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Comercio pide regular la venta ambulante en la plaza de Armas

RECLAMO. Decenas de personas se instalan los viernes, sin autorización, a comercializar productos y alimentos. Locales establecidos exigen que se "igualen las condiciones".
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Verónica Salgado

Desde el inicio de la crisis social en octubre pasado, decenas de personas se instalan cada viernes en la plaza de Armas de Osorno a vender diversos productos como ropa y zapatos usados, peluches, mote con huesillo, libros, frutas, verduras, anticuchos, entre otros, transformando al principal paseo público de la ciudad en una feria libre no autorizada, lo que ha generado un amplio debate.

La situación provocó que representantes del comercio establecido emplacen a las autoridades de la ciudad para que regulen la venta ilegal y comercio ambulante. Consideran que es necesario buscar soluciones efectivas para restablecer el orden y hacer cumplir las normativas vigentes en el país.

El fenómeno se repite en ciudades como La Serena, Concepción, Viña del Mar, Los Ángeles, en varias comunas de la Región Metropolitana, entre otras, que tras el estallido social presentan un explosivo aumento de vendedores no regulados en las principales calles y espacios públicos.

Los presidentes de la Cámara de Comercio e Industrias de Osorno, Horario Carrasco; Detallista, Sergio Anuch; y del Barrio Lynch, Mario Uribe, aseguran que el rubro local está duramente impactado, primero por la crisis de julio con el extenso corte de agua potable; luego por la crisis social que obligó a tapear los locales para evitar robos, saqueos o incendios; y ahora con el aumento del comercio ilegal.

Igualdad

Horacio Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias, emplazó a las autoridades a regular y restablecer el orden frente al aumento del comercio clandestino.

"Llamo a las autoridades a que se sinceren y nos digan si no es necesario cumplir con las leyes. Que digan que ya no hay que pagar más impuestos, permisos y patentes, entonces nosotros, que cumplimos con la norma, dejaremos de pagar el IVA, las patentes municipales, entre muchos otros ítems. Es decir, dejaremos de hacer el aporte histórico que hemos realizado al Estado", enfatizó Carrasco.

Agregó que actualmente existe doble estándar, donde por un lado se le exige el cumplimiento al comercio establecido, mientras por otra parte el competidor ilegal y desleal se toma las calles y abusa de la situación del país.

Sergio Anuch, presidente de la Cámara de Comercio Detallista, explicó que la feria en la plaza es una ilegalidad, que va en contra no sólo del comercio establecido, sino también de la ciudad y su gente.

"Estamos en una situación muy crítica y las autoridades deben tomar decisiones que sean más igualitarias. Es comprensible el estallido social, pero eso no quiere decir que todo en el país quedó anulado. Es el momento de restablecer el orden, porque lo necesitamos todos", dijo Anuch.

Mario Uribe, de la Cámara de Comercio Barrio Lynch, si bien reconoce que existe necesidad social, afirma que lo que ocurre en la plaza está descontrolado.

"Las autoridades deben buscar una solución, porque el comercio ambulante está usando el principal espacio público de forma arbitraria y hemos visto que ocurre lo mismo que en las ferias establecidas, donde la gente más necesitada queda a expensas de grupos que abusan del sistema y que están lejos de ser vulnerables", comentó Uribe.

Visión ciudadana

Macarena Pezoa llegó desde la población Quinto Centenario para vender ropa usada como una opción de generar ingresos. "Esto es simplemente recobrar espacios para la gente que siempre ha estado desplazada y postergada en nuestros derechos", indicó la joven.

Jordy Castro se instala en la plaza para vender distintos artículos usados: "tengo claro que la plaza no es el mejor lugar para armar una feria, pero las autoridades tampoco nos han dado una solución durante años a quienes vendemos así y aquí estamos ahora", explicó.

Los transeúntes también tienen visiones encontradas sobre el tema. Laura Cancino afirma que "es un abuso instalarse sin autorización y de forma ilegal, pasando a llevar a todo el resto de la ciudad". En tanto, Marcelo Villarroel apunta a "dar una nueva mirada a la plaza, con un día de feria regulada".

El debate es similar en las redes sociales, con posturas a favor y en contra.

Tema complejo

Las ferias libres y el comercio ambulante está normado en Chile a través de la Ley Orgánica de Municipalidades, mediante ordenanzas que dependen de los jefes comunales.

El alcalde Jaime Bertín reconoce el problema e indicó que el gobierno debe restablecer el orden en todas las ciudades afectadas.

"Tiene que existir respeto hacia todas las personas, ya que la comunidad no puede actuar y hacer las cosas a su entero gusto. Es complejo, porque no tengo las herramientas para enfrentar el tema, ya que estamos viviendo en un Estado sin parámetros claros", enfatizó Bertín.

Agregó que la plaza de Armas siempre ha tenido como finalidad ser un espacio de esparcimiento para todos los osorninos. "Se entiende la necesidad de la gente y debemos buscar soluciones, pero esta no es la forma", recalcó.

El gobernador Daniel Lilayú reconoce que hay necesidad de generar ingresos, lo que es parte de la crisis social.

"La plaza no está destinada por el municipio para el uso que se le está dando, ya que existen espacios definidos para este tipo de ferias. Si el alcalde estima que se vulneró el espacio público y requiere aplicar la ley, como gobierno tenemos que restablecer el orden y cumplir con lo legal", dijo.