La Universidad de Los Lagos fue pionera a nivel nacional como formadora de profesionales acuícolas, los que han contribuido al crecimiento del sector. En la actualidad, la acuicultura debe apostar al desarrollo de una acuicultura sustentable con mayor conocimiento que permita la conservación de los ecosistemas y esté atenta a los desafíos del cambio climático.

La Región de Los Lagos, recientemente fue sede de reuniones del Foro APEC, que trata temas relacionados con el intercambio comercial, coordinación económica y cooperación entre sus integrantes. Entre las actividades desarrolladas en la zona se realizó un llamado a promover la responsabilidad ambiental de las empresas acuícolas por el impacto que en el ecosistema genera en el medio ambiente, avanzando en desarrollo sustentable y generando mayor conciencia ambiental sobre los recursos marinos y su importancia para el ser humano.

La actividad acuícola es relevante para la Región y el país. Nuestra región concentra el mayor número de centros de cultivo de moluscos, peces, macroalgas y otros centros a nivel nacional y, además, la mayor producción de cosechas de salmón y plantas procesadoras. Es por ello que centros de investigación de universidades y empresas enfocadas al desarrollo del área son claves para el desarrollo del futuro de la acuicultura en la Región.

La Estrategia Regional de Desarrollo considera al sector acuícola relevante para la competitividad regional y como una actividad estratégica de desarrollo por lo que es trascendental su diversificación, la calificación del capital humano, la infraestructura para su desarrollo y el turismo de intereses especiales. Lo anterior reconociendo que la actividad es mucho más amplia que el sólo manejo industrial o acuicultura de pequeña escala.

Chile, en la industria salmonera, es reconocido como productor a nivel mundial, lo que genera miles de empleos directos e indirectos, siendo las regiones de Los Lagos y Aysén donde se concentra la mayor producción. Es por ello, y por el desarrollo general del sector acuícola, que el conocimiento científico desarrollado por las universidades y sus investigadores debe estar al servicio de una acuicultura sustentable, en alianza con la empresa privada y pequeños productores, orientado en diversificar y dar valor agregado a los productos acuícolas y actividades complementarias.

Óscar Garrido Álvarez, rector

de la Universidad de Los Lagos

A pocos debe haberles sorprendido saber que adquirir una casa o departamento en Osorno es, al igual que en resto del país, una aspiración "severamente no alcanzable", como lo advirtiera la Cámara Chilena de la Construcción en un estudio nacional que estableció un Índice de Acceso a la Vivienda (PIR, por su sigla en inglés). El indicador compara dos variables para la medición: el valor promedio de los inmuebles versus los ingresos de la población, a partir de los cuales se llega a un factor que representa la cantidad de años que se demoraría una familia en comprar una vivienda si para ello destinase el total de sus ingresos. La cifra nacional a la que se llega con este análisis es inquietante: 7,6 años por cada familia, muy por sobre la media de otros países que de sobra superan los niveles de desarrollo de Chile y, además, del que se supone debería ser el techo de años (5 ).

Pero más preocupante es el indicador de Osorno. Si el 7,6 nacional del país ya es alto, lo de esta ciudad alcanza ribetes de espanto con sus 9,6 años, para una familia de ingreso promedio mensual de $750.000 que pretende adquirir una vivienda de 3.100 unidades de fomento. Este 9,6 es significativamente más alto, por ejemplo, que el 7,4 de Santiago o el 8,8 de Temuco, lo que refleja la enorme brecha que se ha ido asentando en Osorno en torno al mercado inmobiliario y que permitiría explicar, en parte, el desmedido valor que están alcanzando los arriendos de casas y departamentos. Esta última ha terminado siendo la única opción posible cuando no se cuenta con los ahorros para el pie, ni con el perfil de deudor que solicitan las instituciones financieras a la hora de otorgar un préstamo hipotecario.

Detrás de la severa dificultad para comprar un inmueble para la vivienda en Osorno se encuentran, además de condicionantes nacionales (como las nuevas normativas y la demora en el otorgamiento de permisos), el elevado precio del suelo y el visible desacople entre la curva de los ingresos promedio de la clase media y el valor de las propiedades. Hay allí una materia que debería estar en el centro de las preocupaciones de las autoridades locales y del gremio inmobiliario, para que Osorno haga justicia con tantas familias que sueñan con una casa propia.