Discapacitados en Chile
El 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de la Discapacidad. Cuando hablamos de personas con discapacidad, nos referimos a quienes se les han quitado muchos derechos, pero que a la hora de hacerse presente para luchar por ello, les resulta aún más difícil por sus situaciones y características individuales.
Hablamos de personas que han sido durante muchos años marginados de escuelas, trabajos, universidades, sólo por el hecho de ser, sentir y pensar distinto. Personas que las autoridades de este país no ven, a no ser que les toque en la familia propia recibir a un portador de discapacidad. Ahí cambia su enfoque.
El Estado se ha visto siempre en el tema que nos atañe como portador de muchas discapacidades. No escucha y no ve todo el bello arcoíris de personas que conforma este gran grupo humano y cuanto potencial tiene.
Reflexionando un poco, ¿cuántas personas con discapacidad hay en Chile? ¿Qué discapacidades tienen, estadísticamente? ¿Están censadas?
¿Qué preparación tiene el personal del consultorio familiar para detectar tempranamente características que pudiesen traer encubierto un autismo infantil por ejemplo?
La malla curricular de la enseñanza superior, ¿cuánto tiempo dedica para formar docentes que trabajen con alumnos portadores de alguna discapacidad?. Pienso en educadoras de párvulos y profesores en general.
La malla curricular de la educación especial ¿está orientada al posible enfoque laboral del alumno con tiempo y recursos suficientes por parte del Estado?
Hay algunos pequeños avances, pero considerando lo gigantesco de la deuda, el Estado sigue al debe. Basta mirar cuánto se ha avanzado en pos de las ciudades inclusivas y a la vez por la torpeza de unos pocos, se ha retrocedido hoy en día.
Es magno deber del Estado procurar una vida digna para ellos; los padres sólo debemos ser colaboradores en esto, no nos corresponde seguir tomando estas riendas, como lo hemos hecho hasta ahora.
Juan Reyes Guajardo Presidente del Consejo Comunal de la Discapacidad
Fondos AFP y cesantes
De 1980 a 2017, las AFP conservan cerca de $178 mil millones que pertenecen a 173.688 afiliados fallecidos. Estos valores permanecen en las AFP debido a que "no fueron cobrados por ningún heredero". Los $ 178 mil millones no pertenecen al patrimonio de las AFP, pero habría que preguntarse ¿cuánto son las utilidades que estas instituciones han obtenido por este capital en años?. Desde el "estallido social" iniciado en octubre hasta el 30 de noviembre de 2019 se totalizan 79.532 despidos por "necesidades de la empresa" y en noviembre quedaron sin trabajo 62.049 personas. A raíz de ello, el Banco Central plantea un duro escenario de caída de la inversión, menor crecimiento, más incertidumbre, mayor inflación y desempleo. Considerando que las AFP siguen acumulando una inmensa suma de dinero de afiliados fallecidos, y ante la imposibilidad de que la herencia vacante sea cobrada por familiares, el Gobierno y parlamentarios debieran aprobar una ley para que una entidad pública administre los $178 mil millones, creando un "fondo solidario" en favor de cesantes, ya que el desempleo podría superar el 10%.
Derico Cofré Catril
Plaza de la DignidadEn relación con la proposición de cambio de nombre de la plaza Baquedano en Santiago por el de plaza "de la Dignidad", cabría comentar que un pueblo que olvida su historia, que destruye sus símbolos y que desprecia sus tradiciones, es como un cuerpo sin alma.
Adolfo Paúl Latorre
La retroexcavadoraEl presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), salió nuevamente al paso en el debate público con su tan famosa "retroexcavadora". Fuera del éxtasis que debe generarle al senador encontrarse cada cierto tiempo luminosidad y razón en sus dichos, Chile no necesita retroexcavadoras que hagan un borrón y cuenta nueva.
Según la encuesta de Espacio Público e Ipsos, los tres ejes clave para solucionar la crisis pasan por reformar nuestro sistema de pensiones; aumentar el salario mínimo; y reformar la salud. Todas iniciativas tratadas a partir de la llamada "Agenda Social". El país requiere reformas que partan de la base de reconocer los logros y aspectos positivos de dichas aristas. No necesitamos iluminados con un discurso refundacional, que pretendan que con arrasar todo mágicamente otorgarán soluciones.
José Luis Trevia