Acuerdo social y rol universitario
"Quizás el impacto mayor en estas manifestaciones es el despertar de la ciudadanía, conversar temas relevantes para la vida cotidiana".
A un mes del estallido social y logrado un acuerdo político por la paz y una nueva constitución la semana pasada, no podemos dejar de reconocer los avances de Chile en las últimas décadas, pero tampoco podemos negar la distancia entre ese crecimiento y la desigualdad de oportunidades en el acceso a servicios básicos como la educación, la salud, vivienda o una pensión digna.
La evidencia en las encuestas de opinión pública de la mala reputación de instituciones clave en el ejercicio democrático como la presidencia, el congreso, tribunales de justicia, carabineros y fuerzas armadas, más los abusos que genera el sistema económico chileno, confabularon en un trastorno institucional y más allá de los cuestionamientos al acuerdo político logrado para un nuevo pacto social, hemos presenciado un hecho histórico relevante, donde la Constitución que nos rige desde la dictadura militar ha comenzado a escribir su epitafio, si así lo establece la ciudadanía en abril próximo.
Quizás el impacto mayor en estas manifestaciones es el despertar de la ciudadanía, conversar temas relevantes para la vida cotidiana, compartir con el vecino y tomar conciencia y reconocer en el otro las dificultades que atraviesa. El acuerdo apunta en el sentido correcto de respetar las indicaciones ciudadanas. La paz, la cohesión y la justicia social a la que abogamos todos deben materializarse en una nueva Constitución a corto plazo y una agenda social concreta que restablezca la dignidad de las personas.
Nuestro rol como universidad estatal es la formación de ciudadanos críticos, pluralistas y éticamente conscientes de su entorno. Es por ello que nos hemos comprometido a formar "voluntarios de nuestra comunidad universitaria" para llegar a todas las comunas de la Región y apoyar en las comunidades. Como institución pública estamos comprometidos con la democracia y las transformaciones sociales, y acogemos el llamado a contribuir al desarrollo nacional y regional. Y frente a las evidencias que nos dejan las movilizaciones sociales, construyamos un mejor Chile, propiciando el dialogo pacífico, sin violencia, para generar mayores espacios de participación y representación.
Óscar Garrido Rector de la ULagos