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Los siete puntos que complican a Essal para mantener la concesión

CRISIS. Informe de la SiSS detalla las responsabilidades de la sanitaria por el corte de agua de 10 días que afectó a la comuna.
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Verónica Salgado

Derrame de petróleo en la planta

Según consta en la investigación de la SiSS, la emergencia partió pasada las 23.10 del miércoles 10 de julio, cuando el operador de noche comenzó a recargar el grupo electrógeno que se utiliza diariamente en horario punto (18 a 23 horas) con combustible desde un estanque de reserva de 2 mil litros, ambos ubicados a metros de las instalaciones de producción y del río Rahue donde está la boca toma. El funcionario no cerró la válvula, provocando que el petróleo escurriera libremente por horas.

El combustible comprometió la planta de tratamiento, la conducción hacia los estanques de distribución y de varios respaldo, dejando a la ciudad sin las reservas de agua previstas para enfrentar dificultades que se puedan presentar en la zona de captación del agua ubicada sumergidas bajo el río Rahue.

Según detalla la SiSS, el operador estaba solo desarrollando varias funciones que incluso consideraban su salida de la planta Caipulli para acudir a la de Ovejería Bajo y así tomar muestras de cloro libre residual.

Además evidencia la falta de un sistema de iluminación adecuado en el recinto de Caipulli dificultando cualquier acción nocturna.

La falla operacional fue detectada recién a las 8.43 del jueves 11 por el coordinador del área (finalizado el turno noche), que ordenó de detener la producción de agua. A las 9.35 se informó de la emergencia a la oficina regional de la SiSS.

La investigación especial realizada por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SiSS) da cuenta de los hechos que derivaron en que la empresa Essal dejara a la comuna sin suministro de agua potable durante 10 días (11 al 21 de julio) impactando a unas 200 mil personas.

El informe del organismo contralor precisa siete antecedentes clave que acreditan graves infracciones cometidas por la sanitaria, las que actualmente complican el escenario que enfrenta con un proceso de caducidad de la concesión como operador de los servicios sanitarios de Osorno, millonarias multas e indemnizaciones que pagar y una imagen corporativa cuestionada y dañada ante los osorninos y el país.

Las más de 50 hojas del documento describen desde la forma de operar de la firma, detalles cronológicos de las acciones desarrolladas durante la emergencia y cada una de las faltas u omisiones realizadas por Essal que gatillaron el desastre del agua potable.

Auditoria de la SiSS a Essal y planta Caipulli en el 2018

En septiembre del 2018 la SiSS realizó una auditoría a la planta Caipulli donde observaron falencias como por ejemplo que las obras de captación desde el río Rahue no disponen de un sistema de rejas que proteja el ducto de entrada sumergido en el cauce; no hay un programa preventivo de limpieza y sólo se desarrollan operaciones correctivas con buzos cuando se producen obstrucciones. Cabe destacar que en 2015 un tronco provocó que 30 mil clientes estuvieran sin agua por algunos días, por lo que Essal comprometió la instalación de la malla protectora.

La SiSS también verificó falta de infraestructura en el sistema de dosificación que conlleva a la falta de información asociada, como demanda de productos químicos del agua cruda en los diferentes escenarios de calidad, entre otros. En cuanto a los procedimientos operacionales, muchos están bajo criterios y decisiones de cada operador.

En diciembre de 2018 se solicitó a Essal un plan de mejoramiento de infraestructura antes de septiembre del 2019, enfatizando que cualquier problema previo a ejecutar las acciones solicitadas por la SiSS constituían un incumplimiento agravado que fue lo que finalmente ocurrió en julio pasado.

La fuente única de abastecimiento superficial es la captación del río Rahue en Caipulli y algunas fuentes subterráneas ubicadas en Ovejería Bajo y el sector Pilauco.

Desinformación y falta de alerta sobre riesgos para la salud

Desatada la crisis por la falta de suministro de agua potable en más de 49 mil clientes, la empresa Essal fue entregando información incierta respecto a lo que ocurría -según detalla la SiSS- sumado a no entregar las alertas necesarias para proteger la salud de las personas.

Inicialmente a las 10.40 del jueves 11 Essal informaba a través de su página web un "aviso de rotura de matriz espontánea", dando hora estimada de reposición a contar de las 22, a pesar de tener claridad del problema en el sistema de producción.

Recién a las 11.45 del jueves Essal publicó la activación de protocolo de emergencia llamando a evitar el consumo de agua potable por la eventual presencia de hidrocarburos, pese a saber que la planta estaba afectada por petróleo.

Desde ese minuto la información publicada en la página web de Essal es constantemente modificada y no se alerta de las precauciones que debía tomar la comunidad mientras se evaluaba el alcance del derrame con el fin de proteger la salud.

Essal informó al superintendente nacional, Jorge Rivas, que el viernes 12 de julio el abastecimiento sería restringido, pero un par de horas después le comunica presencia de hidrocarburos en los estanques.

Esa situación generó la presión de las autoridades y recién el viernes 12 de julio Essal puso en evidencia la envergadura del problema.

Calidad del servicio y contaminación del río Rahue

El corte de suministro afectó a la generalidad de clientes de la empresa Essal, lo que equivale a unas 150 mil personas, más todos aquellos que dependen del sistema pero no están considerados en el registro de Essal, por lo que el corte tuvo un impacto en unas 200 mil personas.

Esta situación provocó incumplimientos en la calidad del agua potable suministrada, lo que se evidenció en al menos once muestras alteradas en distintos parámetros. Con esos antecedentes se comprobó fehacientemente que el río Rahue había sido contaminado por el derrame de hidrocarburos proveniente del grupo electrógeno ubicado en Caipulli.

Esto al no ser advertido durante muchas horas por el personal de la sanitaria, afectó la captación de agua en el río, la planta de tratamiento, varios estanques de regulación e incluso al agua potable producida. Es así que la SiSS enfatiza que los servicios de agua potable de una concesión deben ser otorgados con continuidad y calidad tal como lo impone la Ley General de Servicios Sanitarios. Esas exigencias son los pilares en que se basa este tipo de prestaciones, ya que derivan en su condición de servicio básico para la población abastecida en este caso por Essal.

El informe precisa que el corte de agua ocurrido en Osorno no está generado por ninguna situación que permita liberar a Essal de su responsabilidad, ya que no existen causas de fuerza mayor (desastres naturales) o suspensión programada e informada que en ningún caso puede ser tan extensa.

Información errada a la autoridad

La investigación constató que la entrega de información de difusión pública y a las autoridades tenía errores asociados a las razones del corte de suministro, y que era una falla en una conducción existente al interior de la planta de tratamiento, acerca del tiempo de reposición del servicio de distribución de agua potable, referente a los estanques y puntos de reparto, entre otros.

Entre los problemas está lo referente al proceso de potabilización del agua como respecto del suministro que produjo un nuevo corte prolongado que comenzó el miércoles 17 de julio, donde una vez realizado todo lo necesario para el reemplazo total del material filtrante, la empresa Essal retomó la producción de agua potable asegurando a la ciudadanía y todas las autoridades que el problema estaba totalmente superado la mañana de ese miércoles.

La información errada involucró al Presidente de la República, Sebastián Piñera, que visitó un par de horas la comuna y donde garantizó el retorno del agua potable tal como lo indicaba la firma Essal.

Sin embargo, transcurridas apenas unas horas desde que fuera declarada como superada la emergencia, nuevos cortes fueron anunciados, lo que la empresa responde con diversas explicaciones a las insistencia de las autoridades.

Finalmente se clarificó una nueva necesidad urgente de habilitar infraestructura en la planta generando un corte hasta el 21 de julio.

Lenta respuesta a la comunidad

La respuesta ante la emergencia de parte de la concesionaria fue lenta, desplegándose con lentitud en el sistema de reparto alternativo de agua potable mediante colocación de estanques y el llenado de ellos mediante camiones aljibes, responsabilidad absoluta de Essal, tal como lo indica el Plan de Emergencia y Desastres establecido por la SiSS en enero de 2018.

Según detalla el documento de la SiSS, la instalación de estanques fue tardía respecto a las necesidades de la población, considerando que desde el jueves 11 en la mañana comenzaron cortes de suministro para evitar que el agua contaminada con hidrocarburos llegue a la red de distribución.

De hecho ese jueves a las 15.30 había sólo 7 de los 68 estanques comprometidos instalados y a las 22.52 se había logrado colocar 51, muchos vacíos y muy pequeños para la alta demanda. La situación era graficada por la comunidad a través de las redes sociales y largas filas de personas en los puntos de distribución.

Los horarios de ventanas de agua anunciados por Essal en su página web no se cumplieron, ya sea porque no entregaron agua o por muy baja presión. También se detectaron puntos con leves excesos de cloro libre residual y exceso de turbiedad. La actuación de la empresa dejó en evidencia incumplimientos de instrucciones de la SISS y normas reglamentarias aplicables en estos casos.

Poner en riesgo la salud de la población de Osorno

Dado el impacto y grado de afectación que produjo la emergencia a la comunidad fue necesaria la activación del Comité Operativo de Emergencia (COE) regional donde participaron autoridades con competencia para ir en la atención y socorro de la población.

Ante la prolongación del corte, el Ministerio de Salud decretó Alerta Sanitaria donde entre otros aspectos detalla en el punto 13 " que, producto de la falta de agua potable (...) en la comuna de Osorno se constituye un riesgo inminente para la salud de las personas. Esto, porque la falta de dicho recurso impide garantizar el saneamiento básico, el aseo e higiene personal, manipulación adecuada de los alimentos, la evacuación de aguas servidas y su eventual colapso".

La afectación del 98% de la población repercutió en el normal desarrollo de la comunidad, generando el cierre de recintos educacionales, abastecimiento de emergencia en recintos de salud, entre otros puntos. La investigación da cuenta que lo ocurrido en Osorno es de la mayor gravedad por su duración y repercusiones en la población y el desarrollo de la comuna, por acciones de total responsabilidad de Essal que incurrió en falencias operativas ante la emergencia, entre otros puntos que considera la legislación sanitaria, poniendo así en peligro la salud de miles de personas durante días en Osorno.

Un operador estaba cumpliendo diversas funciones, entre las que consideraba la recarga de combustible.

2018 diciembre la SiSS pidió a Essal un plan de mejoramiento de infraestructura del sistema de Osorno.

$2.500 millones en multas determinó la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SiSS) para la empresa Essal, por las graves infracciones cometidas durante el corte de agua en Osorno.

El agua no es reemplazable por otro elemento que no sea agua de lo contrario es un riesgo a la salud.

200 mil personas fueron afectadas por los cortes de agua potable generados por la sanitaria en 10 días.

17 de julio visitó la comuna el

49 mil clientes Presidente Piñera, ocasión donde recibió información errada según la SiSS.

3 agosto de Essal fueron al menos afectados con el corte de agua potable, es decir, unas 200 mil personas, quienes estuvieron 10 días y más sin suministro regular del vital elemento.

2018 La SiSS presentó el informe de la investigación realizada por el corte de agua en Osorno e inició el expediente de caducidad. Essal ahora deberá realizar sus descargos.

Agosto enero la SiSS estableció un nuevo Plan de Emergencia y Desastres para las sanitarias.