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Las mujeres costeñas destacan por su fuerza y compañerismo en el palín

CHUECA. Un deporte que ancestralmente fue dominado por los hombres, ahora es un espacio para que ellas compartan en tono a una práctica de la etnia. En Aleucapi jugaron la primera fecha.
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Sandra Barría

"Hoy día los hombres se encargan de la comida, mientras nosotras jugamos", decían entre risas las mujeres de San Juan de la Costa que ayer se reunieron junto a sus familias en el sector de Aleucapi, para dar inicio al Campeonato de Palín 2019.

Y es que este juego, conocido también como chueca, es practicado por las comunidades huilliches/mapuches desde antes de la Colonia; más allá de la competencia, representa una gran instancia para compartir y disfrutar del reencuentro de cada domingo, mientras dure el campeonato.

Según explicó la concejala de San Juan de La Costa, Silvia Cañulef, "este juego ancestral era una forma de resolver discordias entre territorios, de limar asperezas jugando a la chueca y el que ganaba tenía la razón".

Dicen que era una actividad practicada por hombres y mujeres hasta la llegada de los españoles, cuando se volvió un juego masculino y así permaneció por siglos hasta hace sólo algunos años atrás, cuando ellas se incorporaron y -como en tantos otros aspectos- destacaron por su fuerza, habilidad y organización, dentro y fuera de la cancha.

De hecho San Juan de la Costa es de las pocas comunas del país -y única en la región- que tiene una Asociación Comunal de Chueca Femenina llamada "Inchen Lamuen Mapu" que es presidida por Eva Cárdenas.

En el juego

Hay que ser valientes para jugar descalzas, en medio de la Cordillera de la Costa, en una mañana que no supera los 5° de temperatura, esquivando la fuerza y velocidad de los "weños" (palos) con los que golpean el "pali" (pelota de madera forrada con cuero) hasta marcar un punto, cruzando el área del equipo oponente.

Aunque para ellas no es ninguna hazaña ya que aseguran que "es cosa de costumbre" y todas crecieron disfrutando de este juego aunque sea desde la orilla de la cancha.

Fernanda Castro tiene 13 años, cursa 7°básico en la escuela de Puaucho y es parte del equipo "Costeñitas", del sector Quemeumo, que este año va en busca del primer lugar luego de obtener el cuarto en el 2018.

"Aprendí a jugar a los 7 años y parece brusco, pero no lo es y lo más entretenido es que todos compartimos, las familias se reúnen y se vuelven a ver todas las semanas", dijo.

Mirta Yefi es la capitana del mismo equipo y juega a la chueca desde hace 6 años. "Es muy buena nuestra participación porque las mujeres tenemos las habilidades y destreza necesarias, capacidad de organización y de obtener buenos resultados", recalcó.

Rubén Guarda es uno de los tantos jugadores que practica la chueca desde niño y que ayer era parte del público que disfrutaba de los encuentros femeninos.

"Me parece bien que las mujeres hayan vuelto a jugar chueca y lo hacen igual o mejor que los hombres, con harta fuerza, velocidad y ganas", expresó Guarda.

Organización

Este campeonato es organizado por la Asociación de Chueca Inchen Lamuen Mapu y cuenta con un aporte municipal de $5 millones que, independiente del lugar que cada equipo obtenga, se reparte entre todos en partes iguales.

Así lo explicó su presidenta, Eva Cárdenas, quien destacó la participación de los equipos femeninos de los sectores de Loncopitrio, Quemeumo, Lafquelmapu, Purrahue, Punotro, Putrentren, Puente Negro, Casa de Lata, Huitrapuyi, Panguimapu y Aleucapi.

Actividad cultural

Aunque llueva o sea uno de esos días en que el pasto se ve blanco de hielo, las comunidades se trasladan, todos los domingos, hasta el sector que recibe a los demás equipos para apoyar a sus jugadoras en una nueva fecha.

Hay público fiel y la concejala de San Juan de la Costa, Prosperina Queupuán lleva la delantera, pues no se pierde ningún partido de las 13 fechas que componen la temporada.

"Creo que más que un deporte, la chueca es una actividad cultural que representa nuestra historia y tradiciones; y me parece fundamental apoyar su realización porque, además, es una de las pocas instancias en la que las mujeres convocan al encuentro semanal de tantas comunidades", manifestó.

Tal como ocurre en los partidos masculinos, mientras los equipos juegan, las familias se reúnen bordeando la cancha. Los niños se divierten en un entorno familiar y seguro, mientras los adultos siguen atentos cada jugada, hacen barra y algunos dan instrucciones a sus jugadoras.

Este domingo los hombres prepararon el fuego, cuidaron a los hijos, instalaron las mesas y sacaron de amplios canastos esas preparaciones ancestrales que convocan a compartir una inolvidable jornada.

"Lo que se genera en torno a la chueca es el compartir de las comunidades y hoy son los hombres los que preparan la mesa. Para nosotras, es un orgullo ser referentes en un deporte ancestral tan importante para nuestro pueblo, que estamos transmitiendo a las nuevas generaciones, inspirando incluso a otras comunas que están organizando sus equipos femeninos", dijo Cárdenas.

"Más que un deporte, la chueca es una actividad cultural que representa nuestra historia".

Prosperina Queupuán, Concejala S.J. de la Costa

11 equipos de mujeres están participando de las 13 fechas que componen el campeonato comunal.

13 años tienen la menor de las jugadoras y no hay edad límite para las mayores, sólo depende de sus ganas.