que los momentos en los que el niño juega con ellos son breves. Es proporcionarles pequeñas cápsulas de acción, por ejemplo, con material de desecho como cajas de supermercado, incentivarlos a construir un auto o un bus, para que ocupen tiempo tanto en la elaboración como en el juego una vez terminado el objeto. Esto mismo se puede desarrollar aún más, si el adulto construye señales del tránsito y le enseña al niño lo que significan.
Las manualidades son muy prácticas para que los niños se entretengan con materiales que tenemos en casa o que se pueden conseguir a bajo costo, como papel y lápices para que dibujen, globos y papel de diario para realizar una figura. También, se puede confeccionar con cartón piedra un animal con un orificio en la boca así el niño podrá lanzar objetos a través de él, además, se pueden utilizar elementos de la naturaleza como arena, piedras u otros, para efectuar actividades que le permitan al pequeño desarrollar el asombro y la creatividad.
Una excelente manera de fortalecer el vínculo es salir al aire libre a explorar, pues esto permite la indagación de cosas y el desarrollo de conversaciones que potencian el pensamiento crítico de los niños.
Verónica Guzmán, académica Educación Parvularia Universidad de Las Américas
Nuevas leyes
Lo que falta en nuestro país no son más leyes nuevas para mejorarnos, sino aprovechar cabalmente las que existen y aplicarlas con decisión y oportunamente. O sea, más "pantalones", sin temor por provocar a algún lado político y a sus violentas reacciones: más que la torpeza y agresividad actual, imposible.
David Benavenete
Pensiones en Argentina
Los pensionados argentinos están viviendo un verdadero drama, pues el Presidente Alberto Fernández está implementando una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis económica, y ellos están dentro de los principales perjudicados.
La medida consiste en congelar las pensiones seis meses, para determinar una nueva fórmula de recálculo, lo cual pulveriza las pensiones si consideramos la inflación del 50% anual del país vecino, por lo tanto están viendo día a día una menor pensión. Lo mismo sucederá cuando se conozca la fórmula de revalorización, pues el ajuste será menor que la inflación.
Hace 10 años el gobierno argentino estatizó los fondos previsionales de las AFJPs, prometiendo en ese entonces mejores pensiones, lo que claramente no se cumplió.
Las lecciones para nuestro país son importantes, sobre todo en medio de los ofertones en plena discusión previsional. El ejemplo argentino lo único que nos demuestra, es que los sistemas de repartos son inviables y que son los pensionados los más perjudicados.
Eduardo Jerez
Política en crisis
La política está en crisis. La reciente publicación de la encuesta CEP ha dejado en el suelo a la política. Independiente del sector político, nadie puede sacar cuentas alegres ni atribuirse algún éxito en el actual momento. Sólo un 3% confía en el Congreso Nacional y un 2% en los partidos políticos. De manera transversal, la confianza en nuestra clase política ha caído a lo más bajo.
La pelota está del lado de la política. Si se quiere revertir esta fórmula, los que deben salir a recuperar confianzas y enarbolar un proyecto político que sea atractivo e integrador son nuestros políticos. No sería malo una renovación de rostros también. Reencantar a la población supone humildad, reconocer errores, abrirse a dialogar abiertamente, buscando acuerdos y soluciones. El desafío es grande y la cancha está abierta.
José Luis Trevia